Con las turbulencias políticas y diplomáticas en el mundo, la OTAN debe prepararse para proteger el mar Mediterráneo. Esta es la opinión de Gonzalo Vázquez, investigador asociado de la Escuela Superior de Guerra Naval, quien dice que a diferencia de muchos aliados, España no cuenta actualmente con un servicio de guardacostas especializado para proteger sus aguas. "Los servicios actuales carecen de un mando unificado, y a menudo, están mal equipados para desempeñar sus funciones con eficacia".

En declaraciones al medio Cimsec, el experto asegura desde el comienzo de la guerra de Ucrania, la Alianza centra su atención en su flanco oriental y en el mar Báltico, donde se han producido ataques contra infraestructuras submarinas. Y, a pesar de recibir menos atención, "el panorama de la seguridad en la región mediterránea también está experimentando una transformación significativa".

En este sentido, "el Mediterráneo ha vuelto a rugir como una masa de agua en disputa". Entre los retos de seguridad "más acuciantes" para la Marina española se encuentran: la protección de las infraestructuras submarinas críticas, y especialmente en el sur, la prevención de los flujos migratorios y el contrabando de drogas y armas.

A esto se le suma la amenaza que representa la llamada Flota Oscura rusa. Estos "buques participaron en operaciones ilegales para evitar sanciones al tratar de eludir varios aspectos de la regulación marítima y las disposiciones para seguros". "España es muy vulnerable a los desastres medioambientales dado el alto tráfico de buques de la flota en sus costas". 

El investigador opina que, en España, una de las naciones más marítimas de toda Europa, "las élites políticas han descuidado tradicionalmente esta predisposición en favor de una mentalidad continental muy contradictoria, lo que les impide aprovechar todas las oportunidades que el mar podría proporcionar a su prosperidad".

La publicación reitera que en las costas nacionales, la "variedad de actores e instituciones" encargadas de proteger las aguas supone "un despilfarro de esfuerzos y recursos que, de otro modo, podrían gestionarse de una manera mucho más eficiente y eficaz". De este modo, a día de hoy, la Armada se encarga de la vigilancia y seguridad de todos los espacios marítimos, mientras que el Servicio de Guardia Civil Marítima "hace lo propio" en materia judicial y administrativa.

"España debería explorar la creación de una Guardia Costera con un modelo similar al de Estados Unidos", asevera Vázquez en el medio. Una opinión que comparte con Francisco Romero, que cree que una institución de este tipo debería colocarse  bajo en mando operativo de la Armada. 

La fundación de este cuerpo marítimo "permitiría una mayor interoperabilidad entre los servicios de guardacostas aliados en el flanco sur de la OTAN. Esto, a su vez, beneficiaría a la Alianza al apoyar operaciones policiales como la Operación Esfuerzo Activo (OAE)". Este último ha proporcionado, desde su creación en 2016, una presencia significativa a lo largo del flanco Sur de la Alianza.