La científica de Alicante que investiga la enfermedad de Bruce Willis

La científica de Alicante que investiga la enfermedad de Bruce Willis

Está al frente de un grupo de científicos que trabaja sobre la demencia frontotemporal con la beca Race Against Dementia, financiada por el expiloto británico tres veces campeón de Fórmula Uno Jackie Stewart.

El actor Bruce Willis en una imagen de archivo de 2019.WireImage

Hace dos años que Aitana Sogorb Esteve, doctorada en el Instituto de Neurociencias de la UMH en Sant Joan, trabaja como investigadora en Reino Unido gracias a la beca Race Against Dementia, financiada por el expiloto británico tres veces campeón de Fórmula Uno Jackie Stewart. 

Con 33 años, la alicantina está al frente de un grupo de científicos que trabaja  sobre la demencia frontotemporal, la enfermedad diagnosticada al actor Bruce Willis que debutó hace unos años con una afasia —trastorno del lenguaje que se caracteriza por una dificultad o directamente incapacidad para poder hablar, escribir o comunicarse mediante signos— y que derivó en una demencia.

"Tengo estudios de Biología, no soy médico, no veo a pacientes, mi trabajo está en el laboratorio y lo que yo hago es usar técnicas de biología molecular para buscar los biomarcadores que se puedan utilizar para el diagnóstico de la demencia frontotemporal, pero también para monitorizar los ensayos clínicos que se están desarrollando", explica la investigadora en una entrevista al diario Información.

Sogorb aclara durante la conversación que esta enfermedad es rara, no tan frecuente como el alzheimer, y afecta a gente más joven. Además, a diferencia de esta, la demencia frontotemporal afecta sobre todo a la personalidad y no a la memoria: "La gente cambia completamente, de ser una persona superamable a otra o de repente se vuelve muy agresiva; o no entienden las convenciones sociales, qué está bien o qué está mal".

En cuanto a la sintomatología con la que se evidencia, matiza que "los cambios van poco a poco": "Puede manifestarse de diferentes formas, afectando al comportamiento, a la habilidad de hablar o al lenguaje. Y luego hay otra variante que también afecta al movimiento. El problema es que el diagnóstico es muy complicado porque muchas veces tiene síntomas muy similares al alzhéimer, pero la patología es diferente".