España lidera la 'copia' del azote naval de Ucrania

Si algo ha quedado claro desde el inicio de la invasión rusa sobre Ucrania es que ese forzoso campo de batalla se ha convertido en el gran campo de pruebas de las guerras modernas. Desde poner a prueba el cuestionado potencial de los tanques a buscar alternativas viables y asequibles para que las explosiones no resuenen solo en territorio ucranio y recuerden en suelo ruso quién está haciendo esta guerra.

Precisamente, es en el último ejemplo donde la contienda ucraniana está cambiando las reglas y hábitos bélicos. Hablamos, sin duda alguna, de los denominados 'drones kamikaze' que han supuesto una revolución al reemplazar a armas determinantes como los javelin, por un explosivo teledirigido con gran capacidad visual sobre el terreno y extremadamente barato en relación con los objetivos que puede destruir. Mas no ha ocurrido solo en el aire, también está pasando en el agua. Y España ha tomado nota.

Así lo recoge El Confidencial en un reportaje en el que apunta a la estrategia iniciada por el Ejército ucraniano para enviar drones marítimos a golpear puntos estratégicos de la flota rusa, con la anexionada ilegalmente península de Crimea como gran diana. Se trata de las lanchas autómatas de la 385 Brigada Separada de la Armada ucraniana como la que el pasado agosto provocó que el buque ruso Olenegorsky Gornyak no vuelva a navegar nunca más.

El proyecto europeo con protagonismo español

El éxito de estas incursiones que se producen desde el pasado año en aguas del mar Negro ha adquirido una relevancia especial este estío. Tanto que el propio presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, anunciaba la creación de dicha unidad especial. Europa y de forma más concreta España, han entendido el potencial y ya han tomado cartas en el asunto mediante el programa Swat-Shoal, un macroproyecto que conforma una alianza de 20 empresas e instituciones de 11 países y en el que España tiene un papel clave. Están liderados por Navantia, empresa nacional 100% pública.

Con hasta 25 millones de euros del Fondos Europeo de Defensa, la gran meta es la de conformar un sistema de sistemas que permita controlar enjambres y equipos de vehículos submarinos tripulados y no tripulados. Una forma de operar que se ha demostrado muy eficaz tanto en el plano aéreo, como en el marítimo, con las incursiones en las que Ucrania envía varias de estas lanchas autómatas aguardando que alguna esquive el fuego de respuesta ruso y dé en el blanco.

De esta forma se establecería un enjambre que podría actuar de forma automática en tareas de vigilancia, pero también en un modo escuadrón en el que se combinarían drones marinos autómatas con otros que no para misiones que requieran mayor precisión.