Feijóo le marca el paso a Vox: Igualdad dependería de Presidencia y quiere una vicepresidenta

El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, acudió ayer a divertirse a 'El Hormiguero'. Un día después de que lo hiciese el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, marcando inexorablemente su entrevista. Sin embargo, Feijóo también le marcó el paso a otra persona, a su potencial aliado para lograr una investidura o formar Gobierno de coalición tras el 23-J, Santiago Abascal.

Durante su entrevista en el programa de Atresmedia, líder en entretenimiento, el jefe de la oposición mostró algunas de sus cartas en lo que a un hipotético Ejecutivo popular se refiere. El día del Orgullo LGTBIQ+, Feijóo aseguró a Pablo Motos que el Ministerio de Igualdad desaparecerá, pero será asumido por Presidencia -cartera de máxima confianza para un presidente-, creando una suerte de muro de contención ante los intereses que Vox ya ha hecho valer en numerosos acuerdos de Gobierno autonómicos y locales. 

Sobre los derechos LGTBIQ+ "sagrados"... y Vox

Eso sí, asegura que esos derechos que los colectivos están viendo peligrar en lugares como Valencia o Palma son "sagrados". Lo que no es sagrado, al parecer, es la ley trans que prometió modificar puesto que "no respeta el sexo biológico y lo vulgariza". Más suerte parece que ha tenido la ley del aborto -por cierto, después de que el Constitucional la avalase- al prometer el popular que "admitimos esa ley del aborto" y que una mujer "si lo interrumpe [el embarazo] de acuerdo con la ley, esa mujer está tomando una decisión legal en mi país que yo desde luego voy a respetar".

Feijóo defendió sus planes para Igualdad haciendo valer su currículum en la Xunta de Galicia: "Igualdad dependió de mí como presidente de la Xunta durante ocho años, era un organismo adscrito a la presidencia de la comunidad autónoma. Yo tenía cuatro cosas que dependían de mí: la tecnología, el turismo, el deporte y la igualdad. En el próximo Gobierno, si tengo la ocasión, Igualdad dependerá también de la Presidencia del Gobierno". 

También hubo mención a la ley de eutanasia que el PP rechazó defendiendo una ley de cuidados paliativos. Sobre la pionera norma aprobada en esta legislatura, apostó por buscar un punto de encuentro a través de dictámenes de comisiones de bioética con un proceso médico y asistencial. Feijóo cree que los pacientes pueden tomar una decisión que varíe en otras condiciones.

Insistió además en que un Gobierno funciona mejor con 14 ministerios que con 22. "Si los españoles quieren puedo ser el primer presidente del Gobierno nacido en la España rural", repitió de un ofrecimiento ya formulado en un acto en el que también habló sobre cómo en su infancia observaba atentamente la procreación de los conejos. 

Su vicepresidenta, su ministro de Economía y ¿el rol de Abascal?

El otro gran titular que dio el líder de Génova 13 tuvo lugar cuando fue preguntado sobre si Santiago Abascal podría acabar siendo su vicepresidente. Y él aseguró que "mi objetivo es nombrar una vicepresidenta de mi Gobierno". ¿Vicepresidenta primera?, ¿segunda?, ¿y Abascal? No se mojó, porque "nadie puede nombrar ministro sin haber estado investido presidente", ya que sería pecar de "soberbio", pero sí reiteró que "lo que no puede ser es que el PSOE pueda pactar con cualquiera y nosotros con nadie".

Su potencial vicepresidenta es un secreto tan bien guardado por el popular como la identidad de su ministro o ministra de Economía. En un momento en el que los distintos partidos reclaman al PP que detalle qué medidas desplegarán en una cartera tan estratégica, Feijóo solo aseguró que los que tiene pensados "son muy buenos". Pero le dejó un chascarrillo a Motos, ironizando con las palabras de Sánchez: "Usted se llama Motos y me parece que va mejor que la economía".

El compromiso fiscal de Feijóo: cargarse el impuesto a altas fortunas

Lo cierto es que Feijóo sí dio algunas pistas en materia económica y fiscal. Si bien es cierto que en algunas ya era conocida la postura del Partido Popular. O de parte del Partido Popular. Su objetivo es poner fin al impuesto a altas fortunas implementado por el Gobierno de coalición. 

Es decir, que se lo quitará a aquellas personas físicas que superen las ganancias de tres millones de euros. Eso sí, ha asegurado que su intención es devolver esta competencia a las comunidades autónomas para que decidan si quieren aplicarlo. A sabiendas del rechazo declarado de regiones como Madrid y después de que el 28-M diese un vuelco al mapa autonómico en favor del PP.

El líder del PP también quiere bajar el impuesto a la renta de los trabajadores que cobren menos de 40.000 euros y acabar con el Impuesto temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunas. "Lo voy a suprimir porque entiendo que ese impuesto era de las Comunidades Autónomas. Se lo devolveré a las Comunidades Autónomas y en Madrid no se venía cobrando. En Andalucía, el presidente (Juan Manuel) Moreno dijo que no lo iba a cobrar. En Galicia cuando yo me fui lo había reducido un 50% y el presidente (Alfonso) Rueda lo va a seguir reduciendo porque es el compromiso de la legislatura", esgrimió.