Johnson, a la defensiva mientras espera el veredicto sobre su futuro
Acorralado por las fiestas que surgen como champiñones y por su rescate de perros antes que personas de Afganistán, el 'premier' aguarda el informe del que todo pende.
Acosado por el escándalo de las fiestas en Downing Street, el primer ministro británico, Boris Johnson, se ha mostrado a la defensiva en su comparecencia semanal ante el Parlamento, cuando rechazó dimitir mientras espera las conclusiones de un informe interno y una investigación policial.
En una tensa sesión en la Cámara de los Comunes, el líder laborista, Keir Starmer, le preguntó sobre si pensaba dejar su cargo, dado que, en contra de lo que el jefe del Gobierno argumentó durante meses, se ha demostrado que hubo festejos en su residencia y despacho oficiales en posible violación de las restricciones por la pandemia.
“No”, respondió Johnson con furia. Y, apostando por el ataque como mejor defensa, acusó a su rival de ser “oportunista” y tratar de forzarle a comentar sobre un asunto del cual, según él, “no puede hablar aún”.
Posteriormente, en otro potencial golpe para el primer ministro, unos mensajes filtrados hoy a una comisión parlamentaria indican que pudo mentir cuando en diciembre negó rotundamente haber autorizado la evacuación de Afganistán el agosto anterior de los animales de un refugio dirigido por el exsoldado británico Pen Farthing, criticada por priorizarlos a las personas.
El informe más esperado
En su intervención parlamentaria, el dirigente tory respondió afirmativamente cuando Starmer le preguntó si dimitiría en caso de que, en violación del código de conducta ministerial, se pruebe que “engañó a sabiendas” al Parlamento al asegurar hace unos meses que no hubo actos sociales en Downing Street ni se incumplieron las normas sanitarias.
El líder de la oposición le reprochó poner al Reino Unido en una situación “vergonzosa”, después de que la Policía Metropolitana de Londres (MET, o Scotland Yard) confirmara ayer que investigará las reuniones en Downing Street que pudieron violar la normativa.
Pero antes de conocer el resultado de esta pesquisa, en la que Johnson podría ser interrogado como testigo o incluso como sospechoso, se espera la publicación en breve del informe realizado por la funcionaria Sue Gray, que detallará, aunque quizás sin atribuir responsabilidades, lo que ocurrió en la sede gubernamental durante los confinamientos.
En medio de una gran expectativa, el primer ministro indicó en los Comunes que, en cuanto lo reciba, divulgará el documento al completo, entre temores de los diputados de que dé a conocer solo una versión recortada, y se ha comprometido también a comparecer ante la Cámara baja para comentarlo.
En este sentido, el presidente de los Comunes, Lindsay Hoyle, ha asegurado que, después de que hiciera esa declaración, pospondría la sesión un rato para que los parlamentarios pudieran preparar su respuesta.
En manos de sus colegas
Durante el careo con Starmer de este miércoles, Johnson se mostró bravo tanto para intentar avasallar a su adversario como para impresionar a sus propios compañeros de filas, de cuyo apoyo depende su futuro.
Preocupados por un avance de los laboristas entre el electorado, los diputados conservadores jalearon a su líder en varias ocasiones, lo que no significa que no le vayan a retirar el respaldo una vez conozcan el contenido del informe de Gray.
Dependiendo de esas conclusiones -y sobre todo de la investigación policial-, los tories podrían decidir organizar una moción de confianza interna contra Johnson, que estaría obligado a dimitir como líder del partido y primer ministro si la perdiera y sería sustituido por un candidato surgido de una elección interna.
Parece más improbable que el jefe del Ejecutivo deje el puesto por iniciativa propia.
Mientras se decide el porvenir de Johnson, que en 2019 logró la mayor mayoría absoluta conservadora desde 1987, dos de los presuntos aspirantes a sucederle juegan sus cartas: haciéndose el huidizo, como el ministro de Economía, Rishi Sunak, o cerrando filas, como la titular de Exteriores, Liz Truss, que hoy aseguró que está con el jefe “al cien por cien”.
Las cosas de Boris Johnson
Efectivamente, dentro de un caza de las fuerzas aéreas británicas (RAF)
Podría ser una foto más, pero se trata de una visita al centro de control donde se estaba construyendo una central nuclear
Quizás no era la mejor forma de posar durante su visita a la India.
En su visita a la India aprovechó para saludar a una deidad
Si hace falta pinta él las líneas del campo de juego, como en esta visita al césped del Bury FC
A los mandos de un brazo robótico, echando una mano durante una visita a un centro de FP de Burnley
Johnson, haciendo algo extraño con las manos durante una conexión en directo con el presidente ucraniana, Volodímir Zelenski
Johnson disfrutando de los cuadros del Museo de Prado antes de la cena de líderes por la Cumbre de la OTAN en Madrid
Están todos contados, Boris. Y conocemos el catálogo del British Museum
'¿El parecido es razonable?'. Fuera bromas, es un retrato de la reina de Inglaterra.
Y sí, el retrato lo hizo él.
