Gaza e Israel, la esperanza se abre paso con el cese del fuego y el retorno de rehenes
Este domingo entra en vigor la tregua de 60 días pactadas por Tel Aviv y Hamás, un acuerdo precario y desconfiado, por fases, con el que se ponen en pausa 15 meses de asedio a la franja palestina. No arreglará el conflicto de fondo, pero permite vivir.

Un joven toma la mano de su hermana, tirada en el suelo de un hospital, inmóvil, cubierta de polvo y sangre. "Hala, vamos, la guerra ha acabado. Despierta, Hala". Hala, una adolescente asesinada por un bombardeo de Israel en su casa de Al Daraj (Gaza) el 16 de enero de 2025, ya no podía escuchar las celebraciones en las calles sin electricidad, no podía ver las banderas palestinas sacadas de entre los ripios para gritar la alegría por el acuerdo de alto el fuego pactado entre Hamás el Israel el pasado miércoles.
Desde entonces, se calcula que son cerca de 150 los palestinos que han muerto en ataques del Ejército de Tel Aviv, en un sprint final de horror, apurando las últimas horas antes de que las armas callen. Este domingo ya no más... al menos durante 60 días. La primera fase del acuerdo alcanzado entre el Gobierno de Benjamin Netanyahu y la milicia palestina tras 15 meses de ofensiva supone, al fin, una pausa en la guerra, aunque sea temporal y no definitiva por ahora, la liberación de los rehenes israelíes retenidos en Gaza y de cientos de prisioneros palestinos bajo custodia israelí. Hamás ha resumido en pocas palabras por qué este tenía que ser ya el momento de actuar: "el deber ahora es poner fin al asedio de Gaza, dar ayuda y refugio".
A pesar del aviso de este sábado de Netanyahu, que ha amenazado con romper el acuerdo si Hamás no comparte la lista de los 33 rehenes que deben ser liberados en la primera fase de la tregua, está previsto que esta comience este 19 de enero a las 8:30 horas de la mañana, hora de Gaza (una hora menos en la España peninsular). Se calcula que entre dos horas y dos horas y media más tarde ya se podría proceder a la liberación de los primeros rehenes, aunque esta hora está muy abierta por ahora. La presidenta del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Mirjana Spoljaric, ha confirmado la disposición de su entidad a ayudar a implementar el acuerdo alcanzado, como ya hizo en 2023, facilitando tanto la salida de los rehenes como la liberación de los presos. Ningún preso palestino saldrá de su celda antes de este domingo a las 15.00 horas locales, ha indicado el Ejecutivo de Tel Aviv.
La esperanza disparada de los festejos, de la franja palestina a Tel Aviv, es la lógica cuando se acumulan ya 46.700 palestinos asesinados en Gaza, unos 100.00 heridos (muchos de ellos, severamente mutilados), más los 1.200 israelíes que perdieron la vida a manos de los milicianos islamistas en la cadena de ataques del 7 de octubre de 2023.
Sin embargo, el realismo se impone al entusiasmo: estamos ante un acuerdo frágil, firmado entre partes muy enconadas, que apenas abre una ventana en mitad de una guerra que puede retomarse en cualquier momento y que, desde luego, no resuelve el problema de fondo: el conflicto palestino-israelí, viejo de 1947 al menos.
El acuerdo no es nuevo, es el segundo alto el fuego desde que comenzó la guerra. El primer alto el fuego, en noviembre de 2023, duró aproximadamente una semana. Esa losa pesa, porque ya hubo ilusiones antes. En ese período, 105 rehenes retenidos por Hamás, principalmente mujeres, niños y ancianos , fueron liberados, mientras que Israel liberó a unos 240 prisioneros palestinos de cárceles israelíes .
El actual documento de alto el fuego está previsto que avance en tres fases distintas. Se espera que la primera, la que arranca este domingo, dure seis semanas. Esta etapa incluirá un alto el fuego inmediato por parte de las Fuerzas Armadas de Israel y de las milicias armadas palestinas de Gaza, además de una retirada parcial y paulatina de las tropas israelíes, un intercambio de rehenes inicial y también de prisioneros palestinos y la entrada de un flujo inicial de ayuda humanitaria a la franja, de unos 600 camiones diarios. Antes de esta crisis, entraban 500 y ya eran insuficientes. Los rehenes estadounidenses retenidos en Gaza serán liberados en esa primera fase, confirmó el miércoles el aún presidente estadounidense, Joe Biden.
