El Parlamento Europeo aprueba considerar la nuclear y el gas como energías "verdes"

El Parlamento Europeo aprueba considerar la nuclear y el gas como energías "verdes"

Una dividida Eurocámara respalda la propuesta de la Comisión Europea por 278 votos a favor, 238 en contra y 33 abstenciones.

Vista general de las cuatro torres de refrigeración y los reactores de la central nuclear de Electricite de France (EDF) en Cattenom.PASCAL ROSSIGNOL via REUTERS

Luz verde, más allá de la metáfora. El Parlamento Europeo ha aceptado este miércoles que ciertas inversiones en plantas nucleares y en centrales de gas para generar electricidad se consideren ‘verdes’. Es decir, sostenibles, como propone la Comisión Europea (CE). Se trata de una medida a la que se opone frontalmente el Gobierno de España.

Lo ha hecho con una profunda división, retratada en los 278 votos a favor, 238 en contra y 33 abstenciones que han impedido que prosperase la objeción a las futuras reglas de la llamada taxonomía, que pretende orientar las inversiones financieras en la Unión Europea hacia actividades económicas sostenibles.

Concretamente, la medida abre la puerta a considerar como sostenibles las centrales nucleares con permiso de construcción en la Unión Europea antes de 2045 y las plantas de gas que emitan menos de 270 gramos de CO2 por kilovatio hora hasta 2031 o menos de 100 gramos en el conjunto de su vida útil.

Todavía puede tumbarse la propuesta

Al margen de este posicionamiento de la Eurocámara, el Consejo de la UE, que representa a los Estados miembros y es el otro colegislador en la UE, aún puede rechazar el enfoque del Ejecutivo comunitario si antes de la medianoche de 11 de julio se oponen el 72% de los países (20 de 27) y estos representan al menos al 65% de la población de la Unión Europea (unos 290 millones de personas). Si finalmente acaba siendo ratificada la medida, entraría en vigor en enero de 2030.

No obstante, ya hay países como Austria y Luxemburgo que han anunciado que llevarán esta medida a los tribunales comunitarios.

El contexto de la guerra de Ucrania

En todo momento, desde la Comisión se ha defendido que no se trata de una lavado de cara de ambas energías, el denominado como greenwashing, y que el objetivo es el de poder contar con alternativas durante la transición a las energías renovables. En la otra cara de la moneda se encuentran las profundas críticas de organizaciones ecologista como WWE o Greenpeace, quienes sostienen que se puede desincentivar las inversiones en renovables.

Detrás de esta aprobación se halla, inevitablemente, las consecuencias económicas de la invasión rusa de Ucrania que han supuesto una remodelación total del plan energético comunitario con el objetivo de cortar lazos de dependencia con el Kremlin.

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Antón Parada es redactor de actualidad en El HuffPost. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Antes de llegar aquí trabajó cinco años en La Voz de Galicia y pasó por los micrófonos de Radio Voz.

Puedes contactar con él escribiendo a: anton.parada@huffpost.es