Cuando Brasil baila...

Cuando Brasil baila...

Festival de fútbol y goles de la 'canarinha' con reaparición de Neymar. Croacia tumba a una combativa Japón en la tanda de penaltis.

Vinicius, Raphinha, Paquetá y Neymar se arrancan a bailar tras uno de los goles contra CoreaMaddie Meyer - FIFA via Getty Images

Volvió Neymar y volvió lo mejor de Brasil para meter miedo a un lado y otro del cuadro. La pentacampeona se ha dado un homenaje contra Corea del Sur para meterse en cuartos, sonrisas y bailes incluidos. Y ya se sabe que cuando Brasil baila poco se puede hacer salvo mirar. En Twitter, habitual espejo de cómo se mueve el mundo, el trending topic no es ‘Brasil’, sino ‘lo de Brasil’...

Pero eso ha sido este lunes. El próximo viernes tendrá enfrente a un equipo que no es muy de bailes, la Croacia de Modric que hoy puede respirar de milagro. La combativa Japón, verdugo de Alemania y casi, casi de España, ha estado a un suspiro de tumbar a la actual subcampeona. Pero los penaltis son todo menos suerte y ahí la experiencia se nota.

Ya son tres los cruces de cuartos definidos (Países Bajos-Argentina; Francia-Inglaterra y Croacia-Brasil). Solo quedan dos plazas y España buscará su billete en unas horas...

Japón 1 (1) - 1 (3) Croacia

Fin al sueño nipón en el momento más cruel y ante un héroe inesperado. Croacia ha sentenciado a los nipones en la tanda de penaltis con una actuación memorable del guardameta Dominik Livaković: tres paradas de cuatro lanzamientos y a cuartos. Otra vez el equipo balcánico se hace fuerte en la suerte suprema...

  Livakovic en acciónOZAN KOSE via Getty Images

Hasta entonces había pasado mucho, tanto que se jugó la primera prórroga del Mundial. La primera como tal, porque con estos descuentos algún partido ya ha ‘sumado’ la suya... Fue un partido con alternativas en el Japón volvió a dejar su sello al mundo. Ya no se puede decir que sorprendiera a Croacia, que también tuvo sus ocasiones clarísimas en el primer acto. Pero siempre veloces cual rayos, los asiáticos asediaron el área croata entre diagonales y combinaciones sin descanso hasta que llegó el premio de Maeda justo antes del medio tiempo.

Con ese juego a Croacia no le valdría y, con la reanudación se vio otra cara. Sabedores de los problemas nipones por alto, ese fue el camino al empate, obra de Perisic en el 54′. Luego vendría Modric y varias más para romper la igualada, mientras Japón aguantaba el chaparrón hasta agarrarse a la prórroga. En ella se vivió el miedo a perecer ahogado en la orilla... Todo llevaba a los penaltis.

Y desde los 11 metros no hubo historia. Croacia, aún sin Modric ni Kovacic, tiene callo en esa suerte que le llevó hasta la final en Rusia 2018. Y Japón pasó de su descaro a la ingenuidad en varios lanzamientos muy inocentes contra los que se agigantó el ya de por sí alto meta croata. Honores para Livaković.

Brasil 4-1 Corea del Sur

En la teoría era el cruce más desigual de todos los octavos, pero cualquiera hace estos análisis previos con la que está cayendo en Qatar... Brasil, clasificada con solvencia pero sin demasiado brillo hasta ahora, conectó el modo de las grandes noches. Con Neymar de partida, recuperado de su lesión de tobillo, en un puñado de minutos había sentenciado a Corea del Sur. Vinicius en el 6′ y el propio Neymar de penalti en el 12′ rompieron el partido mezcla de talento y sangre fría.

Lo que vino después fue la exhibición de una maquina de hacer fútbol y goles (especialmente) cuando tiene el partido de cara. La fiesta se desató con el golazo anotado por Richarlison en el 28′. Brasil se dio a un baile al que se sumó hasta el seleccionador, Tité. No dio tiempo ni a aprenderse la coreografía cuando cayó el cuarto, de Paquetá. En todos lados aparecían los mismos: Vinicius, Neymar, Raphinha, Richarlison...

  Neymar lanza un beso al cielo tras su golMANAN VATSYAYANA via Getty Images

Entonces sí, la pentacampeona sacó la bandera blanca... No había necesidad de más sangre, aunque el árbitro sí parecía quererlo. ¿Por qué añadir 5 minutos en un primer tiempo que ya va 4-0?

Sobraron esos 5 y los siguientes 45, la verdad, sin nada real en juego, salvo la estadística y la honra de los surcoreanos, que llegó -y de qué forma- con el 4-1 de Paik Seung-Ho. Otro tanto estupendo aunque no reciba baile. Tampoco lo recibió Raphinha, insistente en la búsqueda de un gol que no llegó. No todo iba a ser hoy, bastante show habían dado los suyos en 35′. El final del partido trajo un bonito detalle de ánimo al ídolo Pelé, que es lo mismo que decir Brasil.