La segunda y tercera fases están menos desarrolladas y los detalles se decidirán durante la primera fase, aseguró el primer ministro qatarí, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, en una reunión informativa el miércoles, al anunciar que había acuerdo, una confirmación que pasó por turbulencias el jueves, cuando el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, acusó a Hamás de intentar alterar el texto y que retrasó la aprobación formal del pacto por el propio Ejecutivo de Tel Aviv, el viernes.
"Seguiremos haciendo todo lo que podamos, todo lo que podamos junto con nuestros socios, para garantizar que este acuerdo se implemente tal como está acordado", dijo Al Thani, señalando que los mediadores habían pasado 411 días trabajando en los términos del acuerdo. "Y este acuerdo nos traerá la paz, esperemos, al final. Creo que todo depende de que las partes del acuerdo actúen de buena fe para garantizar que no se produzca un colapso del mismo", añadió.
Hamás calificó el acuerdo como un "momento decisivo", que evidencia que no ha podido ser vencido en 15 meses por uno de los mayores ejércitos del planeta. En Israel, pese a que el texto ha superado tanto la votación del gabinete de crisis como del propio Gobierno, se espera que este domingo haya un cisma en la coalición de Netanyahu. Hasta ocho ministros votaron no al pacto: David Amsalem y Amichai Chikli, del partido Likud; Itamar Ben Gvir, Yitzhak Wasserlauf y Amichai Eliyahu, de Poder Judío, y Bezalel Smotrich, Orit Strock y Ofir Sofer, del Partido del Sionismo Religioso. Este domingo se espera que la mayoría de ellos dimita.
Poder Judío tiene seis escaños en el Parlamento (Knesset) Kneset) de 120 escaños y, si sus ministros dimiten, como han prometido, reduciría la mayoría parlamentaria del Ejecutivo a una exigua mayoría de 62, frente a los 68 que tiene ahora. Ben-Gvir dijo el jueves que su partido se ofrecería a reincorporarse al Gobierno si éste reanuda en algún momento la guerra. Smotrich, cuyo partido tiene siete escaños, ha amenazado también con abandonar el gabinete más adelante si Netanyahu pasa de la primera fase del acuerdo de alto al fuego, que es inminente.

Alto el fuego, retirada israelí y ayuda
El acuerdo de alto el fuego proporcionaría el primer alivio de la guerra para el pueblo de Gaza en más de un año, cuando la situación humanitaria ya escapa a las palabras, y sólo el segundo desde que comenzaron los bombardeos israelíes.
El ejército israelí comenzaría a retirarse de los centros de población durante la primera fase -incluyendo algunos puntos del norte, algo que escocía especialmente a la ultraderecha-, pero permanecería a lo largo de la frontera entre Gaza y Egipto, conocida como el Corredor Filadelfia. Por el paso de Rafah, en esa frontera, es por donde se espera que entre la primera ayuda humanitaria.
Israel también mantendría una zona de contención dentro de Gaza a lo largo de la frontera con Israel, como medida de "protección" de sus comunidades más cercanas, que fueron severamente atacadas en los atentados del 7-O, y cuyo tamaño ha sido uno de los puntos de fricción finales en las negociaciones.
Se espera que el acuerdo permita a los civiles palestinos regresar a sus hogares en toda Gaza, incluso en el devastado norte. Habrá una afluencia masiva de ayuda humanitaria a la Franja, donde los residentes enfrentan desde hace tiempo condiciones humanitarias terribles, dijo Al Thani.
A los heridos de Gaza también se les permitirá salir del enclave para recibir tratamiento, mientras que se permitirá el ingreso de ayuda a la Franja y los hospitales y panaderías están siendo reparados, dijo.
¿Qué rehenes y prisioneros serán liberados?
Como parte de esa primera fase, Hamás y sus grupos militantes aliados tendrán que liberar a 33 rehenes, incluidos mujeres soldados, niños y varones ancianos y enfermos, según Qatar. A cambio, saldrán 735 prisioneros y detenidos palestinos, cuyos nombres se dieron a conocer el viernes por la noche, generando sentimientos encontrados entre los beneficiarios y los que tendrán que esperar.
