La UE cede ante la industria automovilística y rebaja los requisitos del reglamento de emisiones

Nuevo giro en la política ambiental de la Unión Europea bajo el pretexto de dar un espaldarazo a la industria. Los Veintesiete han llegado este lunes a un acuerdo para rebajar varios de los límites y requisitos contenidos en Euro 7, como se denomina a la  propuesta para el nuevo Reglamento relativo a la homologación de tipo de los vehículos de motor y motores y de los sistemas, componentes y unidades técnicas independientes destinados a esos vehículos en lo que respecta a sus emisiones y a la durabilidad de las baterías. 

En definitiva, se trata de la normativa destinada a regular y pilotar esta fase actual de transición en la que conviven vehículos con motores de combustión contaminantes con los híbridos o eléctricos hasta el horizonte de 2035, cuando solo estará permitida la venta de este último tipo de coches sin emisiones de dióxido de carbono. Dicho futuro reglamento verá rebajada de forma significativa la ambición climática con la que se negociaba, al reducir el tope de emisiones propuestas inicialmente para vehículos pesados.

Se trata de una decisión que fijará lo que se denomina la orientación general, una fijación de posiciones común en el Consejo Europeo que constituirá la base para la siguiente fase a resolver sobre el parqué comunitario, las negociaciones con el Parlamento Europeo, que deberá establecer su postura. 

Dicha negociación, además, estará capitaneada por España, al ostentar la presidencia de turno del Consejo de la UE, país enmarcado en el bloque comunitario de aquellos socios que son más exigentes con una transición energética contra la que ha alzado la voz para criticar medidas como la catalogación de parte de la nuclear y el gas natural como energías verdes.

Entre el "equilibrio" y requisitos "realistas"

Lo cierto es que esta decisión aterriza en un contexto especialmente convulso para la industria automovilística, en plena espiral inflacionista, pero también con la gran locomotora económica de la UE y líder de este sector, Alemania, tras haber entrado en recesión económica -técnica-. 

En este sentido, se ha acordado mantener los límites de emisiones y las condiciones de prueba incluidos para coches privados y furgonetas ya en Euro 6, la norma anterior, pero la clave está en que baja los límites para los vehículos pesados en comparación con ese último reglamento.

Por otra parte, esta norma también cuenta con una disposición especial sobre los autobuses urbanos para garantizar la coherencia con el objetivo de cero emisiones para 2030 propuesto recientemente para estos vehículos, que establece límites para las emisiones de partículas de frenos y neumáticos.