El Kremlin construye una nueva infraestructura militar en su frontera con Finlandia. En este sentido, las fuerzas de la OTAN muestran preocupación y lo ven como un "intento deliberado" de poner a prueba a la Alianza.

En declaraciones recogidas por el diario británico Daily Mail, la teniente general Vesa Virtanen, subjefe de Defensa de Finlandia, opina que Putin "está poniendo a prueba la unidad de la Alianza". De este modo, cree que "Rusia está probando hasta qué punto puede actuar sin que se active el artículo 5 con la migración masiva, con ataques cibernéticos, con interferencias de GPS y con ataques en el espacio de información".

"Durante la guerra había unos 20.000 soldados estacionados y unas cuatro brigadas de reserva, ahora vemos que Rusia está construyendo nuevas infraestructuras, y tan pronto como puedan, más tropas en esta región", asevera.

La subjefa del ejército finlandés, en sus declaraciones, informa que "habrá más tropas" en las inmediaciones de la nueva infraestructura militar de Putin. Finlandia es parte de la OTAN desde abril de 2023; un acontecimiento que amplió la frontera de la Alianza en más de 1.300 kilómetros.

A pesar de la nueva construcción, Putin ha desestimado las preocupaciones sobre un posible ataque contra la OTAN, como "una completa tontería". "Rusia no tiene interés de entrar en conflicto". 

Aun así, ante la  previsión de posibles amenazas, Finlandia ha iniciado la construcción de una valla fronteriza de 200 kilómetros para "mejorar la seguridad y reducir la dependencia de los controles fronterizos de los rusos". De acuerdo a la información difundida, esta estrategia tiene el fin de "permitir que una fuerza invasora cruce inicialmente la frontera, sólo para encontrarse con una fuerte contraofensiva".

Además, a medida que crecen las tensiones en la frontera, "la integración de Finlandia en el marco de defensa de la OTAN continua". De este modo, se pretende construir un nuevo centro de mando de la Alianza en Mikkeli, a menos de 200 kilómetros de la frontera rusa. Pero no sólo Helsinki se blinda en este sentido. Todos los países miembros de la UE se preparan para un posible escenario de guerra.