¿España es de derechas?

¿España es de derechas?

Según el último CIS, PP-Cs suman cinco puntos más que PSOE-Podemos pero la gente se declara más de izquierdas.

JENNIFER TAPIAS

Izquierda, derecha, left, right. Izquierda, derecha, left, right. Follow the leader, leader, leader... En la vida tenemos ideología y votamos. ¿Y se corresponden? Si miramos con detenimiento los datos del último barómetro del CIS, nos encontramos con una paradoja: el bloque de la derecha PP-CS le saca cinco puntos al de la izquierda PSOE-Unidos Podemos, pero hay más encuestados que se declaran de izquierdas que de derechas.

El barómetro del CIS refleja que el PP ganaría hoy las elecciones, con un 26,3% de votos, seguido por el PSOE (23,1%). Después, se situarían Ciudadanos (20,7%) y Unidos Podemos (19%). La suma de los populares y los naranjas sería del 47% del electorado frente al 42,1% de los socialistas y los morados (4,9 puntos de diferencia). Una brecha que se agranda el doble respecto a las últimas elecciones generales (que fue de 2,35 puntos).

Pero, acto seguido, nos fijamos en la pregunta en la que se pide a la gente que se coloque en una posición ideológica. Se da a elegir en una escala del 1 -muy de izquierdas- al 10 -muy de derechas-. El centro-centro del 5 es escogido por el 20,9%. A su izquierda se coloca un 36.9%, mientras que a la derecha el 25,3%. Un 16,8% no sabe o no contesta.

Por lo tanto, tenemos a un bloque de la derecha ganando en la encuesta, pero con un mayoría de votantes situándose a la izquierda. Y surge una pregunta: ¿se ha convertido España en una sociedad conservadora a la hora de votar o es un problema de los partidos de izquierdas para atraer al electorado?

"Una cosa es la ideología, otra el comportamiento electoral"

Lluis Orriols, doctor por la Universidad de Oxford y profesor de Ciencia Política en la Universidad Carlos III de Madrid, lo explica así: "Una cosa es la ideología de los españoles y otra es el comportamiento electoral. No es lo mismo". "Cuando hablamos sobre una sociedad en términos ideológicos los cambios no suelen ser drásticos, son pequeños, pero sí puede haber importantes en la intención de voto".

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"España tiene un sesgo de centro izquierda", subraya Orriols, pero advierte de que ahora mismo los votantes están en temas "en la órbita de lo que creemos como centro-derecha". "Hay más gente en el centro izquierda. La lógica es que lo tendría más fácil el partido que esté en esa espacio, pero en esa zona hay más competencia. Es un espacio más atractivo pero más competitivo", ilustra.

Pero, avisa, la lógica izquierda-derecha "no es el único factor que determina el voto". "Lo que vemos últimamente es que los espacios y las coordenadas en política se están moviendo hacia escenarios que benefician a la derecha", sostiene Orriols.

España tiene un sesgo de centro izquierda, pero el escenario político beneficia a la derecha

"El PP sabe que si compite con el PSOE en clave izquierda-derecha tiene todas las de perder. No le beneficia. Ahora, cuando se empieza a hablar, por ejemplo, de la cuestión nacional, lo tiene más fácil. Los ciudadanos están más cerca de los populares en cuestiones identitarias o de modelo territorial. Ahí el PP está más cómodo. En la derecha tienen un electorado más homogéneo y los rivales de la izquierda están divididos por eso. Es más fácil quebrar las bases electorales del adversario introduciendo estos temas", asevera.

Y la cuestión catalana ha devorado en los últimos meses toda la actividad política. "A veces la agenda te viene impuesta. En la izquierda, el PSOE ha sido más pragmático. Sabía que la agenda que tocaba desde septiembre era la cuestión nacional. Ya ha sufrido lo que es competir con la derecha en esto, aprendió mucho de la época de José Luis Rodríguez Zapatero. Decidió tener un perfil bajo y minimizar costes. Otros han aprendido más tarde. Podemos ahora lo tiene claro. Quisieron entrar en el debate y cambiar la opinión pública, pero cuando el tema se puso en primer plano, no fueron capaces. Han tenido un desgaste importante, les ha afectado negativamente".

Orriols señala que todo esto ha conformado un "escenario altamente curioso". "Estamos en la crisis política más grande en el país desde hace décadas, pero con una izquierda ausente. Tenemos a una oposición de izquierdas anulada, incapaz de entrar en este debate sin sufrir daños", apostilla. "Si la cuestión identitaria sigue marcando la política española, Podemos lo tendrá más difícil y Ciudadanos más fácil", concluye.

