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El balance de la "Guerra de los 12 días" entre Irán, Israel y EEUU... por ahora

El balance de la "Guerra de los 12 días" entre Irán, Israel y EEUU... por ahora

Muertos, heridos, daños y amenazas de una contienda nunca vista que ha venido para darle la vuelta a Oriente Medio. 

Rescatistas y personal de seguridad trabajan tras un ataque con misiles iraníes en Tel Aviv, Israel, el 22 de junio de 2025.Tomer Appelbaum / Reuters

Oriente Medio vuelve a ser una montaña rusa de dolor y esperanzas, de anuncios y desmentidos, de promesas y violaciones. Esta madrugada, Estados Unidos anunciaba un alto el fuego entre Israel e Irán, tras 12 días de guerra, pero las partes remoloneaban a la hora de confirmarlo. Con el paso de las horas, lo hicieron. Formalmente, entró en vigor a las 7:00 horas de Tel Aviv (7:30 en Teherán, 6:00 horas en Madrid), tras una noche especialmente sangrienta en los dos países enfrentados, con nueve víctimas mortales en Irán y cinco en Israel. 

Sin embargo, hacia las 9:30 horas de este lunes (hora israelí), el Gobierno de Benjamin Netanyahu ha denunciado una supuesta violación del armisticio con el lanzamiento de nuevos cohetes sobre su territorio. Tel Aviv ha clamado venganza pero por ahora se desconoce que haya dado orden de responder. 

Este es el panorama en una contienda inédita, ya que Israel e Irán sólo se habían atacado directamente en sus respectivos territorios el pasado año, en abril y octubre, pero entonces casi apenas entrechocaron sus floretes, a modo de entrenamiento. Esta vez, los dos han ido con todo. Netanyahu justificó el ataque inicial explicando que quería acabar con el programa nuclear de los ayatolás porque suponía una "amenaza existencial" para su país, ya que según su inteligencia se habían encontrado suficientes kilos de uranio enriquecido en las centrales de Irán como para construir bombas atómicas de inmediato. 

No se han aportado pruebas de ello, aunque hasta Naciones Unidas ha reconocido que estaban subiendo las reservas y el porcentaje de enriquecimiento de este combustible. 

Desde que Israel inició su ataque militar contra Irán el 13 de junio, bautizado como Operación León Ascendente, ambos países han intercambiado regularmente ataques con drones y misiles que han dejado al menos 610 personas muertas en Irán, además de unos 2.000 heridos (según datos del régimen de los ayatolás) y al menos 28 muertos en Israel, además de unos 300 heridos (según las autoridades locales, también). 

En estos días, Israel ha atacado a Irán en todos los flancos, de su programa nuclear a la Guardia Revolucionaria, de sus unidades de Inteligencia al mando del Ejército. Ayer mismo, golpeó en lprisión de Evin -donde se recluyen buena parte de los disidentes y presos políticos de una de las dictaduras más duras del mundo-, más el cuartel de la Guardia Revolucionaria y la planta nuclear de Fordow. Fordow ha sido alcanzada repetidamente, desde el primer día, por ser la joya de la corona del plan nuclear de Teherán (pacífico, no militar, insiste el régimen). Además de Fordow, se ha golpeado en Isfahán, Natanz y Bushehr, todas ellas plantas de enriquecimiento de uranio o de transformación. En resumen, esenciales para tener base para un arma atómica, según las sospechas de Tel Aviv y de Washington. 

El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha confirmado que los daños en estas infraestructuras son severos. Más aún, después de que el sábado por la noche EEUU se sumase a la andanada de Israel y entrase en liza con sus propias bombas y aviones. La profundidad a la que están protegidos los silos nucleares de Irán hacía imposible para Israel destrozarlas por completo, porque sus proyectiles no tenían el poder suficiente, así que Donald Trump puso en marcha su bomba destruyebúnkeres, con una mayor capacidad de penetración. El vicepresidente de EEUU, JD Vance, ha dicho esta misma mañana que "Irán es incapaz de construir un arma nuclear con lo que ahora tiene".

