Petrodólares y mucho más, las claves de cómo el fútbol inglés ha reventado el mercado

Petrodólares y mucho más, las claves de cómo el fútbol inglés ha reventado el mercado

Lluvia de millones en una liga tomada por grandes fortunas pero con características propias que le hacen poder rascarse el bolsillo en un momento crítico para muchos otros clubes.

El jeque emiratí Mansour bin Zayed Al Nahyan, propietario del Manchester City, saluda a su entrenador, Pep Guardiola en una imagen de archivoVictoria Haydn via Getty Images

Casemiro, 70; Fofana, 80; Cucurella, 65; Darwin Núñez, 75; Antony 95;  Haaland, 60... Millonadas por cracks y por muchos otros que no lo son. Así hasta 2.100 ‘kilos’. Inglaterra ha tirado de cartera a lo grande en uno de los veranos más derrochadores que se recuerdan en el fútbol mundial. A la Premier League no le duele el bolsillo en un momento crítico para las economías familiares, empresariales y también para buena parte de los clubes de fútbol. En España el gasto no llega a los 500 millones de inversión, cifra parecida al mercado de la Bundesliga alemana, mientras Italia se mueve en torno a los 700.

Los efectos de la pandemia y una inflación sin control amenazan la viabilidad de tótems como el Barcelona (pese a sus ‘milagrosas’ palancas para ingresar dinero de urgencia), aunque parece que no afectan en las islas. De un tiempo a esta parte, el fútbol inglés se ha hecho amo y señor de los grandes movimientos del mercado. Clubes como el Manchester United, el City, el Liverpool o el Newcastle han saltado la banca. Tras el cierre del mercado de fichajes, la pregunta es necesaria: ¿de dónde sale todo este dinero?

Son los petrodólares, pero también otros factores los que han hecho del país creador del fútbol el actual dominador de las cuentas. Lo explica Plácido Rodríguez, director de la Fundación Observatorio Económico del Deporte (FOED), catedrático de la Universidad de Oviedo y expresidente del Sporting de Gijón. “El poder inglés no viene principalmente por la estructura de propiedad, que conste, sino por su estructura de negocio, en el reparto de derechos televisivos, mucho más pareja que en España y en la fuerza de sus estadios llenos”.

El Newcastle, que acaba de soltar 70 kilos por el delantero Isak, ex de la Real Sociedad, es el último de los clubs en sumarse al dinero árabe, bajo la protección de Arabia Saudí. Se suma al City de Guardiola, club-estado propiedad de Emiratos Árabes. También gracias al crudo, pero no árabe, el Manchester United está tirando de talonario gracias a la familia estadounidense Glazer. Pero más allá del petróleo, la lista de magnates propietarios es inmensa.

Hasta hace muy poco, el último de la 'Premier League' ingresaba más por derechos de televisión que el tercero español, el Atlético
Plácido Rodríguez, director de la Fundación Observatorio Económico del Deporte (FOED)

“Esto tiene que ver con la filosofía de las ligas. La inglesa siempre fue más permeable a entrada de capital extranjero, porque allí son sociedades mercantiles y no deportivas. El problema es que cuando surgió el negocio, los grandes capitales nacionales no quisieron invertir y aprovecharon la ocasión fortunas EEUU, Rusia... y ahora han entrado los jeques”, explica el experto.

Un modelo comercial que choca con los grandes españoles, como Real Madrid o Barcelona, así como históricos como Athletic u Osasuna, que “pertenecen a sus socios porque no son sociedades anónimas”. Para el director del FOED, en España la compra de clubes es “algo anecdótico, con casos como Valencia o Espanyol”. Y, apunta, un cambio de identidad a estas alturas es imposible, ni siquiera en un Barça arruinado y sustentado por la fuerza de su marca. “Sería una hecatombe para el club... y para quien lo proponga”.

Lo del fútbol british es más que eso, apunta el periodista de Atresmedia Antonio Esteva. “Reino Unido siempre juega a dos barajas, ya no están bajo el radar de la UE y manejan sus propias reglas, también en el fútbol. Entre ellas, un concepto propio del fair play financiero sin que nadie meta mano”. “Habría que desentramar esa ingeniera para entender bien de dónde viene todo, más allá del montante fundamental de los derechos de TV y de que han sabido asociarse con partners como ninguna otra liga ha logrado”, cuenta el habitual narrador del fútbol español y europeo.

