La idea lleva tiempo sobre la mesa, porque son la segunda fuerza en intención de voto e Interior alerta del riesgo para la seguridad nacional. Pero una reunión con neonazis para forjar un plan antiinmigración ha devuelto el problema al primer plano.
La primera unidad de una flota de 16 llegó en diciembre y cuando supere las pruebas, se espera que conecte Copenhague con la ciudad alemana de Hamburgo.
"El futuro de nuestra democracia no depende del volumen (con que griten) sus enemigos, sino de la fuerza de aquellos que defienden la democracia. Demostremos que juntos somos más fuertes", dice el presidente Steinmeier.
La derecha radical esconde sus formas y edulcora sus mensajes, pero su programa es el que es y acaba saliendo a la luz. Ojo: son segundos en las encuestas.
Una veintena de naciones se unen, en un momento en que se cuestiona la ayuda internacional en un conflicto largo, mientras llega nueva asistencia por aire.