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Ucrania saca a relucir las súper gafas que están siendo una trampa mortal para los soldados de Corea del Norte

Ucrania saca a relucir las súper gafas que están siendo una trampa mortal para los soldados de Corea del Norte

Esta tecnología fue clave para los combates nocturnos.

A photo shows an alleged North Korean soldier held after being captured by Ukrainian army.Anadolu via Getty Images

Un intento desesperado de Rusia por frenar el avance ucraniano hacia el pueblo de Bolshoye Soldatskoye, en la región rusa de Kursk, ha terminado en una masacre debido a la combinación de mala planificación, errores de cálculo y condiciones climáticas adversas, a lo que se suma el empleo de estrategias cada vez más eficaces por parte de las tropas ucranianas.

El objetivo principal de las fuerzas rusas en la región de Kursk es debilitar las posiciones ucranianas en torno a Berdin, una localidad clave que, de caer en manos de Ucrania, podría servir como trampolín para un futuro avance hacia Bolshoye Soldatskoye. En caso de perder este pueblo, Rusia se vería obligada a desviar refuerzos importantes para frenar el avance, pero las crecientes pérdidas y la escasez de tropas complican más la situación.

Ante este panorama, el ejército ruso centró su atención en la aldea de Russkoye Porechnoya, ubicada a lo largo de una importante ruta de suministro y considerada estratégica, ya que podría servir como base para futuras ofensivas ucranianas. 

Con el fin de contrarrestar los movimientos ucranianos, los rusos redistribuyeron tropas del sector occidental del saliente, sacrificando parcialmente su ofensiva en esa área para lanzar una serie de asaltos masivos de infantería, confiando en su superioridad numérica. Sin embargo, esta táctica, característica de la doctrina militar rusa, mostró su ineficacia en un escenario cambiante.

El cambio climático expone la vulnerabilidad rusa

Los asaltos masivos de infantería, que requieren una gran cantidad de hombres, se vieron gravemente afectados por las condiciones climáticas imprevisibles de la región de Kursk, informa Euromaidan PressEn un momento, el suelo estaba cubierto de nieve y, al siguiente, se encontraba embarrado. Este cambio inesperado convirtió a las fuerzas rusas en blancos fáciles para los ataques ucranianos.

La primera oleada de atacantes rusos asaltó posiciones ucranianas sin el camuflaje adecuado para las condiciones invernales, lo que los hizo extremadamente vulnerables. La artillería, los drones y los ataques kamikazes FPV de Ucrania no tardaron en hacer estragos en las filas rusas, dejando campos llenos de cadáveres caídos en terreno abierto.

Cuando los comandantes rusos intentaron corregir el error, proporcionando equipo de camuflaje blanco para el siguiente asalto, la nieve se derritió inesperadamente, exponiendo aún más a las tropas rusas. Vestidos de blanco sobre un terreno oscuro y fangoso, los soldados fueron nuevamente fáciles de detectar por los ucranianos, quienes lanzaron fuego de artillería y ataques de drones, causando una segunda masacre.

La intervención de las fuerzas norcoreanas fue en vano

Desesperados por la situación, los oficiales rusos enviaron soldados norcoreanos al combate en grandes formaciones de entre 20 y 100 soldados, especialmente en ataques nocturnos, con la esperanza de que la oscuridad les ofreciera una ventaja táctica. 

Sin embargo, el ejército ucraniano detectar a los soldados enemigos incluso en la oscuridad total, la niebla y las tormentas de nieve gracias a unas gafas de visión nocturna ENVG-B que había recibido recientemente. Esta tecnología fue esencial, ya que marcaba las siluetas de los soldados norcoreanos, dando a Ucrania una ventaja significativa en el combate nocturno. Las fuerzas norcoreanas fueron destruidas en gran parte antes de llegar a las posiciones ucranianas.

Durante el día, se lanzó una segunda oleada de soldados norcoreanos, cuyas imágenes geolocalizadas evocaban escenas de la Guerra de Corea, con grandes hordas de soldados atacando bajo un intenso bombardeo de artillería. Aquellos que lograron alcanzar Russkoye Porechnoya se enfrentaron a constantes ataques de artillería y drones, lo que obligó a muchos a retirarse o a morir en el lugar.