Donald Trump no estará en Moscú el próximo 9 de mayo. El Kremlin ha confirmado que ni siquiera existen conversaciones abiertas para que el presidente estadounidense asista al desfile militar con el que Vladímir Putin celebrará por todo lo alto el 80º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial.

"No hay conversaciones sobre la llegada de Trump al desfile del Día de la Victoria", ha zanjado el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, según informa la agencia estatal rusa TASS. Putin, en cambio, sí ha invitado a la fiesta a mandatarios como el presidente chino, el brasileño y el líder israelí, según recoge el diario The Kyiv Independent.

El Día de la Victoria es una cita clave para Putin, que cada año convierte el centro de Moscú en una gran exhibición de músculo militar, llena de tanques, misiles y patriotismo en estado puro. Una celebración que contrasta con los actos más austeros que se celebran en Europa el 8 de mayo, fecha oficial del fin del conflicto para los aliados occidentales.

Aunque Trump está fuera de juego, otros líderes internacionales sí estarán presentes, ignorando incluso las advertencias de la Unión Europea. Es el caso del primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, y del presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, a quien Bruselas ha advertido que su asistencia podría bloquear la adhesión serbia a la UE.

Mientras Rusia exhibe su potencial bélico, la diplomacia entre Washington y Moscú sigue fría. Trump ha dejado claro a través de sus asesores que no levantará el teléfono para hablar con Putin hasta que Rusia acepte un alto el fuego definitivo en Ucrania. Kiev, por su parte, contraataca invitando a los líderes europeos a su propio acto alternativo, también el 9 de mayo.