Níger pide ayuda urgente a los mercenarios de Wagner

Níger pide ayuda urgente a los mercenarios de Wagner

Lo defienden como una manera de protegerse ante la posible "injerencia extranjera" en el país. En realidad, confirma la advertencia del Gobierno legítimo: que Putin iba a por el país y "toda la región podría caer bajo la influencia rusa" ahora. 

Defensores de la junta militar golpista de Níger defienden en las calles su actuación, con banderas de Rusia incluidas, ayer domingo en Niamey.Sam Mednick / AP

El río ya sonaba. Hace tres días, Rusia avisó de una "injerencia extranjera" en Níger, donde el 26 de julio se produjo un golpe de estado. No es que señalara a foráneos por el golpe, sino que apuntaba a que otros estados cercanos podrían intentar intervenir y frenar a los sublevados. Su queja no era por estos últimos, no, sino por los que trataban de combatirlos. 

Luego, el presidente depuesto, Mohamed Bazoum, publicó una columna en el periódico norteamericano The Washington Post en la que afirmaba que, si prosperaba el golpe, "toda la región podría caer bajo la influencia rusa". "Con una invitación abierta de los conspiradores y sus aliados regionales, toda la región central del Sahel podría caer bajo la influencia rusa a través del grupo Wagner, cuyo terrorismo brutal se ha visto claramente en Ucrania", escribió Bazoum.

Con las horas, llegó la confirmación de que tenía razón: la nueva junta militar de Níger pidió el sábado ayuda a los mercenarios rusos de Wagner, mientras corría la fecha límite para liberar al presidente derrocado o enfrentar una posible intervención militar del bloque regional de África Occidental. Los países vecinos habían planteado un ultimátum que acababa anoche, tras el que, si nada cambiaba, hasta 15 países de África occidental se habían planteado una hoja de ruta de actuación que, sí, contempla también la intervención. 

La petición de ayuda se produjo durante la visita de uno de los cabecillas del golpe, el general Salifou Mody, a la vecina Mali, donde contactó con un representante de Wagner, según desveló Wassim Nasr, un reportero e investigador del Centro Soufan, a la agencia Associated Press. Tres fuentes malienses y un diplomático francés confirmaron el encuentro que fue reportado primero por France 24.

"Necesitan (a Wagner) porque se convertirá en su garantía para mantener el poder", explicó el experto, agregando que el grupo liderado por Yevgueni Prigozhin está "considerando" la petición. Un oficial militar occidental, que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a realizar comentarios, dijo a la misma agencia que también había tenido reportes acerca de la solicitud hecha por la junta nigerina.

La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) dio un plazo a la junta militar sublevada para la liberación y restitución del presidente elegido democráticamente, Bazoum, "un rehén", en sus propias palabras. Los representantes de Defensa de la CEDEAO ultimaron el viernes el plan de intervención e instaron a sus ejércitos a preparar sus recursos después de que el equipo de mediación enviado a Níger en la víspera no pudo entrar a la capital, Niamey, ni reunirse con el líder de la junta, el general Abdourahmane Tchiani

Por el momento, los gobiernos de Nigeria, Benín, Costa de Marfil y Senegal han confirmado de una manera clara la disponibilidad de sus ejércitos para intervenir en Níger. En el otro extremo, Mali y Burkina Faso, países gobernados por juntas militares, se oponen al uso de la fuerza y alegan que cualquier intervención equivaldría a una declaración de guerra también contra ellos. No obstante, esa intervención, han enfatizado todos, sería siempre su "último recurso" si la situación se descompone

Tras su visita a Mali, gobernado por una junta simpatizante, Mody advirtió en contra de la intervención militar y prometió que el país hará todo lo necesario para no convertirse en "una nueva Libia", según reportó la televisora estatal el viernes. Níger estaba considerado el último socio fiable de Occidente en la lucha contra el terrorismo en una región donde los golpes de Estado han proliferado en los últimos años. Las juntas militares han renegado de Francia, su antigua colonia, y se han acercado a Rusia. Wagner opera en varios países africanos, donde grupos de derechos humanos han acusado a sus fuerzas de cometer abusos.

