Grecia retrasa sus pagos al FMI hasta finales de junio por la falta de acuerdo con los acreedores
El Gobierno griego de Syriza ha informado este jueves al Fondo Monetario Internacional (FMI) de que no le pagará el vencimiento de 300 millones que debía abonar este viernes y de que en su lugar agrupará todos los pagos de junio, que ascienden a 1.600 millones de euros, y los devolverá conjuntamente el día 30.
La decisión de Atenas se produce después del fracaso de las negociaciones que mantuvo este miércoles el primer ministro heleno, Alexis Tsipras, con los presidentes de la Comisión, Jean-Claude Juncker, y del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, para desbloquear el último tramo de 7.200 millones del rescate a Grecia.
"Las autoridades griegas han informado al Fondo hoy de que tienen previsto agrupar los cuatro pagos del país de junio en sólo uno, que ahora debe abonarse el 30 de junio", ha dicho el portavoz del FMI, Gerry Rice, en una breve declaración.
Las normas del FMI permiten este agrupamiento (excluyendo los intereses, que deben abonarse a tiempo) con el fin de "hacer frente a las dificultades administrativas de realizar múltiples pagos en un corto periodo de tiempo", ha agregado el portavoz. Pese a ello, el último país que se acogió a esta posibilidad fue Zambia en los años 80.
LAS NEGOCIACIONES SEGUIRÁN LA SEMANA QUE VIENE
La nueva ronda de negociaciones entre Tsipras y los presidentes de la Comisión y del Eurogrupo para desbloquear ayuda urgente del rescate a Grecia se retrasa probablemente a la semana que viene, en lugar de celebrarse este viernes como se había previsto inicialmente, por la decisión de Tsipras de comparecer ante el parlamento griego para informar de las conversaciones.
"La reunión es imposible mañana y es muy improbable que se celebre el sábado. Probablemente todo quedará en espera hasta la semana que viene", han informado fuentes europeas.
Tsipras ha anunciado que acudirá al parlamento heleno este viernes a partir de las 18:00 horas (17:00 hora española) con el fin de dar cuenta de la marcha de las negociaciones con la troika ante la creciente rebelión entre las filas de su propio partido, Syriza, por considerar que está realizando demasiadas concesiones.
