Limitan la compra de la "pastilla del día después" en farmacias de EEUU
La alta demanda se produce tras el fallo histórico del Tribunal Supremo, que ha devuelto a los estados la potestad de legislar o prohibir la interrupción del embarazo.
Algunas cadenas de farmacias populares en Estados Unidos han limitado la compra de productos de contracepción de emergencia, conocidos comúnmente como la “pastilla del día después”, debido a la alta demanda que se ha generado tras el veto federal del derecho al aborto dictado por el Tribunal Supremo.
El producto, que se puede encontrar fácilmente con el nombre comercial de “Plan B” y comprar por unos 50 dólares sin receta médica, ha sido restringido a tres unidades por cliente en Rite Aid, que tiene 2.500 farmacias en EEUU, “debido al incremento de la demanda”, ha dicho una portavoz por correo.
En las farmacias CVS, unas 9.900 en todo el país, se ha registrado un “incremento agudo en las ventas” de este producto inmediatamente después del dictamen del Supremo, el pasado viernes, y se ha implementado un “límite temporal para asegurar un acceso equitativo” que durará hasta este miércoles, ha señalado un representante.
“Las ventas han vuelto a la normalidad y estamos en el proceso de levantar los límites a la compra, lo que tendrá efecto en las tiendas y en CVS.com en las próximas 24 horas. Seguimos teniendo un gran suministro de contracepción de emergencia para cubrir las necesidades de los clientes”, ha agregado.
Mientras tanto, un portavoz de Walgreens, otra cadena que tiene unas 9.000 farmacias, ha afirmado que de momento no ha puesto impedimentos a su compra.
“Walgreens aún puede responder a la demanda en las tiendas (...), o la recogida en la puerta. En este momento, estamos trabajando en reponer el inventario online para los envíos a casa”, ha añadido una portavoz por correo.
No es un método abortivo
La contracepción de emergencia no es un método abortivo, sino que reduce la probabilidad de embarazo tras unas relaciones sexuales sin protección, algo que puede ocurrir voluntaria o involuntariamente, cuando fallan métodos de contracepción habituales, como la píldora de control de natalidad o el preservativo.
La alta demanda se ha producido tras el fallo histórico del Tribunal Supremo de EEUU, el pasado viernes, que ha devuelto a los estados la potestad de legislar o prohibir la interrupción del embarazo, lo que ha desembocado en numerosos estados que ya han ilegalizado o estudian prohibir pronto esa práctica.
