Enganchados al trabajo
Javier es economista, tenía una empresa en el sector de la madera, una empresa familiar que había heredado de su padre y a la que dedicaba más horas de las que tiene el día. "Trabajaba desde las ocho de la mañana hasta las nueve de la noche. Todos los días. Viajes, comidas, cenas, fines de semana... Continuamente era comer, viajar, trabajar, reunirse...", recuerda.