Aunque no se puede decir que Moscú haya estado implicado directamente en el alzamiento en Níger, "claramente, hay una actitud oportunista por parte de Rusia, que intenta apoyar los esfuerzos de desestabilización allí donde los encuentra", afirmó el viernes la portavoz el Ministerio de Exteriores francés, Anne-Claire Legendre, a la radio BFM. Días después del golpe, los residentes ondearon banderas rusas en las calles, la última vez, en las protestas de ayer mismo. No cala el mensaje de la portavoz gala de que Wagner es una "receta para el caos" en cualquier país.

La Junta ha sacado a las calles a sus partidarios, pero Níger no está en su mano, los ciudadanos no la apoyan ciegamente. Algunos residentes rechazan su levantamiento y las afirmaciones de que tratan de proteger al país de una mano extranjera. "Es todo una farsa", sostiene Amad Hassane Boubacar, profesor de la Universidad de Niamey, a AP. "Se oponen a la intervención extranjera para restaurar el orden constitucional y la legalidad. Pero, por el contrario, están dispuestos a pactar con Wagner y Rusia para socavar el orden constitucional (...) Están dispuestos a que el país arda en llamas para poder mantener ilegalmente su posición".

La ministra francesa de Exteriores, Catherine Colonna, dijo el sábado que la amenaza regional de recurrir a la fuerza sí era creíble y advirtió a los golpistas que se la tomen en serio: "Los golpes de Estado ya no son apropiados (...) Es hora de ponerles fin", afirmó. Su ministerio declaró que Francia apoya "con firmeza y determinación" los esfuerzos de la CEDEAO para frenar a la junta y pidió la liberación de Bazoum y de todos los miembros de su gobierno.

Los líderes militares de Níger han seguido el ejemplo marcado por Mali y la vecina Burkina Faso, gobernada también por una junta, pero está actuando más rápido para consolidar el poder, indicó Nasr. "(Tchiani) eligió su camino, así que va a por todas sin perder el tiempo porque hay una movilización internacional", dijo. Está por ver cómo reaccionará la comunidad internacional si Wagner toma parte en el conflicto, agrega.

No es local: es global

En Níger, donde Estados Unidos y otros socios han invertido cientos de millones de dólares en asistencia militar para combatir la creciente amenaza yihadista en la región, hay mucho en juego. Francia tiene un contingente de 1.500 soldados en el país, aunque los líderes del golpe dijeron que han suspendido los acuerdos de seguridad con París, y Washington tiene 1.100 soldados. Los terroristas, en zonas como Mali o la República Centroafricana, se acercan de una manera abierta a Rusia y al grupo de seguridad privado Wagner desde hace años. 

Níger es también una nación estratégica por sus recursos naturales, alrededor del 5% del uranio que se usa en todo el mundo procede de allí. 

En el caso de que llegue una la intervención militar extranjera, nadie sabe cómo sería, quién participaría ni cuándo comenzaría. La junta militar pidió a la población que esté alerta ante posibles "espías" y grupos de defensa autoorganizados se han movilizado ya por las noches para controlar los autos y patrullar la capital. La delación es un riesgo, cuando se roza la guerra civil.

Las Naciones Unidas han elogiado la determinación de la CEDEAO, pero confían en que los esfuerzos diplomáticos en curso hagan que "el uso de la fuerza sea innecesario", dijo hoy lunes el enviado de la ONU para el Sahel y África Occidental, Leonardo Santos Simão.

En cualquier caso, ONG como Save The Children han exigido que, pase lo que pase en el plano político o militar, "se haga todo lo posible para minimizar el sufrimiento humano y garantizar los servicios humanitarios a los que la necesitan".

Con alrededor de 300.000 personas refugiadas en Níger y 3,7 millones de nigerinos necesitados de asistencia humanitaria, según los últimos datos de la ONU, existe el temor de que golpe de Estado desencadene una crisis que puede extenderse por otros países de la región.

El golpe de Estado en Níger estuvo encabezado el pasado 26 de julio por el autodenominado Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria (CLSP), que anunció la destitución del presidente, la suspensión de las instituciones, el cierre de las fronteras (que luego se reabrieron), y un toque de queda nocturno hasta nueva orden. Se convirtió así en el cuarto país del oeste de África liderado por una junta militar, después de Mali, Guinea-Conakri y Burkina Faso, donde también hubo golpes de Estado entre 2020 y 2022.