Seria amenaza del jefe del Grupo Wagner a Rusia

Seria amenaza del jefe del Grupo Wagner a Rusia 

Prigozhin se muestra más crítico que nunca con Moscú y advierte seriamente al Kremlin del posible escenario que puede producirse en breve.

Sede Grupo WagnerAFP via Getty Images

Las enemistades entre el Grupo Wagner y el gobierno ruso son cada vez más evidentes y ya comienzan a ser algo habitual y repetitivo, sobre todo durante las últimas semanas. Tras la última humillación por parte del líder de los mercenarios, esta vez, Prigozhin ha vuelto a mandar un mensaje claro e inequívoco al Ministerio de Defensa ruso.

Una vez más y en un tono amenazante, el grupo ha vuelto a dirigirse al Kremlin para reiterarles su exigencia: más recursos para hacer frente a los militares ucranianos, una petición ante la que parece que desde Rusia están haciendo oídos sordos.

"Cada día tenemos pilas de miles de cuerpos que metemos en ataúdes para mandarlos a casa", han sido las palabras de un Prigozhin, cada vez más impaciente con la demora rusa en este sentido.

"Si no podemos resolver este déficit de munición, tendremos que retirarnos o morir para no acabar huyendo como ratas al final", declaró el oligarca ruso. A diferencia de otras ocasiones, esta vez sí parece que el ultimátum es serio, y desde Wagner esperan que el Ministro de Defensa, Serguei Shoigu, atienda sus peticiones.

La balanza puede decantarse

De lo contrario, Prigozhin ya se ha mostrado abierto públicamente a una retirada, ya sea parcial o total de sus tropas del frente de Bajmut, el epicentro de las luchas encarnizadas que están teniendo lugar durante los últimos meses entre rusos y ucranianos.

Sin duda, la decisión, que recae única y exclusivamente en Prigozhin, pueden desnivelar la balanza de un conflicto que parece más estancado que nunca pese a los bombardeos y pequeños avances que se están dando lugar en la zona. 

Esta solicitud, la enésima por parte de Wagner, se produce apenas unos días después de conocerse que Ucrania, con el respaldo de la OTAN, estaría ultimando una contraofensiva que comenzaría en pocas semanas, con el objetivo de superar  las tropas rusas, cada vez más mermadas, según la inteligencia británica.