El presidente de Irán, Masud Pezeshkian, ha anunciado este martes el fin de la guerra entre su país e Israel. "Estamos presenciando un alto el fuego y el fin de la guerra de 12 días que fue impuesta al pueblo iraní a través de la agresión imprudente y el belicismo del régimen sionista", ha expresado el mandatario iraní a través de un comunicado.

Este anuncio se produce tras 12 días de intensos bombardeos entre ambos países que se ha saldado con la muerte de casi 250 personas, y con la participación definitiva de EEUU en el conflicto, con el bombardeo de las instalaciones nucleares iraníes el pasado sábado.

El comunicado de Pezeshkian llega también tras dos días en los que los mensajes desde Tel Aviv-Teherán-Washington han sido contradictorios. Y es que, mientras que Trump anunciaba un alto el fuego a última hora del lunes, en la mañana del martes los bombardeos entre Israel e Irán han vuelto a producirse. Eso sí, con menor intensidad.

Con el paso de las horas, los mensajes entre los mandatarios iraníes e israelíes han ido tomando unos tintes más pacifistas, en parte gracias a la mediación de Trump, que ha instado a ambos contendientes a aceptar un alto el fuego entre constantes mensajes de presión a uno y otro lado.

Sin embargo, y pese a que los mensajes de las autoridades iraníes han sido apaciguadores —señalando que "si Israel no violaba el alto el fuego", ellos tampoco lo harían— Israel ha adoptado otro tono en sus mensajes públicos.

Con posterioridad a las palabras de Pezeshkian, Benjamin Netanyahu ha celebrado una "victoria histórica" que, asegura, "perdurará durante generaciones" contra uno de los grandes enemigos de Israel. El primer ministro hebreo también ha advertido de la posibilidad de retomar los ataques si Irán trata de retomar su programa nuclear.