No estamos seguros de si está preguntando si lo tienen en un tamaño más grande, pero este es un momento de su visita a una fábrica militar en Belfast
¡No, por favor! Decidnos que eso está descargado.
Ojalá supiésemos qué le ha dicho este niño de una escuela de Kent a Boris Johnson
Johnson, en la misma visita a la escuela de Kent, pero tras 'pasar de curso'
Una auténtica rareza en su carrera política, en esta imagen está dimitiendo
Johnson en una fotografía tomada el 13 de noviembre de 2020, durante la pandemia, en lo que aseguró que era una "reunión de trabajo"
Johnson, ayudando a un estudiante de fontanería de un centro de Blackpool con las medidas de un tubo
Johnson, en el mismo centro educativo, pero esta vez poniendo su granito de arena para terminar un muro
A punto de embarcar hacia Kiev para visitar al presidente ucraniano, justo después de que saliese publicado el informe del 'partygate'
Vale, en esta no sale Johnson, pero esta es la cara del gato Larry (la mascota de Downing Street) el mismo día en que Boris dimitió
Johnson, a punto de cortar un pepino recogido de una granja de Cornwall por él mismo. Y bajo la atenta mirada de preocupación de su acompañante.
Johnson, visiblemente satisfecho por la producción británica de brécol.
Johnson, durante una visita a una escuela de Kigali (Ruanda) y, al parecer, es el único que no sabe la respuesta a la pregunta.
Las mil caras (y gestos) de Boris Johnson. Un personaje popular y populista que ha dejado no pocas imágenes 'sui géneris'. Y es que jugando a la cuerda con traje, corbata y zapatos la cosa pintaba fea.
Johnson, ¿dejándole paso? al canciller federal alemán Olaf Scholz en un paseo durante la última reunión del G7
Johnson, nada agobiado por la presencia de periodistas antes de aterrizar en Madrid para asistir a la Cumbre de la OTAN 2022
No solo se le ve practicando deportes, también (hace que) trabaja, como en esta imagen.
Un poco de "running" con bermudas de playa. Peligrosa mezcla.
En su etapa de alcalde de Londres se implicó mucho en promocionar deportes como el rugby de cara a los Juegos Olímpicos. Quizá demasiado. Pobre niño...
Pero en un plano más "serio", fue uno de los grandes referentes de la campaña por el "Sí al Brexit". Por supuesto, su campaña fue "a lo Boris Johnson".
En cualquier lugar y con cualquier objeto: a la salida del bus promocional para el "Vote Leave" contra la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea.
No sabemos si es fan de Pink Floyd, pero aquí hizo un guiño a su "Another brick in the wall".
Otro momento deportivo; ahora toca cricket.
Y con la vuvuzela, que tan popular se ha hecho en los últimos mundiales de fútbol.
Si tenía que mojarse por un tema, lo hacía. Literalmente.
Otro momento rugbístico en una sesión de "entrenamiento" grupal.
Un gesto de extraña explicación en plena comparecencia.
Su look con ese flequillo despeinado a veces le ha jugado malas pasadas.
Indefinible.
¿Un remake de "Los gemelos golpean dos veces"?
Si es lo que parece, el voleibol paralímpico no se le da muy allá.
Rugby, voleibol, atletismo... y un poco de tenis, como en este partido benéfico en Queen's.
Cuando estaba a un paso de ser el primer ministro británico, parecía haberse vuelto más "formalito". Aunque con Boris nunca se sabe.
Cuando estaba a un paso de ser el primer ministro británico, parecía haberse vuelto más "formalito". Aunque con Boris nunca se sabe.
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Cuando estaba a un paso de ser el primer ministro británico, parecía haberse vuelto más "formalito". Aunque con Boris nunca se sabe.
Las mil caras (y gestos) de Boris Johnson. Un personaje popular y populista que ha dejado no pocas imágenes 'sui géneris'. Y es que jugando a la cuerda con traje, corbata y zapatos la cosa pintaba fea.
En su etapa de alcalde de Londres se implicó mucho en promocionar deportes como el rugby de cara a los Juegos Olímpicos. Quizá demasiado. Pobre niño...
Pero en un plano más "serio", fue uno de los grandes referentes de la campaña por el "Sí al Brexit". Por supuesto, su campaña fue "a lo Boris Johnson".
En cualquier lugar y con cualquier objeto: a la salida del bus promocional para el "Vote Leave" contra la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea.
Las mil caras (y gestos) de Boris Johnson. Un personaje popular y populista que ha dejado no pocas imágenes 'sui géneris'. Y es que jugando a la cuerda con traje, corbata y zapatos la cosa pintaba fea.
En su etapa de alcalde de Londres se implicó mucho en promocionar deportes como el rugby de cara a los Juegos Olímpicos. Quizá demasiado. Pobre niño...
Pero en un plano más "serio", fue uno de los grandes referentes de la campaña por el "Sí al Brexit". Por supuesto, su campaña fue "a lo Boris Johnson".
En cualquier lugar y con cualquier objeto: a la salida del bus promocional para el "Vote Leave" contra la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea.