La idea lleva tiempo sobre la mesa, porque son la segunda fuerza en intención de voto e Interior alerta del riesgo para la seguridad nacional. Pero una reunión con neonazis para forjar un plan antiinmigración ha devuelto el problema al primer plano.
"El futuro de nuestra democracia no depende del volumen (con que griten) sus enemigos, sino de la fuerza de aquellos que defienden la democracia. Demostremos que juntos somos más fuertes", dice el presidente Steinmeier.
La derecha radical esconde sus formas y edulcora sus mensajes, pero su programa es el que es y acaba saliendo a la luz. Ojo: son segundos en las encuestas.
Vaya seis meses: ni las elecciones domésticas (con sus negociaciones) ni la nueva guerra en Gaza deslucen el semestre español, que ha esprintado y conseguido acuerdos clave en materia de inmigración, reglas fiscales, emisiones e IA.
Esta reforma prevé un control reforzado de las llegadas de inmigrantes y el cierre de centros cerca de las fronteras para devolver más rápidamente a quienes no tienen derecho a asilo en la UE.
La votación de la controvertida medida amenazó con generar una crisis política en el seno del Gobierno del presidente Macron. El ministro de Sanidad ha dimitido.
El número de residentes en España nacidos en el extranjero creció en los primeros nueve meses del año en cerca de 366.000 personas, más que todo el incremento de población registrado en ese período, que ascendió a algo más de 361.000.