Esta expedición mundial antártica sobre el cambio climático sólo acepta mujeres y vas a entender por qué

Esta expedición mundial antártica sobre el cambio climático sólo acepta mujeres y vas a entender por qué

Hay cuatro españolas que participan en el trabajo.

HomeWard Bound

Crear una red mundial de 1.000 científicas que trabajen globalmente y lideren políticas y proyectos sobre el cambio climático. En definitiva, reivindicar el papel de la mujer en este asunto de impacto global que afecta, sobre todo, a madres, hijas, nietas... A mujeres. Este es el reto de la plataforma australiana Homeward Bound y al que se han sumado tres científicas españolas y una francesa afincada en Córdoba. Las cuatro han sido seleccionadas entre cientos de candidatas para formar parte de una expedición polar muy especial: la Homeward Bound Antarctic Expedition, un viaje de tres semanas en el que buscarán el liderazgo femenino en el ámbito de la ciencia climática.

Entre los apoyos a esta iniciativa figuran científicas de renombrado prestigio como la primatóloga Jane Goodall o la oceanógrafa Sylvia Earle, así como influyentes mujeres en el mundo de la comunicación, la diplomacia y los negocios, entre ellas la diplomática Christiana Figueres, la actriz Amy Poehler o Chelsea Clinton.

Desde España se unen (aunque una lo haga literalmente desde Estados Unidos) Alicia Pérez Porro, Ana Payo Payo, Uxua López y la francesa Alexandra Dubini. Las cuatro compartirán navegación entre icebergs, mientras ven de cerca los impactos del calentamiento global, con otras 76 participantes llegadas de Estados Unidos, Kenia, China, Colombia, Venezuela... y así hasta 13 países. Su meta: el sexto continente, el continente de hielo.

Se trata de una travesía de seis semanas que comienza en febrero de 2018 y les llevará de ruta por varios enclaves científicos cercanos a la costa. Aún no saben si se incluye el paso por alguna base española, la Juan Carlos I o la Gabriel de Castilla.

"Estamos entusiasmadas. Por el viaje, pero sobre todo es lo que hay detrás, por la posibilidad de hacer coworking para poner el tema del género sobre la mesa en lo que respeta a políticas y proyectos relacionados con el cambio climático global, un asunto que lideran sobre todo los hombres pero que afecta a las mujeres. El objetivo es que el proyecto dure 10 años y logre reunir a 1.000 mujeres con formación académica. Nosotras somos el segundo gran paso para conseguirlo, tras la expedición del año pasado", comenta Alicia Pérez Porro desde Nueva York, donde trabaja en el Smithsonian National Museum of Natural History como investigadora asociada. Pérez Porro es especialista en esponjas de mar y estudia mediante herramientas genómicas cómo el cambio climático puede afectarlas y cambiar los ecosistemas en los que viven.

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La idea surgió de dos australianas, la activista Fabian Dattner y la científica polar Jessica Melbourne Thomas, cansadas de que fueran hombres quienes llevaran la voz cantante en este asunto. "Faltaba una perspectiva de género, sobre todo porque los estudios señalan que cuando hay mujeres liderando proyectos se consiguen más cosas, que son ellas quienes sufren los impactos más graves del calentamiento global y no sólo en los países en desarrollo. Aquí nos van a enseñar a ejercer ese liderazgo que nos falta", argumenta Alicia Pérez Porro.

Queremos dejar de ser de segunda, así que la inversión merece la pena.Alicia Pérez Porro

Participar en el proyecto, una vez seleccionadas, les exige estar todo un año recibiendo formación on line en diversos temas relacionados con ese liderazgo, desde coaching hasta cómo tener presencia en los medios, a lo que hay que sumar el atractivo viaje a la Antártida. Eso sí, las investigadoras deben costearse un 40% (unos 20.000 euros).

Para esta edición se presentaron 300 candidatas, entre las que hay también ingenieras, economistas y periodistas especializadas en cambio climático. "Todas somos mujeres que podemos ejercer de líderes de lo local a lo global", señala Ana Payo Payo, oceanógrafa y experta en el estudio de las aves marinas y el impacto de la contaminación sobre sus poblaciones. Su investigación ha ayudado a desarrollar estrategias de gestión para la conservación de especies amenazadas bajo las nuevas políticas ambientales europeas.

Para poder conseguir los fondos que les faltan para costearse el viaje, algunas participantes como Alicia Pérez Porro han lanzado un crowndfunding con el lema de la expedición: La naturaleza necesita a sus hijas. "Vamos a ver lo que pasa en tiempo real, pero no queremos hacer ciencia, ni recoger muestras, no vamos en un barco científico, sino que queremos constituir esa red mundial y mejorar nuestra capacidad de divulgación", argumenta. "Queremos dejar de ser de segunda, así que la inversión merece la pena".

La figura de la mujer científica está olvidada. Si le dices a un niño que dibuje a alguien que haga ciencia, siempre hacen un hombre con barba y gafas.Ana Payo Payo

Alexandra Dubini trabaja en la Universidad de Córdoba como investigadora. Es una gran experta en algas verdes y su función biorremediadora para limpiar aguas sucias. También lo es en el campo de las energías renovables. "Estoy encantada de participar en la Homeward Bound Antarctic Expedition. Me apunté porque conocía una mujer que participó el año pasado y voy con el objetivo de que pueda salir un plan de acción internacional conjunto respecto al cambio climático que puede ser diferente a los que hay ahora y dirigen los hombres". También Dubini ha lanzado su particular crowdfunding.

La zamorana Ana Payo Payo, por su parte, trabaja en el IMEDEA-CSIC en Mallorca. Oceanógrafa y licenciada en Ciencias Ambientales lo suyo son los estudios demográficos de aves marinas, pero también divulga a través de Big Van. "La figura de la mujer científica está olvidada. Si le dices a un niño que dibuje a alguien que haga ciencia, siempre hacen un hombre con barba y gafas. Es fundamental tener contacto con otras mujeres para que eso cambie en el futuro. Volveremos enriquecidas de esta experiencia", afirma. Como sus compañeras también cuenta con un crowdfunding y ya ha recaudado el 70% del dinero necesario.

La cuarta es la vasca Uxua López, ingeniera de telecomunicaciones en Acciona Energía y con una experiencia de más de una década en el campo de las energías renovables.

Con ellas cuatro, España se convierte en uno de los países mejor representados en la expedición. La mayoría de las 76, no obstante, proceden de Estados Unidos y, sobre todo, de Australia, que es el país de lanzamiento.

En octubre se cerró el plazo para presentarse a la expedición del 2019, pero todavía quedan años por delante para participar y en unos meses volverá a estar vigente la convocatoria. Para entonces, estas cuatro científicas ya estarán de vuelta.

Este artículo fue escrito y publicado originalmente en Laboratorio para Sapiens