Biden se escapa de un cierre de Gobierno por falta de presupuestos

Biden se escapa de un cierre de Gobierno por falta de presupuestos

En la medianoche del 1 de octubre se acababa el plazo para llegar a un acuerdo con los republicanos.

Joe Biden, el pasado julio en Washington, en una comparecencia sobre Afganistán. Evelyn Hockstein via Reuters

El líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, ha anunciadp que su partido llegó a un acuerdo con los republicanos para evitar el shutdown o cierre de Gobierno que iba a producirse en la medianoche del 1 de octubre. La votación para mantener financiado al Gobierno, al menos hasta diciembre, tendrá lugar este jueves en el Congreso.

Se trata de un acuerdo de última hora, mientras se acercaba la medianoche del jueves, cuando termina el año fiscal en Estados Unidos, que ha evitado una crisis importante al ya no tan nuevo presidente norteamericano. Schummer ha dicho que los republicanos aceptaron votar por separado el techo de la deuda, algo que inicialmente estaba incluido en el mismo proyecto fiscal.

El fantasma del cierre del Gobierno se apareció esta semana en Washington, en medio de las discusiones sobre el presupuesto para el siguiente año fiscal. Los demócratas intentaron resolver los dos problemas (el límite de la deuda y el presupuesto) y aprobar una sola legislación, pero el proyecto se estancó en el Senado debido a la oposición republicana e incluso de demócratas reacios respecto a la agenda económica del presidente Joe Biden, valorada en de 3,5 billones de dólares.

Para sacar adelante estas dos políticas solo con el respaldo del Partido Demócrata, Biden decidió cancelar un viaje a Chicago -en el que iba a tratar temas relacionados con el covid-19- para encerrarse a negociar con los legisladores demócratas que se oponen a su propuesta.

Una negociación de la que depende el plan de infraestructuras Build Back Better, una iniciativa económica que incluye reformas sociales, de educación y sanidad, entre otras. Su aceptación supondría una victoria política mayúscula para Biden y sus seguidores más progresistas, ya que esta agenda económica sería financiada con un aumento de los impuestos a los más ricos del país.

El presupuesto valorado en más de 3,5 billones de dólares está poniendo a prueba el control de Biden sobre su partido y la Cámara de Representantes. Y, en estos momentos, todos los ojos están puestos en dos legisladores centristas: Joe Manchin, de Virginia Occidental, y Kyrsten Sinema, de Arizona. Ambos sostienen que el propuesto es un gasto demasiado grande, aunque no han dicho públicamente qué cifra estarían dispuestos a aceptar.

Los dos demócratas dubitativos se reunieron el martes 28 de septiembre con el mandatario, pero de momento no hay un resolución oficial.

“El presidente consideró que fue constructivo, que se avanzó, que se llegó a un acuerdo, que estamos en un momento crucial”, dijo Jen Psaki, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, sobre la reunión del martes.

Techo de deuda suspendido

La Cámara de Representantes de EEUU, de mayoría demócrata, aprobó esta pasada noche un proyecto de ley para suspender el techo de endeudamiento y evitar que el país incurra en una suspensión de pagos de la deuda nacional el 18 de octubre. La iniciativa recibió el apoyo de 219 legisladores, mientras que 212 votaron en contra.

Antes de la votación, la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, estuvo intentando unir a su partido y acallar una rebelión que había surgido en el ala centrista.

En una carta dirigida a sus correligionarios, Pelosi consideró que aprobar una suspensión del techo de endeudamiento es una cuestión de “patriotismo” y urgió a su partido a actuar rápidamente para evitar una suspensión de pagos, lo que podría desestabilizar los mercados globales.

Legisladores centristas habían amenazado con votar en contra de la iniciativa al considerar que se trataba de un mero gesto político de los demócratas para avergonzar a los republicanos y sin probabilidades de ser aprobado.

Sin embargo, la mayoría de los centristas acabaron cediendo y votando a favor de la ley. Solo dos demócratas votaron en contra: Kurt Schrader de Oregón y Jared Golden de Maine. El republicano Adam Kinzinger, de ideología moderada, rompió filas con su partido y votó a favor.