Portugal, ante el abismo: el primer ministro, Luis Montenegro, pierde la moción de confianza
El país se encamina a unas nuevas elecciones anticipadas por el escándalo asociado al presunto conflicto de intereses con una empresa familiar del mandatario portugués.
Portugal, ante su enésimo abismo político reciente. El primer ministro, Luis Montenegro, ha perdido la moción de confianza presentada por su gobierno, de centroderecha, lo que encamina al país a unas nuevas elecciones anticipadas.
La unicameral Asamblea de la República rechazó la moción con los votos en contra del Partido Socialista (PS), el ultraderechista Chega, el Partido Comunista Portugués (PCP), el Bloco de Esquerda, el partido animalista PAN y los ecologistas de Livre.
El político luso solicitó el respaldo de la Cámara tras las sospechas suscitadas por un conflicto de intereses en relación a unos negocios familiares. A mediados de febrero se publicaron informaciones en la prensa nacional sobre las actividades de Spinumviva, una empresa fundada por Montenegro cuando estaba fuera de la política y ahora gestionada por su mujer e hijos, que ha estado recibiendo pagos de otras compañías, como Solverde, en las que trabajó anteriormente el primer ministro.
"Estoy disponible para profundizar más en mis respuestas. Por eso he lanzado el desafío de suspender este debate", ha dicho durante la sesión un Montenegro que ya en las últimas semanas había superado las mociones de censura lanzadas por ultraderechistas y comunistas.
Alegando que "no cometi ningún crimen", se ha puesto a disposición del Parlamento para dar "explicaciones adicionales", incluido en la comisión de investigación que el Parlamento pueda establecer. "Quien no debe nada, nada teme y yo tengo mi conciencia tranquila", ha dicho, pero la oposición ha rechazado esa vía, dejando libre el camino para la vuelta a las urnas.
De momento, el turno le corresponde al presidente del país, Marcelo Rebelo de Sousa, que escuchará a los grupos parlamentarios antes de tomar una decisión.
Las anteriores elecciones impulsaron hasta la jefatura del Gobierno a Montenegro, líder del Partido Social Demócrata, que se impuso hace justo un año, el 10 de marzo de 2024, tras la precipitada dimisión de António Costa.
El hasta entonces mandatario socialista lo hizo acorralado también por un escándalo judicial que salpicaba tanto a él como a su entorno por una presunta causa de prevaricación y corrupción investigada por la Fiscalía.
