Señoros, cerrad la… boca de una vez

Señoros, cerrad la… boca de una vez

Menuda semana de señoros machitos garrulos patéticos.

Ortega Cano, en 'El programa de Ana Rosa'.TELECINCO

Hace un año más o menos, envalentonada por un optimismo insólito, escribí este postEn él venía a decir que los machos alfa, los gallos del corral, los señoros, los heterazos, estaban cada vez más solos, arrinconados, boqueando en mar abierto y chillando mucho, pero sin eco. 

Durante este tiempo, cada vez que he vuelto a exponer esta teoría, me salen colegas, hombres y mujeres para bajarme los ánimos. Una de ellas fue la escritora y colega Laura Ferrero (La gente no existe), que intentó y consiguió rebajar mi optimismo en una conversación que mantuvimos por teléfono. Me envió un par de artículos suyos para refrendar su tesis, la verdad. Otro, el propio Carles Francino, que citaba en ese post en uno de los ejemplos para demostrar mi tesis y que el viernes me recordó que los gallitos están ya en el conglomerado político…

Yo, que quiero seguir en mis trece, porque mi tesis es aspiracional, bonita, contemporánea, y no carpetovetónica como los señoros de los que hablo, he tenido que envainarme la espada esta semana varias veces, ante el aluvión de acontecimientos (vistos en la tele, además, tal ha sido su repercusión) que desmontan mi opinión y mi optimismo. Vamos, que me han puesto en mi sitio. He preparado un listado, corto pero potente, de seis episodios que son como seis B52. Allá vamos:

1. Ortega Cano y su semen. A estas alturas, si no lo habéis visto, es que vivís en otra dimensión, no solo no veis el universo Mediaset, que lo entiendo, tampoco frecuentáis las redes, ni conocéis a gente random, ni tenéis una vida más allá de vuestros libros y vuestro Filmin. 

Con esa frase “mi semen es de fuerza”, acompañada de su actitud corporal, que le dirigía mirando (mal) a cámara a su hastiada mujer Ana María Aldón, contaba un mundo entero, tan casposo, tan asqueroso, tan grosero, tan cutre, tan patético, tan trasnochado, tan ridículo, que creo que, hasta su archienemiga Rocío Carrasco, sintió lástima. Un ex torero viejecito, espoleado por la propia Ana Rosa Quintana, que por cierto le rio la ¿gracia? porque no le pareció mal, le pareció una broma sin más. Ana Rosa, que aprovechó su vuelta a la tele, tras sus meses de ausencia tratándose del cáncer que padece, para cargar contra el gobierno y sus gastos sociales. Eché de menos una frase de agradecimiento, no solo a Vasile, sino también a la sanidad pública que ha debido tratarla estos meses.  

Tan casposo, tan asqueroso, tan grosero, tan cutre, tan patético, tan trasnochado, tan ridículo, que creo que, hasta su archienemiga Rocío Carrasco, sintió lástima

Sobre esa frase del torero leí un tuit, ahora no recuerdo de quién que decía, muy bien dicho que significada el mítico “tú a mí me vas a dejar cuando me salga de los cojones”. Ese día, mirando el programa de Ana Rosa había 721.000 espectadores, con un 25,5 de audiencia. Arrasó en su vuelta, claro.  

2. Tamara Falcó y las niñas/madres felices a los 12 años. Las redes recuperaron una frase INCREIBLE que Tamara había pronunciado en El Hormiguero, a cuenta de la ley del aborto. Sí, yo también creí que era de ahora mismo, pero no. En cualquier caso, aquí vendría bien esa coletilla de “da igual cuando leas esto”. La marquesa, simpatizante o miembro, no sé bien, de Hazte Oir, (que eso ya de por sí, es pa morirse) dijo: 

“Sí que sé que tengo de amigas mías que han abortado y no las veo más felices por ello. Sin embargo, voy a la Fundación Madrina y veo a madres de 12 y 13 años sin recursos, porque te estoy hablando de gente que decía que no podía, que están sacando a sus hijos adelante con una sonrisa y sin un trabajo”, 

Brutal, sí, y más brutal fue la falta de réplica en la mesa que preside Pablo Motos. También es verdad que, ¿qué le dices después de eso? ¿Te levantas y te piras? ¿Te descojonas? ¿La miras con pena? Bueno, al menos la diferencia entre antes y ahora es que ahora al menos en las redes se le pone en evidencia. Le replicamos muchos, eso es verdad. Le contestó Rita Maestre entre muchas otras personas sensatas:

Dato: El hormiguero tuvo el lunes un 15,8 de audiencia, 2.300.000 espectadores.

3. La madre de la protagonista, que podría ser su hermana mayor. Veo series en las que una actriz hace de madre de otra actriz con la que apenas se lleva 12 años en la vida real. Puede que esa serie la haya guionizado una mujer, puede incluso que el casting lo haya hecho una mujer, puede también que la producción ejecutiva de la ficción esté en manos de una mujer. Porque hay una tela de araña invisible donde todas nos quedamos atrapadas, si no nos esforzamos por mirar a través, por quitarla de un manotazo. También por supuesto veo series en las que el señor MAYOR, sin problemas de edad, tiene una mujer 20 años más joven, sin que eso tenga justificación alguna en el guion. ¿Y qué problema hay? se preguntarán algunos, es solo una serie. Ya, pero es una serie que lanza mensajes sobre la imposibilidad de hacerse mayor si quieres seguir estando presente, que genera angustia entre las mujeres fundamentalmente.