Se espera que tres rehenes civiles israelíes, tres mujeres, sean liberadas el primer día del alto el fuego y luego, el séptimo día, el Movimiento de Resistencia Islámica tiene previsto liberar a cuatro más, según un documento compartido por el alto funcionario de Hamás, Bassem Naim, en canales de mensajería instantánea. Posteriormente, "Hamás liberará a tres detenidos israelíes cada siete días, empezando por las mujeres (civiles y soldados)", afirma el documento.
Se espera que lleguen a 25 los palestinos excarcelados en la primera tanta de liberaciones, mañana mismo.

"Durante la sexta semana, Hamás liberará a todos los detenidos restantes incluidos en esta etapa y, a cambio, Israel liberará el número acordado de prisioneros palestinos de las cárceles israelíes, basándose en listas proporcionadas por Hamás", continúa el documento.
Según se expone negro sobre blanco, Israel liberará a 1.000 prisioneros palestinos que fueron arrestados el 8 de octubre de 2023 y que no estuvieron involucrados en el ataque de Hamás contra Israel del día anterior. De los 33 rehenes que se espera que libere Hamás, nueve de ellos, que están enfermos o heridos, serán canjeados por 110 prisioneros palestinos condenados a cadena perpetua, según el texto.
Hamás y sus aliados tienen en su poder a 94 personas que fueron secuestradas en Israel el 7 de octubre de 2023. De ellas, al menos 34 están muertas, según el gobierno israelí, aunque se espera que la cifra real sea mayor. Ochenta y uno de los rehenes son hombres y 13 son mujeres. Ochenta y cuatro son de Israel, mientras que ocho son de Tailandia, uno de Nepal y uno de Tanzania. Hamás mantiene cautivos a otros cuatro rehenes desde 2014, de los cuales al menos dos están muertos, hay constatación oficial de ello.
Según la Comisión de Asuntos de los Detenidos y la Sociedad de Prisioneros Palestinos, Israel mantiene prisioneros a por lo menos 10.000 palestinos, aunque esa cifra no incluye un número desconocido de palestinos hechos prisioneros en la franja de Gaza en todos estos meses de asedio por tierra, mar y aire. La cifra de prisioneros palestinos retenidos por Israel incluye a 3.376 personas en detención administrativa, lo que significa que no han sido acusados públicamente ni juzgados, entre ellos 95 niños y 22 mujeres.
Se ha especulando mucho sobre si en la lista de liberados podrá encontrarse algún nombre significativo, el de algún líder palestino que pueda ser protagonista de una transición por venir, si se van cumpliendo las fases y se desactiva esta guerra al fin. Israel no ha cedido, al menos por ahora, pero en la lista final aparecen, por ejemplo, Jalida Jarar, una diputada palestina miembro del Frente Popular para la Liberación de Palestina, fue arrestada a finales de diciembre en Cisjordania ocupada, sin cargos hasta hoy (esto es, se desconoce por qué delitos se la quería procesar).
También se ha confirmado el nombre de Zakaria Zubeidi, uno de los líderes de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, el brazo armado de Fatah en Yenín. Zubeidi fue uno de los fugitivos de la prisión de Gilboa en 2021 y estuvo involucrado en el ataque contra el Likud, el partido de Bibi, en 2002 en el que fueron asesinadas seis personas.

Se negociarán segunda y tercera fases
La segunda y tercera fases del alto el fuego aún deben negociarse durante la primera. Esas negociaciones comenzarán el día 16 de la implementación del acuerdo, según un funcionario israelí. Es la parte más complicada, porque se esperan violaciones por ambas partes del texto, de mayor o menor gravedad, que servirán como arma arrojadiza para hacerse reproches. No son pocos los expertos que entienden que es muy posible que, pasados los primeros 42 días de tregua, se retome el conflicto, con más o menos intensidad, pero se vuelva a las andadas.
