Cuando la mujer diera a luz, la bebé sería entregada a una pareja -la de su prima- que no podía tener hijos, a cambio de dinero. Documentos falsos y el aviso de los sanitarios de "embarazo mal controlado" hicieron saltar la alarma.
El país, antes de la invasión, era uno de los pocos países europeos donde la gestación subrogada es legal, con multitud de clínicas. El 'New York Times' desvela cómo están.