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"Hay gente que se define de izquierdas pero puede votar a Ciudadanos"

"Aunque es relevante el eje izquierda-derecha, no es el único elemento que decide el voto", reflexiona en este sentido Pablo Simón, politólogo y profesor de la Universidad Carlos III. Y lo ilustra: "Puede haber gente de izquierdas, que se ubica en el 4, pero que puede votar a Ciudadanos".

Añade en este punto: "No es que hayamos visto un cambio en torno a la posición ideológica general, sino que se puede votar por otras razones y pueden tener que ver con los temas de los que se hablan". De hecho, pone énfasis en el ejemplo de Ciudadanos, al que hoy votarían un 15% de los que lo hicieron por el PP el 26-J, pero también le llegarían el 7% de los electores socialistas. "Hay gentes que se está acercando a ese partido, aunque se denomine de izquierdas, por temas como el candidato o al no convencerle otras alternativas".

La derecha está ganando en el relato

Y tiene claro que los partidos de derechas están ganando la batalla del "relato" a los de izquierda sobre los asuntos que se discuten. "Dependiendo de cuáles sean los temas que se pongan en la agenda, los partidos tendrán más capacidad o no", enfatiza. Por eso, cree que veremos una "ambición de sacar nuevos temas" en las próximas semanas ante el protagonismo absoluto de Cataluña. "Tengo la impresión de que cuando se termine de solucionar la investidura y si hay un presidente independentista que no sea Puigdemont, los partidos tendrán margen de maniobra para sacar otros temas", recalca Simón.

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Hace un aviso: llega un nuevo ciclo electoral la próxima primavera (primero con las andaluzas y luego con las europeas, autonómicas y locales). ¿Puede la izquierda superar esta diferencia con la derecha? "Queda tiempo", contesta.

"La opinión pública cambia de forma radical por el nivel de información"

En eso coincide la experta en comunicación política Verónica Fumanal "en política siempre hay tiempo". "Y más hoy en día en que tenemos una opinión pública que cambia en función de la coyuntura de forma radical por el nivel de información que tienen los ciudadanos", explica.

Advierte de que en este lucha de bloques y si se fija uno detalladamente en el trasvase de votos, el gran problema que tienen también el PSOE y Unidos Podemos es la abstención. "Eso no quiere decir que los votantes se vayan a la derecha, quiere decir que en estos momentos no tienen un referente electoral claro", resume.

No se puede concluir que España se haya derechizado

Por ello, afirma: "No se puede concluir que España se ha derechizado, mirando los números. En el bloque liberal-conservador las posiciones de voto están mucho más claras y determinadas, el voto es más fiel. El voto de la izquierda es más crítico, dependiendo si le gusta o no la oferta electoral".

"¿Por qué perdió un millón de votos la coalición de Podemos e IU? Porque la suma de esa oferta a los votantes de toda la vida de IU no les satisfacía y se fueron a la abstención, y a otro de Podemos tampoco al ir con un partido tradicional", retrata Fumanal.

Todo este momento político está impregnado por Cataluña. Fumanal sostiene que el tema de los nacionalismos periféricos siempre había sido un "estímulo para el voto conservador en otras partes de España". Pero ahora, añade, también beneficia a un partido catalán, Ciudadanos. "La gran paradoja es que hay en este momento un partido catalán que coge la bandera de la unidad de España. Tienen en esa comunidad una trayectoria de lucha contra el nacionalismo. El PP pactó con CiU en el Majestic y también hubo un acuerdo de Artur Mas con Alicia Sánchez-Camacho. Cs nunca tuvo esa deriva y el electorado ha observado una coherencia discursiva, que empieza en agosto cuando Rivera empieza a hablar del 155. Otros partidos como el PP no lo hicieron, algo que se entiende al tener responsabilidades de Gobierno", indica.

En cambio, prosigue, la izquierda en el tema territorial "tiene un problema de discurso. En Andalucía no tiene el mismo sobre lo que tiene que ser España y el sistema de las autonomías que el de una persona del PSC o de En Comú Podem. Los comunes están pasando el mismo proceso que el PSC hace cinco años cuando no tenía una posición clara. Este tema es muy dicotómico, la mayoría de la gente piensa que es como un embarazo, sí o no, no hay cuestión intermedia".

La izquierda y la derecha. La derecha y la izquierda. Follow the leader!