No hay garantías de que el alto el fuego continúe más allá de la primera fase del acuerdo, eso es así. Sin embargo, Israel insiste a base de fuentes anónimas en que está ansioso por "traer a todos nuestros rehenes de regreso a casa" y entablará negociaciones para la segunda fase de buena fe, que podría conducir a la retirada total de las fuerzas israelíes de Gaza. La presión de las familias y allegados y de la sociedad en general es mucha. El Israel Democracy Institute (IDI) afirma que un 57,5% de los israelíes quieren un alto el fuego definitivo, no temporal, para poder recuperar a todos los secuestrados y recuperar los cuerpos de los que murieron.
También los familiares de los 98 rehenes aún en Gaza hicieron ayer un "llamamiento urgente" a Netanyahu para que garantice la implementación de todas las fases del acuerdo, libere a todos los cautivos y se abstenga de reanudar la guerra pasados 42 días. "Nosotros, las familias de los 98 rehenes, damos la bienvenida al acuerdo destinado a traer a todos los rehenes a casa. Esto representa un avance significativo y crucial que nos acerca al momento en que veremos a todos los rehenes regresar a casa", dijo el Foro de Familiares de Rehenes y Desaparecidos. "Hacemos un llamado urgente para que se tomen medidas rápidas que garanticen todas las fases del acuerdo, y enfatizamos que las negociaciones para las próximas fases deben comenzar antes del día 16", añadió.
Joe Biden dijo que la segunda y tercera fases incluirán la liberación de más rehenes y el comienzo de la reconstrucción de Gaza. "Cuando comience la segunda fase, habrá un intercambio por la liberación de los rehenes vivos restantes, incluidos los soldados varones, y todas las fuerzas israelíes restantes se retirarán de Gaza, y el alto el fuego temporal se convertirá en permanente", indicó.
"Y finalmente, en la tercera fase, los restos de los rehenes que hayan sido asesinados serán devueltos a sus familias y se iniciará un importante plan de reconstrucción para Gaza", añadió.
El qatarí Al Thani dijo que Estados Unidos, Egipto y Qatar han puesto en marcha un mecanismo para garantizar que ninguna de las partes rompa el alto el fuego. "Se colocará en El Cairo y el seguimiento lo realizará un equipo conjunto de los tres países que supervisará la implementación del acuerdo (...). Todo está acordado y, con suerte, estará listo el día de la ejecución", garantizó.
Entiende, ante los agoreros, que este acuerdo de alto el fuego era diferente del de noviembre de 2023, que duró solo una semana. "Desafortunadamente, el acuerdo de noviembre fue muy transaccional, así que fue como un día a día", explicó. "Pero este acuerdo tiene un mecanismo claro para los primeros 42 días, y hay un mecanismo claro para negociar las fases dos y tres, y todos los detalles de los acuerdos se publicarán en los próximos días una vez que se hayan ultimado los detalles".
Todo lo pendiente
Incluso si esas etapas se van cumpliendo, aumentando la supervivencia y asistencia a los civiles implicados, el escenario es de absoluta emergencia. Eso es insoslayable. Las necesidades humanitarias, psicológicas y médicas en Gaza son "infinitas", como las califica Médicos Sin Fronteras (MSF). "Israel debe poner fin de inmediato al bloqueo de Gaza y garantizar un aumento masivo de la ayuda humanitaria hacia la Franja y a través de ella para que cientos de miles de personas en condiciones desesperadas puedan comenzar su largo camino hacia la recuperación", reclama la ONG.
"Las necesidades humanitarias han alcanzado niveles catastróficos; cubrir incluso una fracción de estas necesidades solamente será posible mediante un aumento rápido y masivo de la ayuda humanitaria global hacia y dentro de la Franja", añade MSF en un comunicado.

Las cifras hablan por sí solas: el Ministerio de Sanidad de Gaza habla de 46.788 asesinados, cifra que no distingue entre combatientes y civiles, unos 100 muertos por día. La ONU confirma que más de 85% de ellos son gazatíes inocentes. Más de la mitad de los muertos eran mujeres y niños. También hay entre ellos al menos 163 periodistas y hasta 333 empleados de las agencias de la ONU y trabajadores humanitarios, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas. Pero la cifra podría no representar la realidad. Según un comunicado de ese ministerio publicado en Facebook, su cifra incluye únicamente a las víctimas trasladadas a hospitales de la Franja. Hay muchos muertos que no llegan, obviamente, a los centros sanitarios.
