Un grupo de opositores rusos ha incendiado un avión Su-30SM en la ciudad de Rostov del Don, cerca de la frontera con Ucrania. La aeronave estaba valorada en 50 millones de dólares (44 millones de euros) y no tiene posibilidad de salvarse.

Según publica el medio Defense Express, el avión ha sido destruido en un "presunto acto de sabotaje", en la base aérea de esta localidad rusa, lo que "pone de manifiesto la creciente oposición interna al régimen de Vladímir Putin". "Valorada en unos 50 millones de dólares, la pérdida del avión Su-30SM representa un importante revés material y simbólico para las Fuerzas Armadas de Rusia".

De acuerdo a la información difundida, los medios rusos han permanecido en silencio. Ha sido la Inteligencia de Defensa de Ucrania la que confirmó la destrucción y la atribuyó a una ola más amplia de resistencia interna que crece dentro del territorio ruso. Concretamente, "Una creciente marea de individuos y grupos dispuestos a resistir al Kremlin desde dentro".

"La escala de las fuerzas listas para resistir al Kremlin y participar en la desmilitarización del estado agresor está aumentando constantemente", tal y como informan las fuentes de la Inteligencia ucraniana al digital. 

Rostov del Don es "un centro estratégico clave para la logística militar y las operaciones de mando de Rusia, en particular, para su distrito militar del sur, que está muy involucrado en operaciones contra Ucrania". Un ataque exitoso a esta base, "no sólo es tácticamente dañino, sino también políticamente simbólico, lo que ilustra en el corazón de Rusia, la resistencia echando raíces".