Nadie se esperaba que la nueva crisis de Putin en Rusia empezase con la patata
Los precios de las frutas y verduras se dispararon el año pasado en la Federación, haciendo que los rusos comunes sintieran cerca los efectos de la guerra de Ucrania.
Los precios de los alimentos en Rusia se han disparado en los últimos meses, mientras la economía del país enfrenta una gran crisis, sobre todo acentuada por las sanciones internacionales. El presidente, Vladimir Putin, enfrenta castigos paralizantes, con nuevas amenazas, además, que llegan de la recién estrenada Administración Trump, y aunque las cuentas han ido resistiendo por el mercado petrolero (a amigos como China e India) y la potencia de la industria del armamento, ya está causando problemas en los bolsillos del ciudadano medio de la Federación.
En lo básico, además: desde las patatas hasta el repollo, la inflación de los precios de los alimentos se disparó en Rusia el año pasado, cuando las sanciones se aplicaron mejor y se multiplicaron, conforme la guerra se perpetuaba. Las patatas, en concreto, experimentaron el mayor aumento, aumentando casi un 92% entre diciembre de 2023 y diciembre de 2024, según datos del servicio federal de estadísticas del estado de Rusia .
Mientras tanto, los precios de las cebollas, la col y el caviar rojo también se han ido a las nubes. Los precios de la mantequilla también aumentaron un asombroso 36%.
En general, los precios de las frutas y verduras aumentaron un insólito 22% interanual, indica el diario británico Express.
Esto ocurre mientras Trump advirtió esta semana que Putin podría esperar "altos niveles de impuestos, aranceles y sanciones sobre cualquier cosa que Rusia venda a Estados Unidos y varios otros países participantes" si se niega a poner fin a la "ridícula" guerra en Ucrania.
La medida podría dejar a Rusia en la ruina financiera en medio de una economía ya golpeada. El año pasado, el déficit del país superó los tres billones de rublos (unos 30.000 millones de euros) por tercer año consecutivo, confirmó el Ministerio de Finanzas.
A pesar de que los ingresos aumentaron un 26% a 36,7 billones de rublos (351.000 millones de euros), esto no fue suficiente para compensar los asombrosos costos de gasto, que se dispararon un 24% a 40,2 billones de rublos (385.000 millones de euros).