4. Kiko Matamoros me da miedo. Pongo la tele y veo a Kiko Matamoros, exudando como siempre esa testosterona que me da un miedo que me muero, mostrando una agresividad verbal loca hacia una colaboradora, Laura Fa. Ya, ya sé que esa es la dinámica del programa, ya sé que ella está ahí porque quiere y entra en ese juego, ya sé que todo en ese espacio es ya casi un chiste, ya lo sé todo. Pero también sé que esa toxicidad penetra en algunas mentes y que se queda. Es un tipo, él y sus modos, que está presente muchas horas al día y muchos días a la semana, y muchas semanas al mes, en miles de salones de las casas convencionales de este país (cada vez menos, eso también es verdad. Yo creo que acabará muriendo de inanición). 

5. Que dice Iker Casillas que es gay, me parto. El futbolista y su tuit ¿absurdo? y sin la más mínima gracia, (y borrado después, sin éxito: para entonces ya se había hecho viral) en el que decía: “Espero que me respeten: soy gay”. Le contestó otro futbolista, Carlos Puyol riéndole la bromita de machito: “Es hora de contar lo nuestro, Iker”, y añadió un corazón. Luego pidió disculpas. Y se montó tal follón después, que Casillas dijo, emulando a la gran Paquita Salas, que le habían hackeado la cuenta. Cállate Iker, por favor, pensamos muchas.

Fue patético, pero hubo una cosa buena, creo, en todo esto. En otras circunstancias, ese chiste de mal gusto no habría generado nada, nadie le habría puesto el foco del sentido común, del buen gusto, de la educación, de la tolerancia, encima, y él habría seguido con su vida, y Puyol también. Ahora no, ahora estamos ahí, querido, os vamos a señalar, os vamos a acorralar, y nos vamos a descojonar de vuestras penosas actitudes. Ahora sois carne de meme. Algo es algo. 

El miércoles, por cierto, mientras escribo esto, veo que ha publicado otro tuit: 

Nada que añadir.

6. El colegio Mayor de machirulos envalentonados y las chicas de enfrente. Tras la performance de esos chavales, y sus alaridos, que como bien decía al día siguiente El mundo today, serán castigados con puestos en el IBEX 35 cuando sean adultos, empezó el jaleo. Todos nos llevamos las manos a la cabeza. Bueno, algunos tardaron un poco más. El Marca, por ejemplo, que tardó un día en darse cuenta: 

Pero el asombro mayor vino después, cuando ellas, las chicas de enfrente, las que se supone que debían estar airadas, soliviantadas, porque la algarada machista iba dirigida a ellas, contra ellas, era a ellas a quienes llamaban putas, a quienes amenazaban con violaciones, salieron en tromba diciendo que “pobrecillos” y que era “una broma”. Desolador fue eso, más que lo otro. Yo ahí me vine abajo. Porque eso contaba también un mundo entero y no era un mundo bonito. Me pregunto mucho por las madres y los padres de esos veinteañeros, porque tengo la edad adecuada para ser una de esas madres. Me pregunto cómo es posible que hayan sido criados por gente de mi edad, gente de cincuenta años criados en democracia plena. Me pregunto cómo es posible que un sistema educativo moderno no haya hecho mella…

Pero el asombro mayor vino después, cuando ellas, las chicas de enfrente, salieron en tromba diciendo que “pobrecillos” y que era “una broma

Y más detalles

  1. He dejado de ver La Resistencia, la verdad. Antes me acercaba a menudo, ahora ya no. No sabría decir la razón, (ya no sale Candela Peña, que siempre era una alegría) pero me consta que hay más gente como yo, no de mi edad, sino veinteañeros, que antes acudían a YouTube, y ahora pasan. 
  2. El desfile de las Fuerzas Armadas del día de la hispanidad, qué sopor, por dios. Pobre Letizia, pobres niñas, pobres realizadores de televisión. 
  3. Mario Conde y su soberbia y sus alardeos testosterónicos y sus fantasías en el programa Salvados, de La Sexta.

Tras el listado, vamos a acabar en alto, va, que yo quiero que mi tesis triunfe porque el mundo será mejor para todos, incluso para los señoros, que al final de sus vidas no tendrán más remedio que claudicar. Vamos pues con tres Esta semana también he visto Cerdita, la primera película de género de terror dirigida por una mujer, que no es otra que la grandísima Carlota Pereda: id al cien a ver la película y seguid a Carlota en todo lo que haga, nos va a dar grandes alegrías. 

Y la gran Jamie Lee Curtis nos ha dejado esta maravilla, en forma de mensaje contra el odio, la intolerancia, el machismo, la insensatez. Frente a todo ese listado desasosegante, otro bálsamo. El escritor Miguel Ángel Oeste ha publicado un libro excepcional, Vengo de ese miedo, donde cuenta su infancia espantosa a manos de un padre machista y maltratador, uno de esos tipos infames que poblaron el mundo. Oeste se abre en canal. Un hombre hetero, a punto de llegar a los cincuenta, capaz de desvelar lo que la violencia de un hombre puede hacer con un niño, con una mujer, con una sociedad entera. Bravo por él. Leer su libro entre tanta desdicha me rearmó un poco. 

MOSTRAR BIOGRAFíA

Periodista, ha trabajado para diarios como Levante y televisiones como Canal 9 y TVE. Es colaboradora de radios como Cadena Ser o RNE. Cubells ha publicado varios libros sobre el mundo de la televisión y también, en colaboración con Marce Rodríguez, el libro Mis padres no lo saben.