Cuando somos conscientes de nuestras capacidades y tenemos herramientas mentales para afrontar los conflictos psicológicos de nuestro día a día, estamos mentalmente sanos.
Una corriente de profesionales de la salud mental reconoce que sus tratamientos sirven para poco si no cambian los empleos y las condiciones de vida de la clase trabajadora.
"No hay tantos fallecimientos pero sigue habiendo incertidumbre, miedo al contagio, mucha gente está en paro y se desconfía de la vuelta a la normalidad”.
Una de cada tres afirma que la información falsa afecta su salud mental porque que les provoca estrés, preocupación y ansiedad, señala Plan Internacional.