Reino Unido siempre juega a dos barajas, ya no están bajo el radar de la UE y manejan sus propias reglas, también en el fútbol
Antonio Esteva, periodista de Atresmedia

Admite lo visionario del modelo de negocio en la Premier, con una idea “tan sencilla como pasear su trofeo físicamente por Asia les reporte un dineral y sirve para globalizar más su marca... Se lo han currado más y mejor que nadie”.

Esteva también se adentra en la ‘locura’ de las cifras, en fichajes medianos pagados a precios de superestrellas. “Es un mercado inflado por varias razones: hay mucho dinero y muchos clubes enriquecidos, no hay tantos buenos jugadores propios, de la casa, y eso obliga a buscar fuera y, además, pueden imponer su poderío financiero. Una especie de ‘me lo puedo permitir y si sale mal ya recuperaré la inversión por otro lado’”. Ese dominio se evidencia en el estudio de Transfermarkt sobre los diez conjuntos con mayor valor de mercado (que no deportivo). Inglaterra arrasa.

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Los derechos de televisión, la gran tarta que sí saben repartir

Plácido Rodríguez pone de relieve las diferencias entre las dos grandes ligas europeas, la inglesa y la española. “Aquí, hasta 2016 había un reparto tan injusto que daba una proporción de 15-1 para Madrid y Barça frente a los últimos. Si el colista se llevaba 10 millones, los grandes ganaban 150. Esto en Inglaterra es inasumible. La diferencia entre el primero y el último del reparto no es ni del doble”.

Con el último proyecto de LaLiga el reparto tiende a seguir la fórmula inglesa, como recoge el diario AS. Pero han sido muchos años de desigualdad, hasta límites tan llamativos como el que recuerda Plácido Rodríguez: “Hubo tiempos en los que el último inglés ingresaba más por televisión que el tercero español, ponte que el Atlético”. “Y ahora imagínate que un Leganés, un Levante... reciben 100 millones extra por tv, entonces sí van a poder competir por jugadores que les están siendo imposibles. En ese contexto es normal que equipos de media tabla en las islas asalten el mercado por encima del Sevilla, el Valencia, el Villarreal...”. Solo hay que mirar la tabla de fichajes, un recién ascendido como el Nottingham Forest se acaba de dejar 157 millones; en comparación, el Almería lleva 19.

“Es que ya no solo hablamos de los grandes clubes o de los históricos, hoy un club mediano de la Premier te puede quitar una estrella”, añade Esteva al respecto de esta idea. “Podemos adelantar que LaLiga y otras competiciones nacionales van a seguir a la estela de Inglaterra durante años. Hay crisis, pero para unos más que para otros. Ahora empieza a verse que cuando Florentino habló de la Superliga —un proyecto de gran competición europea semicerrada con la presencia los grandes equipos fijos y que podría retormarse más abierta ahora— la idea no estaba tan mal tirada”, remata.

La burbuja por explotar

Sale en la conversación un término habitual en el balompié. ¿Esto es una ‘burbuja’ y se va a pinchar? El director de la FOED no lo ve tan claro: “Ellos tienen la ventaja de ser los primeros en haber hecho la expansión internacional a EEUU, China...”. España, añade, ya va tarde, aunque esté en plena carrera por asentarse en el mercado chino y cuente con la fuerza del sudamericano. “LaLiga tiene una situación complicada, le toca recuperar terreno y es una cuestión a medio plazo, no se va a resolver hoy”.

“Llegará el día en el que esto no sea sostenible, imposible saber si en un año, tres o cuándo. Pero la vida son ciclos y yo digo que el fútbol es la vida en 90 minutos, así que algún día esto caerá”, reflexiona Esteva. Pone sobre la mesa el aspecto financiero pero también un componente más sentimental. Considera que la carrera por dominar el mercado comenzará a frenarse “cuando los clubes vean que no es tan buena idea fichar constantemente del extranjero”. “En Inglaterra hay una querencia muy fuerte al barrio, con la identificación de lo propio”. Si los resultados deportivos de esta apuesta económica no acompañan, augura un nuevo panorama.