Seis muertos y otros tantos heridos en un nuevo viernes de la ira en Israel y Palestina
Jerusalén y Cisjordania llevan semanas con fiebre. Los constantes atentados, enfrentamientos y cargas entre palestinos e israelíes han ido subiendo en intensidad y gravedad, dando lugar a medidas de control y redadas que no se conocían en la zona desde la Segunda Intifada, que tuvo lugar entre 2000 y 2005. Hoy, viernes de oración para los musulmanes, se esperaba tensión, restringido como está el acceso a la Explanada de las Mezquitas, tercer lugar santo en importancia para el Islam. Y ha habido tensión, incluso en Gaza, el otro territorio palestino, hasta ahora en relativa calma. Seis palestinos han muerto y otras seis personas (dos israelíes y cuatro árabes) han resultado heridas por arma blanca en lo que va de día.
El primer palestino ha resultado muerto por disparos de las fuerzas de seguridad israelíes después de atacar y herir con un arma blanca a un agente en la colonia judía de Kiryat Arbá, anexa a Hebrón (Cisjordania), según informa la Policía de Israel. El uniformado resultó herido leve.
Otros cinco han muerto y 30 han resultado heridos después de que el Ejército de Israel abriese fuego contra una protesta en la frontera de la Franja de Gaza, según fuentes médicas citadas por la agencia palestina Maan. Los fallecidos tienen entre 19 y 21 años, excepto un adolescente de 15 años, que murió de un disparo en la zona de Jan Yunis.
Los incidentes se produjeron al este de la localidad de Al Shujaiyeh cuando, según el Ejército israelí, más de 200 palestinos se acercaron a la valla fronteriza y comenzaron a lanzar piedras y neumáticos contra los militares. La portavoz del Ejército ha explicado a la agencia palestina que abrieron fuego contra los "principales instigadores" de esta movilización y sólo ha confirmado que alcanzaron a cinco personas. Fuentes médicas gazatíes sostienen que los jóvenes murieron por heridas de bala y por inhalación de gases lacrimógenos.
Antes, una mujer palestina fue herida tras tratar de apuñalar a un agente de seguridad privado israelí en la localidad de Afula, en el norte de Israel, en el segundo ataque árabe con arma blanca en la zona en 24 horas. Todo ocurrió a las puertas de la estación de autobuses. La atacante está herida, ya que recibió varios disparos por parte de guardas de seguridad, pero no llegó a apuñalar a nadie.
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Un grupo de colonos, patrullando armados por Hebrón.
APUÑALAMIENTOS CRUZADOS
A última hora de la mañana, un adolescente israelí de unos 16 años, judío ultraortodoxo estudiante de una escuela religiosa, resultó herido leve esta mañana en un apuñalamiento por parte de un palestino en Jerusalén. La Policía insiste en que se trata de un "atentado terrorista". Un joven árabe de 18 años ha sido detenido.
Más temprano, tres trabajadores de la construcción palestinos y un operario municipal beduino han sido apuñalados por un atacante judío en la ciudad de Dimona, en el sur de Israel, según fuentes oficiales citadas por los medios locales.
El primer ataque se produjo en plena calle antes de las 9.00 (hora local, una hora más que en la España peninsular) y afectó al beduino. Su agresor logró escapar y supuestamente apuñaló 45 minutos más tarde a los tres palestinos. Las cuatro víctimas han sido trasladadas a un hospital cercano en estado moderado, mientras que el presunto asaltante ha sido detenido. "Todos los árabes son terroristas", dijo el atacante a los agentes que lo interrogaron, tras confesar los hechos, informó el diario Yedioth Ahronoth.
EL MENSAJE DE NETANYAHU
"Quienes usen la violencia para romper la ley - en cualquiera de los bandos - tendrá que enfrentarse a la ley", señaló el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, en un comunicado oficial.
Anoche, en una comparecencia, reconoció que, a diferencia de la Primera y Segunda Intifada, los últimos ataques contra israelíes "no son organizados", pero "responden a la instigación de Hamás, la Autoridad Palestina y varios países de la región".