Y además se sabe de miles que están "bajo los escombros y tiradas en las calles, dado que las ambulancias y los equipos de Protección Civil no pueden llegar a ellas". ONG internacionales con personal colaborador en la zona coinciden en que, al final -si esto llega al final-, las cuentas llegarán a los 10.000 muertos. Una investigación de la Escuela Londinense de Higiene y Medicina Tropical, publicado por la revista científica The Lancet, asegura este mes que el número de fallecidos en Gaza por los bombardeos de Israel podría ser un 41% mayor de lo calculado por Hamás. El estudio cifra en 64.260 las muertes de gazatíes entre el 7 de octubre de 2023 y el 30 de junio de 2024, 26.383 más que las 37.877 registradas por las autoridades palestinas en ese periodo. Fuera de la investigación quedan seis meses de guerra. La cifra de los 100.000 es, por tanto, realista.
El conflicto ha provocado el desplazamiento de dos millones de personas de las 2,3 que residían en Gaza antes de la operación de Israel, han dañado también casi el 60% de los edificios en toda la franja, siendo la Ciudad de Gaza la que ha sufrido la peor destrucción, según expertos del Centro de Graduados de CUNY y la Universidad Estatal de Oregón que han analizado datos satelitales. La ONU estima que los edificios dañados incluyen más del 90% de las unidades residenciales en este territorio palestino, con 160.000 destruidas y otras 276.000 parcialmente o muy dañadas. También se han dañado los puntos esenciales de cuidados: la Organización Mundial de la Salud (OMS) de la ONU dice que sólo 18 de los 36 hospitales siguen funcionando parcialmente, a los que se suman 11 hospitales de campaña.
En agosto, la ONU cifró que más de 1,2 millones de personas se refugiaban en Al Mawasi, una zona que carecía de inicio y aún hoy carece de infraestructura crítica y servicios básicos y que ha aumentado en tamaño de unos 7 kilómetros cuadrados al principio a 72 en la actualidad. Pese a la etiqueta de "segura" que le había puesto el Ejército de Israel, Mawasi ha sido repetidamente atacada por Tel Aviv.
El hacinamiento se ha convertido en un problema importante en los refugios de emergencia de la ONU en el centro y el sur de Gaza, superando algunos con creces su capacidad. Otras familias viven en tiendas de campaña o refugios improvisados en complejos o en áreas abiertas de tierra y playas.
Unos 1,8 millones de personas, además, padecen altos niveles de inseguridad alimentaria aguda, entre ellas casi 133.000 con inseguridad alimentaria catastrófica, según el sistema de Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF). El análisis del CIF para el período de septiembre de 2024 a agosto de 2025 indica que los niveles de desnutrición aguda son 10 veces más altos que antes de que comenzara la guerra. Israel, mientras, insiste en que la ayuda entra y que el problema es el control de Hamás al otro lado y las peleas por cada grano.
Todo este colapso ha tenido, lógico, un impacto devastador en la economía de Gaza, que según el Banco Mundial decreció un 86% en el primer trimestre de 2024, la "mayor contracción económica registrada" en sus estadísticas. Casi el 100% de la población vive ahora en la pobreza en comparación con el 64% antes de la guerra y el coste de los suministros básicos ha aumentado casi un 250%. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) estima el costo de los daños causados por la guerra en 18.500 millones de dólares, esto es, unas siete veces el Producto Interno Bruto (PIB) de Gaza en 2022.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) ha advertido que llevará mucho tiempo reparar los daños en Gaza. Describe los sistemas de agua y saneamiento como "inoperantes casi por completo", advierte sobre la acumulación de basura alrededor de los campamentos y refugios, y sobre el riesgo de que los productos químicos de los paneles solares destruidos y las municiones contaminen el suelo y los suministros de agua. También estima que se han acumulado más de 50 millones de toneladas de escombros debido a la destrucción. Podría llevar 21 años solo limpiar los escombros y los restos de explosivos y municiones de la guerra.
Limpiar, reconstruir, levantarse. Es la esperanza de todos, ahora. Que el alto el fuego cuaje, dure y se prorrogue. Que se imponga la humanidad.