El puente sobre el estrecho que intenta superar al de España y Marruecos se tambalea

El puente que uniría Sicilia con la Península Itálica sigue siendo un anhelo. El gobierno de Giorgia Meloni relanzó por decreto el inicio de las obras del nuevo puente hace unos meses, con una partida inicial de 10.000 millones de euros.

Según publica el medio Webuild, el puente conectará la isla de Sicilia con la ciudad de Calabria en el punto más cercano de las dos orillas, con una estructura que construirá el centro de un sistema de infraestructura integrado. 

Aun así, los alcaldes de ambas ciudades mantienen una posición escéptica. Según Giusy Caminiti, alcalde de la ciudad de Calabria, "los 800 documentos" que la empresa Stretto di Messina presentó en el Ministerio de Medio Ambiente tiene "un pobre grado de análisis de profundidad, y no aborda todos los aspectos de viabilidad de las obras".

"Queremos proteger la ciudad y a sus habitantes, porque hoy estamos llamados a expresarnos en documentos de planificación, no en hipótesis de desarrollo del transporte y del crecimiento económico", ha asegurado el político en declaraciones al diario italiano Il Sore 24 Italia.

Su homólogo siciliano, coincide en que la empresa encargada del proyecto "ha propuesto soluciones mayoritariamente descriptivas, no representadas en términos de diseño, ni en términos técnicos ni de viabilidad".

Mientras tanto, Stretto di Messina acaba de firmar un acuerdo de subvención con Cinea (Agencia Ejecutiva de Clima, Infraestructura y Medio Ambiente de la Comisión Europea) para la cofinanciación de los costes del diseño del puente, junto con el gobierno italiano.

Las obras aún no se han iniciado, y los vecinos de ambas localidades italianas reclaman más transparencia en los detalles del proyecto, y según el medio italiano, más información sobre los posibles impactos al entorno natural del estrecho de Messina.