Un experto en la UE duda del papel de España en el conflicto contra Rusia

Un experto en la UE duda del papel de España en el conflicto contra Rusia

¿Y si Madrid toma la bandera de la entrada de Kiev en la OTAN como ha tomado la del reconocimiento del Estado palestino? 

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, en el Paseo de los Valientes de Kiev, que luce el nombre del mandatario español.LA MONCLOA / FLICKR

España se ha destacado como el país que enarbola la causa palestina en Europa. Está intentando que un grupo de estados se le sumen en el reconocimiento de su estado -tiene el mandato del Congreso para hacerlo desde 2014-, en un momento crítico, con 35.000 muertos en Gaza a manos de Israel. ¿Pero y si hiciera lo mismo con Ucrania, ante la guerra de invasión lanzada por Rusia, impulsando su entrada en la OTAN

Es lo que plantea el analista Samuel Dempsey en el tanque de pensamiento Blue Europe, en un texto que explica que hasta ahora Madrid no ha tomado ese papel de cabeza del pelotón aliado. 

"España no ha defendido una posición clara sobre la adhesión de Ucrania a la OTAN, en parte por no querer ser la primera potencia de Europa Occidental en adoptar una postura, en parte porque no se perfila como un aspecto central de la estrategia española, pero también porque la conversación puede parecer prematura dado que Ucrania todavía está involucrada en un conflicto convencional en toda regla. Aun así, ahora se presenta una oportunidad para que España lidere esta conversación, similar a la que ha hecho en Palestina con el conflicto entre Israel y Hamás", destaca. 

Aún así, recuerda que entrar en la Alianza Atlántica no es hacerlo en la Unión Europea, por lo que el punto de estar en guerra es trascendental en el caso de la unión defensiva. Pero, incluso con ese condicionante, "ahora es un momento oportuno para España para allanar su camino como actor alternativo y con visión de futuro para la seguridad europea".

"Si bien España no tiene una política única hacia Rusia ni una política exterior institucionalizada, tiene muchos incentivos para abordar la amenaza de Rusia, del mismo modo que lo hace para liderar la conversación sobre la adhesión de Ucrania a la OTAN", expone el especialista en relaciones transatlánticas. "Tradicionalmente, el discurso interno de España sobre Rusia y Ucrania ha reflejado su posición geográfica dentro de Europa y sus propios desafíos políticos internos, conduciendo a menudo hacia una posición neutral sobre Rusia que refleja su pasividad internacional más amplia", insiste.

Sostiene que nuestro país puede jugar un papel importante por su ubicación geográfica y por su visión desde el sur, desde el Mediterráneo, más alejada de la habitual de Centroeuropa en lo que a Ucrania se refiere. "En la Estrategia de Seguridad Nacional (ENS) de España de 2021, el documento ponía énfasis en la importancia del flanco sur, particularmente el Sahel", recuerda, dejando más de lado el flanco este-Federación Rusa. "En la conversación sobre seguridad transatlántica y europea, esta descripción de la política exterior de España y su defensa de un “enfoque de 360 grados” hacia la seguridad europea a menudo parece actuar como una fuerza que se aleja del enfoque en Rusia. Sin embargo, la ENS de 2021 plantea la preocupación en las regiones MENA desde la perspectiva de un lugar de reunión para que los países impongan su influencia maligna, algo que Rusia hace activamente", destaca.

Si a España le interesa África, el sur, forzosamente le tiene que interesar lo que Rusia está haciendo en el continente, con una enorme presencia de sus mercenarios de Wagner y su empeño en los recursos naturales africanos, por ejemplo. 

"Combinado con la interferencia de Moscú en la crisis catalana y el historial de apoyo de España al flanco oriental de la OTAN, el enfoque de 360 grados de España no es una distracción de Rusia sino una perspectiva única sobre la amenaza que Rusia representa", añade. 

Recuerda las relaciones Madrid-Moscú de los últimos tiempos: "Bajo el anterior presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la pasividad del país se tradujo en una respuesta inconexa a Rusia. Apoyaron las sanciones de la UE y las medidas militares de la OTAN tras la anexión de Crimea, mientras que, además, en plena invasión rusa de Ucrania en 2014, el Ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, recibió los más altos honores en España. Este período de relaciones ruso-españolas llevó a muchos a creer que España no tenía intereses profundos en Rusia", indica el texto. 

