Hace falta un grupo mixto del grupo mixto

Hace falta un grupo mixto del grupo mixto

El principal problema de la marcha al grupo mixto de Podemos es que ahora esos cinco diputados ya no tienen ningún grupo mixto a donde ir cuando rompan con Podemos dentro de un tiempo.

La diputada de Podemos, Ione Belarra, en el CongresoAlejandro Martinez Velez/Europa Press via Getty Images

El principal problema de la marcha al grupo mixto de Podemos es que ahora esos cinco diputados ya no tienen ningún grupo mixto a donde ir cuando rompan con Podemos dentro de un tiempo. No existe el grupo mixto del grupo mixto. Hasta la semana pasada, no sé… Javier Sánchez Serna —es un suponer— podía comunicar a Ione Belarra su desacuerdo con la forma en que la actividad parlamentaria de Podemos estaba materializando la síntesis entre Laclau y Gramsci al malinterpretar desde Lacan la idea de articulación, trasladándole que obviamente no le quedaba más remedio que pasarse al grupo mixto. Pero ahora… ¿a dónde se va a ir Verstrynge cuando lleve seis meses sin hablarse con Belarra y ésta, tras una consulta a las bases, la haya sentado en el escaño que está detrás de una columna?

¿De verdad les parece imposible que ocurra? ¿Más o menos imposible que lo que les parecía en 2016 una ruptura entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón? ¿O en 2017 una ruptura entre Pablo Iglesias y Alberto Rodríguez? ¿O en 2018 o 2019 o 2020 una ruptura entre Pablo Iglesias y (insértese aquí el nombre de cualquiera que haya ostentado algún cargo en Podemos y acertará en el 95% de los casos)? A mí también me chirría la posibilidad de que Ione Belarra se enemiste a muerte con la eurodiputada Irene Montero en 2025 y entienda que es necesaria una nueva formación de izquierdas al margen de Podemos, Izquierda Unida o las otras quince formaciones de izquierdas que integran Sumar. Pero si algo hemos aprendido estos años es que no hay mejor predictor del futuro que el pasado. Ocurrirá e Ione no tendrá a donde ir.

O, a lo mejor, no. A lo mejor las purgas han conseguido depurar todas las malezas e impurezas de la formación original hasta llegar a un núcleo esencial e indivisible en donde los cinco escaños actúan a todos los efectos como un solo hombre —“hombre”, DRAE, primera acepción—. Una unidad eterna que, por más que encarnada en cinco cuerpos diferentes, nos habla de un único motor inmóvil que conforma un misterio que ya lo quisiera para sí alguna iglesia. El traslado al grupo mixto impone el paso final por el que se convierte en secta lo que en su momento nació como un movimiento político: no sólo no se puede disentir por las represalias que te impondrá el líder, sino porque ya se ha agotado el último margen de maniobra que quedaba a la disensión.

Entre el podemonio —nuevo elemento químico cuyos isótopos tienen una vida media de millonésimas de segundo— y la Santísima Quintidad —incomprensible encarnación en cinco personas diferentes del único Dios verdadero que nos habla desde su canal de YouTube—, la formación morada consigue apuntarse a la nueva regla de oro de la política española: a mayor irrelevancia electoral, mayor relevancia política. La homeopatía quizá no funcione en medicina, pero en el Parlamento español va como un cohete. En el grupo mixto es donde está la acción. Pero los márgenes no tienen márgenes, y una vez instalados en el grupo mixto cualquier movimiento para escorarse un poquito más conduce irremediablemente fuera del tablero. Hace falta un grupo mixto del grupo mixto.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Licenciado en Filosofía y doctor en Psicología. Es profesor titular de Psicología Clínica de la Universidad de Oviedo desde antes de que nacieran sus alumnos actuales, lo que le causa mucho desasosiego. Durante las últimas décadas ha publicado varias docenas de artículos científicos en revistas nacionales e internacionales sobre psicología, siendo sus temas más trabajados la conformación del yo en la ciudad actual y la dinámica de las emociones desde una perspectiva contextualista. Bajo la firma de Antonio Rico, ha publicado varios miles de columnas de crítica sobre televisión, cine, música y cosas así en los periódicos del grupo Prensa Ibérica, en publicaciones de 'El Terrat' y en la revista 'Mongolia'.