indignados

Los manifestantes rumanos nos envían una bonita lección de optimismo

Los manifestantes rumanos nos envían una bonita lección de optimismo

En este país sin sindicatos, nos coordinamos de forma espontánea a través de las redes sociales y nos encontramos en las plazas fuertes de la República para protestar. Las manifestaciones están impregnadas de pacifismo y de alegría, cantamos, compartimos la cerveza o la Palinca con el vecino y, sobre todo, nos alegra ver que el pueblo lucha por su integridad.
Mentiras

Mentiras

La lectura de los periódicos en estos últimos días me ha devuelto a mis años en el Ministerio del Interior. El movimiento 15M ha cumplido cinco años, y con ese motivo se han recuperado imágenes, se han expuesto análisis y se han atribuido paternidades. Pasados cinco años a nadie del PP se le ha ocurrido reiterar lo que algunos de sus más procaces portavoces difundieron aquéllos días: que el 15M lo había montado yo.
El 15-M que nos parió

El 15-M que nos parió

El 15-M muchos decidimos dar un paso importante. Dejamos de ser hijos del desánimo, para alumbrar la posibilidad de un cambio esperanzador. Pasamos de destruir a crear, de ser a hacer, de mermar a crecer. Ese día empezamos a salir de las trincheras, donde el miedo a un futuro peor nos tenía agazapados.