Funcionarios investigados por soborno y chantaje a familiares de desaparecidos en Argelia y Marruecos

Funcionarios investigados por soborno y chantaje a familiares de desaparecidos en Argelia y Marruecos

La Guardia Civil detiene en Murcia, Almería y Jaén a 14 personas que hacían contratos irregulares de repatriación de cadáveres de migrantes.

La belga Kate Abrahams coloca flores junto al cadáver de un migrante muerto en Caños de Meca (Cádiz), tras un naufragio con 17 muertos en 2018.Javier Fergo / AP

La muerte de las personas que tratan de llegar a suelo español en busca de una vida mejor se ve en no pocas ocasiones rodeada de la soledad, no saber una identidad, no conocer de dónde venía el migrante, a qué familia informar de que ya no lo podrá esperar más. 

Una situación de enorme dolor que se complica, más, cuando hay posibilidad de calmar parcialmente ese dolor con información y surgen noticias como la que nos trae aquí: hasta 14 personas han sido detenidas en Murcia, Almería y Jaén como supuestos integrantes de una trama que se lucraba con contratos irregulares de repatriación de cadáveres de migrantes norteafricanos fallecidos en el mar. Una red desmontada por la Guardia Civil.

La red se habría estado lucrando durante años a costa de los familiares residentes en Marruecos y Argelia de personas desaparecidas fallecidas en el mar cuando intentaban alcanzar las costas españolas en pateras, informa en Instituto Armado. 

Todo comenzaba a través de las redes sociales, generalmente con perfiles falsos de la trama, con los que contactaban con las familias ofreciéndoles información falsa sobre el paradero de sus allegados a cambio de dinero.

Posteriormente, cuando tenían conocimiento de un naufragio, volvían a contactar con la familia para pedirles datos personales de los desaparecidos y realizar una falsa búsqueda de estas personas, acompañar a los allegados a interponer denuncia, gestionar las tomas de ADN para la identificación del cuerpo y servicios de traducción. Todo ello, con la exigencia de previo pago con el argumento de que era la única forma de proceder en España para la identificación y repatriación de los cuerpos, lo cual es incierto.

Para establecer contacto con las familias se valían de una gran cantidad de perfiles falsos en redes sociales, pero para extraer información sobre la identificación de cadáveres lo hacían con la colaboración e implicación de empleados de algunas instituciones públicas relacionadas con el proceso de identificación, como un Instituto de Medicina Legal. O sea, funcionarios ayudando a que la trama creciera, con impunidad. 

Una vez que estos mafiosos tenían en su poder información sobre cómo actuar en la gestión de identificación de cadáveres, tales como fotografías de los cuerpos, se lo facilitaban a las familias para asegurarse que firmasen autorizaciones para que las funerarias implicadas en la trama se llevaran el contrato de manera exclusiva. Con una información de primera mano, era fácil dar el paso, pero es que esa información sólo podía salir de la sala de autopsias, que se supone que es un entorno seguro y garantista. 

Los agentes de la Guardia Civil iniciaron esta operación cuando detectaron varias de estas fotografías en internet, identificando al cabecilla del grupo, un individuo de origen marroquí, y a sus principales miembros en Murcia y Almería.

El líder de la trama se valía de sus contactos en las comunidades de origen magrebí para que las familias confiaran en su palabra, al decirles que no había otro modo de repatriar los cadáveres de sus difuntos, acumulando una gran cantidad de contactos entre empresas funerarias y entidades relacionadas con las identificaciones y repatriaciones de cadáveres. También se encargaba de gestionar los pagos a los intervinientes y facilitadores de información.

En la fase de explotación de la operación se realizaron 13 registros, ocho en Murcia -cinco en la capital, dos en Cartagena y uno en Molina de Segura-, cuatro en Almería y uno en Jaén. En ellos la Benemérita se incautó numerosa documentación relacionada con el caso, varios vehículos y casi 70.000 euros en efectivo en la vivienda de uno de los responsables del entramado.

A los detenidos se les acusa de los delitos de revelación de secretos, contra el respeto a los difuntos, estafa, pertenencia a organización criminal, falsedad documental, cohecho y omisión del deber de perseguir delitos. La Guardia Civil ha puesto a disposición judicial a los detenidos y se ha decretado el ingreso en prisión de dos de ellos. La investigación corre a cargo del Juzgado de Instrucción número 5 de Murcia.

Enorme indignación

Comercializar con la muerte de desaparecidos y engañar a sus familias en Argelia y Marruecos es el extremo de la deshumanización y es indignante, a juicio de distintos representantes de la comunidad inmigrante de Almería, con el imam de los imames a la cabeza, Abdallah Mhanna, que ha expresado el pesar de su comunidad tras conocerse la existencia de esa trama, informa Canal Sur

Indignación también en la ONG Almería Acoge, su director, Juan Miralles, ha recordado que llevan años pidiendo a las autoridades españolas más esfuerzos y recursos para la identificación y repatriación de los migrantes fallecidos.