Al menos 26 personas murieron este martes y otras 13 resultaron heridas en un ataque cometido por supuestos insurgentes contra un grupo de turistas en la Cachemira administrada por la India y que el jefe de Gobierno regional advirtió de que es "mucho mayor que cualquier otro" contra civiles en los últimos años.

El atentado fue cometido, según fuentes de EFE cuando un grupo de turistas paseaban por una pradera ubicada en los alrededores de la ciudad de Pahalgam.

"El número de muertos aún se está determinando, así que no quiero entrar en detalles. Se anunciarán oficialmente a medida que la situación se aclare. Hay que decir que este ataque es mucho mayor que cualquier otro que hayamos visto contra civiles en los últimos años", dijo en X el jefe de Gobierno de la Cachemira india, Omar Abdullah, nada más conocer la noticia.

El ministro del Interior de la India, Amit Shah, se trasladó hoy a la región afectada y convocó una reunión con oficiales del Ejército, paramilitares y la Policía. Hasta el momento no se ha notificado el arresto de ninguna persona, pese a que la Policía informó de que varios miembros de las fuerzas de seguridad fueron enviados rápidamente al lugar del ataque.

A la pradera solo se puede acceder a pie o a caballo, por lo que los heridos más graves tuvieron que ser trasladados al hospital en helicóptero, mientras que los más leves bajaron caminando. Algunos supervivientes del ataque citados por el medio India Today aseguraron que los supuestos insurgentes se acercaron a ellos cuando se encontraban en la pradera y comenzaron a dispararles a poca distancia, alegando que algunos no eran musulmanes.

El peor atentado en los últimos años en la Cachemira India tuvo lugar en febrero de 2019 y causó la muerte de al menos 33 agentes de la Policía en un atentado perpetrado con un coche cargado de explosivos contra un convoy policial. En lo que se refiere a ataques contra civiles, al menos 36 personas murieron en marzo del año 2000 en un ataque insurgente contra un pueblo en el sur de la región.

Cachemira es objeto de disputa entre la India y Pakistán desde la partición de ambos países del imperio británico en 1947. Ambos países han librado varias guerras y otros enfrentamientos de menor entidad por el control de este territorio.

Desde 1989 la región se ha sumergido en una revuelta armada contra el dominio de Nueva Delhi, un conflicto en el que han muerto decenas de miles de personas, mientras la India acusa a Pakistán de ser cómplice de la insurgencia e Islamabad lo niega.

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