Las cosas han cambiado notablemente. "En su apoyo abrumador a Ucrania después de la invasión rusa de Ucrania en 2022, España se unió a los Países Bajos, Suecia y Canadá para enviar tropas de la OTAN a Letonia. A la vanguardia de la política exterior española se encuentra el sentimiento proeuropeo que apoya una postura común de la UE ante las crisis en desarrollo", indica. "Lo que subraya es el reconocimiento de que el principal garante de la seguridad española y europea es Estados Unidos dentro de la OTAN, de ahí los planes de España de aumentar el gasto en defensa de conformidad con los requisitos de la OTAN. Aunque las fuertes críticas al papel de la UE y la OTAN en Ucrania son comunes en España, y las históricamente mantenidas “relaciones bilaterales, basadas en una densa red de acuerdos, convenciones e instrumentos de consultas políticas y económicas” con Rusia, su actual cambio de política y su política interna reflejan motivaciones mayores para contrarrestar a Rusia", sostiene.

Este momento, pese a los riesgos, "también presenta grandes oportunidades para el Gobierno español" porque con la marcha de Reino Unido de la UE los equilibrios de la Unión han cambiado, "dejando espacio para que España dé más dirección en la confrontación de la UE con las actuales realidades geopolíticas y geoeconómicas". Pedro Sánchez, dice, ha actuado con claridad y contundencia contra Putin y eso es lo que se necesita. "Esta claridad continua es lo que la UE y la OTAN necesitan para afrontar este desafío. En línea con este mensaje del gobierno, España debería aprovechar esta oportunidad de ganar mayor influencia en la mesa europea y transatlántica para ofrecer su perspectiva única. El político español Josep Borrell y jefe de política exterior de la UE ha abogado firmemente por que la UE garantice una Ucrania libre con total integridad territorial".

Recuerda que, "a pesar del pensamiento tradicional, los españoles hoy ven a Rusia como la principal amenaza del país", el 65% de los españoles apoya que la UE financie la compra de armamento para Ucrania y el suministro de equipamiento militar para el país, pero aún con esa "gran preocupación social y el apoyo a Ucrania", España todavía mantiene "una firme oposición marginal". 

"Tanto la extrema derecha como la extrema izquierda se han opuesto a apoyar a Kiev porque simpatizan con Moscú o creen que la OTAN no sirve a los intereses de España.  Muchos miembros del establishment tradicional mantienen “posiciones rusófilas o al menos favorables a Rusia”, que a veces coinciden con narrativas antiestadounidenses, antioccidentales o “antigrandes potencias”. Históricamente, este sentimiento se sentiría cómodo dentro del enfoque pacifista del gobierno, que se desvía de la respuesta militar o incluso de las sanciones, y enfatiza la diplomacia. Además, se combinó fácilmente con una “falta de preocupación por la dinámica de Europa del Este”, describe.

Dempsey repasa toda la historia de relaciones de nuestro país con Rusia y Ucrania, los apoyos militares y a la entrada en la UE, los tiras y afloja para dar material bélico a Kiev... "Considerando los factores multifacéticos de la postura de España en la invasión rusa de Ucrania, La Moncloa debería apoyar públicamente la adhesión de Ucrania a la OTAN. España (con un apoyo público abrumador a Ucrania) tiene intereses en la seguridad continental europea, contrarrestando la maligna influencia rusa en el norte de África y reconstruyendo Ucrania", concluye el autor.

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Y da ocho razones finales: "Promover la seguridad en el continente europeo";  "asegurar una África estable: contrarrestar la actividad maligna de Rusia en el norte de África"; reconstruir Ucrania para que cumpla su posición como socio comercial vital de España; avalar la preocupación de la sociedad española, que "ve a Rusia como una amenaza creciente por encima de todas las demás preocupaciones"; defender el sistema legal internacional y responsabilizar a Rusia por crímenes de guerra; aumentar la presión desde dentro de la UE y la OTAN para ser un aliado de seguridad confiable; afirmar el compromiso de garantía de seguridad de la OTAN, y tener "la oportunidad de ser un líder en Europa en materia de seguridad".