Más allá de las infraestructuras y los almacenes, están los científicos que han estado trabajando décadas en el programa nuclear de Irán. Esta mañana se ha conocido que se han producido el "asesinato" de otro de ellos, Sedighi Saber, el décimo primer experto que caía en esta ofensiva. El conocimiento es complicado de borrar, eso Israel lo sabe, pero no por ello es menos grave que haya eliminado a los mejores ingenieros con que contaba el líder supremo, Ali Jamenei. Un proceso que no es nuevo, que acumula muchas bajas en años recientes y que puede erosionar notablemente los intentos de hacer resurgir las investigaciones. Los expertos insisten en que, pese a lo perdido en lo material, los ayatolás han sabido moverse rápido y trasladar parte de sus reservas, por lo que no todo está perdido

Grande ha sido también el golpe a la cúpula armada de Irán. Ha perdido dos jefes de Estado Mayor en cinco días, más un jefe de la Guardia Revolucionaria más otro de la Inteligencia interior. Reuters calcula que, en total, han muerto una veintena de altos mandos, que han sido rápidamente reemplazados por el régimen. También han sido alcanzados una decena de puntos "estratégicos" militares, como instalaciones de misiles balísticos de la Guardia Revolucionaria. Las IDF sostienen que se han centrado en las llamadas "ciudades de misiles", entre montañas, inaccesibles prácticamente, y han acabado con entre la mitad y dos terceras partes de ellas. Misma cifra de lanzaderas de misiles alcanzadas, añaden.

No hay balance de las viviendas particulares o infraestructuras civiles alcanzadas en Irán en estos días, un tiempo en el que se calcula que casi un millón de los diez que hasta ahora viven en Teherán han tenido que dejar sus hogares por miedo a la inseguridad de los ataques. Toda la capital era diana de Israel y así lo han hecho saber sus gobernantes. En las últimas jornadas ya empezaba a ser complicado encontrar ciertos víveres por el cierre de los mercados y la interrupción de las comunicaciones por carreteras. 

Queda en el aire qué va a pasar con Jamenei y su revolución islámica, con sus 46 años de clérigos en el poder, porque en estas jornadas de guerra Israel ha dejado claro que quiere un cambio de régimen, deseo al que EEUU no ha puesto objeción alguna. Trump ha llegado a decir que sabe dónde se oculta el líder supremo iraní, que no ha aparecido en todos estos días de crisis, pero que no cree que estemos en el mejor momento para acabar con él. Netanyahu no ha dejado pasar ni un sólo día sin pedir a los iraníes que se levanten y lo echen. 

En el caso de Israel, se calcula que son decenas las viviendas o bloques afectados, aunque no se ha dado noticia de alcances en infraestructuras militares, bases u oficinas. Sí fue alcanzado un hospital en Bersheva (entro) y la zona de almacenamiento de combustible del puerto estratégico de Haifa (norte). Las informaciones han estado muy controladas tanto en prensa regulare como en redes para no dar pistas a los atacantes sobre sus objetivos, pero sí se ha informado de que el sistema de capas que protege el cielo del país ha estado funcionando al 90% de efectividad, lo que ha evitado males mayores. Se le han visto grietas, eso sí, porque nunca se había enfrentado más que a cohetes o morteros de Hamás o Hizbulá y no a misiles de la naturaleza de los usados por Irán. 

En este balance hay que añadir, de ayer tarde, la réplica de Irán a la entrada en liza de EEUU, con un ataque a la muy relevante base de Al Udeid en suelo catarí, contra la que los ayatolás lanzaron 14 proyectiles. Todos fueron interceptados y, además, Washington recibió una llamada previa de aviso de Teherán, por lo que el propio Trump calificó el ataque de "muy débil", por sus escasas consecuencias. Fue la respuesta esperada, un paso calculado y sin daño, que horas después daba paso a una tregua... que nadie sabe lo que va a durar.