Las unidades ucranianas prosiguen su incursión en Kursk —aunque su presencia cada vez se encuentra más debilitada— en compañía de combatientes de países como Colombia, acostumbrados a contar con pocos recursos y a resistir en condiciones difíciles, pues fueron entrenados para la guerra en la jungla. 

Ahora, dichos soldados, quienes participan mayormente en calidad de granaderos de asalto, se encuentran luchando en la región, en la cual también permanecen las tropas norcoreanas, quienes están en el conflicto como apoyo a Rusia. 

Según uno de los combatientes voluntarios colombianos, su trabajo consiste en asegurar las posiciones con drones y artillería para poder avanzar después, algo que suelen conseguir con facilidad debido a su experiencia. De hecho, el teniente Hamlet Avagyan, comandante de la 47ª Compañía de Voluntarios de Colombia, asegura que incluso pueden realizar misiones de manera independiente, llegando a preferir incluso roles de primera línea. 

Cabe destacar que además de contar con experiencia contra las bandas de narcotraficantes y cárteles, el país dispone de uno a dos años de servicio militar obligatorio y tiene el segundo ejército más grande de América del Sur. Sin embargo, los altos costes limitan el reclutamiento de estos soldados, no tanto por su sueldo (ya que es el mínimo), sino por los gastos de viaje. 

Las tropas colombianas consiguen cambiar el rumbo

Un ejemplo de la eficacia de estos soldados lo muestra el medio ucraniano 'Euromaidan Press', el cual afirma que durante una misión los rusos habían conseguido acercarse al punto de encuentro de los ucranianos, por lo que, para frenar su avance, el ejército ucraniano envió a seis soldados colombianos en un vehículo blindado de combate. 

"Bajo un intenso fuego, el Bradley (vehículo de combate) desembarcó al grupo de asalto. Se movieron en parejas para avanzar, mientras que cuatro proporcionaron fuego de cobertura, acercándose y despejando un edificio lleno de tropas rusas usando granadas y fuego de rifle", destaca el medio. Sin embargo, a pesar de la gran ofensiva rusa, los colombianos lograron mantener la compostura y completar la misión con éxito y sin bajas, lo que llevó a la felicitación de su comandante. 

Otra muestra del poder de estos combatientes ocurrió con los norcoreanos, los cuales intentaban asaltar las defensas de Ucrania. "Los soldados de la compañía compartieron imágenes geolocalizadas de cada uno de ellos derribando cuatro BMP cargados con soldados norcoreanos usando misiles antitanques Stugna-P", afirma la publicación, que añade que los norcoreanos que lograron sobrevivir se dispersaron a sus posiciones, lo que llevó a una batalla de 10 días que finalmente acabó en la victoria de los ucranianos y colombianos.