Con Casado sería peor

Esta crisis está siendo dura, muy dura para muchas familias, trabajadores, pymes y autónomos, pero sin duda hubiese sido mucho más dura con un Gobierno de derechas y con Pablo Casado como Presidente.

El Gobierno de Pedro Sánchez desde el primer minuto movilizó todos los recursos para ayudar a la gente, para que nadie se quedase atrás. Han sido 16.000 millones para el Fondo COVID destinado a las comunidades autónomas fundamentalmente para sanidad y educación, además de 300 millones del fondo social extraordinario. A ello, se suman 11.677 millones para ERTE, 4.924 millones para la protección de autónomos. Sin olvidar las 581.000 empresas que han sido avaladas con más de 87.000 millones de fondos del Instituto de Crédito Oficial (ICO).

Con Mariano Rajoy como presidente hubo otra crisis, donde muchas familias también lo pasaron mal. Protegieron a los bancos, pero se olvidaron de las personas. No hubo hubo ERTE, ni ayuda para autónomos, aunque si se aprobó una reforma laboral que machacó a los trabajadores, le recortó derechos y les bajó salarios. Disminuyeron el presupuesto de sanidad, educación y dependencia, sin olvidar los 400.000 desahucios que hubo en nuestro país.

Otra buena muestra de la diferencia es que con el actual Gobierno progresista en España se ha protegido al 30% de la población activa en España, una cifra superior a la media europea, que es del 25%. Actualmente hay 3.101.690 beneficiarios de prestaciones por desempleo. Entre ellos destacan los 1.959.322 que perciben una prestación contributiva y los 836.016 que cobran subsidio por desempleo.

La demagogia de Casado de que se puede hacer más, contrasta con el recorte del 41% en la protección por desempleo que llevó a cabo Rajoy. La partida para protección por desempleo pasó de casi 30.000 millones en 2011 a menos de 18.000 en 2018. Este descenso no fue atribuible a la creación de empleo, sino al endurecimiento de las prestaciones. Como consecuencia de esto último, el porcentaje de parados que recibieron algún tipo de ayuda descendió de forma muy significativa y continuada.

En 2011, la tasa de cobertura era del 70,7% y en 2017 sólo era del 58,2%. Una brutalidad que dejó tirados a miles y miles de parados en España. Además, la cuantía de esas ayudas se redujo también. Pasando de 852 euros de media mensual en 2011 a 804 euros en 2017 en el caso de las contributivas.

Con el descubrimiento de la vacuna se empieza por fin a ver luz al final del túnel. Este Gobierno ya ha repartido más de 4,5 millones de dosis a las comunidades y esperemos que pronto podamos acabar con el maldito virus.

Ahora resta una fase no menos complicada que es la de la reconstrucción de nuestro país. Ahí van a jugar un papel fundamental los fondos europeos. No está mal recordar el trabajo realizado por Sánchez para conseguir miles de millones de euros de Europa. El esfuerzo para que España fuese el segundo país que más dinero recibirá por detrás de Italia.

Casado por el contrario trabajó en Europa para que no llegasen fondos a España, ha recurrido al Tribunal Constitucional el decreto que regula los fondos y ahora enfrenta a las comunidades y a estas con los Ayuntamientos por el reparto de las ayudas. Sigue en la teoría Montoro.

Con Casado hoy no habría ni ERTE, ni paro para los autónomos, ni se habría aumentado la cobertura por desempleo para miles de trabajadores en nuestro país. El PP gobernó y recortó. Mientras el actual Gobierno progresista demuestra día a día su trabajo para que nadie se quede atrás, por eso protege más que nunca a trabajadores y familias hasta que podamos salir de esta crisis, que será muy pronto.