El plan de acción de Feijóo

El plan de acción de Feijóo

Intensa semana para el PP, que termina con la decisión de López Miras de incumplir su palabra e incluir a Vox en su Gobierno para evitar elecciones.

Alberto Núñez Feijóo, el pasado miércoles en el CongresoEuropa Press via Getty Images

Alberto Núñez Feijóo es consciente de que fracasará en su intento de ser investido presidente, en la votación que se celebrará en el Congreso el 27 de septiembre. Hoy por hoy, solo un milagro permitiría al PP arañar los cuatro escaños que necesita para hacerse con la mayoría absoluta. “Está muy difícil, pero había que intentarlo”, repiten en Génova, que se retrotraen a la noche electoral para explicar su estrategia. “Sánchez estaba montando una fiesta y habían perdido. Teníamos que reivindicar nuestra victoria electoral”.

El PP ha pasado un periodo de luto desde esa noche del 23 de julio, cuando su líder y todo su equipo salieron al balcón de la sede nacional, intentando transmitir alegría pese a la enorme frustración por el resultado en las urnas. Han sido semanas “difíciles”, reconocen internamente. De digerir el resultado e ir tocando palos para perfilar un plan de acción ante un escenario que no tenían previsto. El de ganar pero no poder gobernar. “Los ánimos han estado muy bajos. Las expectativas eran muy altas, nos veíamos en el Gobierno”, han afirmado en privado no pocos barones territoriales.

Algunos mensajes de Génova durante el mes de agosto provocaron confusión y preocupación en las estructuras territoriales. A micrófono cerrado, altos cargos solicitaron aclarar la relación del partido con Vox, asumir el resultado electoral y empezar a ejercer una oposición contundente o un reforzamiento de la dirección nacional. Así lo publicó El HuffPost. Los vaivenes de los portavoces con respecto a la negociación con Junts también generaron tensiones, con Alejandro Fernández criticando públicamente esta decisión.

  El presidente del PP catalán, Alejandro Fernández.Europa Press via Getty Images

En Génova admiten los baches en el camino de la investidura, que se prevé fallida. Feijóo dejó claro antes de verse con el jefe del Estado que quería su encargo, como finalmente así se produjo. Entonces, tocaba fijar la fecha. Las fuentes consultadas aseguran que el líder del PP solicitó unos diez días para negociar pero la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, le replicó que solo había dos opciones para esquivar que un adelanto electoral cayera en navidad. O la próxima semana o los días 26 y 27, que fueron los finalmente elegidos por Armengol.

“El mes se puede hacer muy largo”, resumió un veterano parlamentario, en conversación informal con este diario. Y así lo reconocen en el propio equipo de Feijóo, que trabaja para mantener hasta entonces la tensión informativa. Se han previsto contactos con todas las formaciones políticas salvo con Bildu y también con los presidentes de las comunidades autónomas. Con Íñigo Urkullu, Feijóo habló el miércoles. “Una conversación franca y provechosa” pese a que el PNV ya le ha dicho que no le respaldará.

La ronda de contactos presencial la abrió con el presidente en funciones, en la Cámara Baja. Y, según varios cargos consultados por este diario , Feijóo “reapareció” entonces tras el complicado periodo postelectoral. Blandió un documento con varios acuerdos de Estado y compareció ante los medios reivindicando una gran coalición, haciendo gala de su perfil moderado. “Se le entendió perfectamente y conectó con la gente que quiere un Gobierno que le solucione sus problemas. El Feijóo de siempre”, según un líder regional, que rebajó las chanzas sobre la legislatura de dos años. Juan Manuel Moreno se apresuró a respaldar sus palabras.

El pero llegó de la estructura madrileña. Junto al propio Feijóo en un acto de partido, Isabel Díaz Ayuso calificó de “bisoños” sus intentos de negociar con el PSOE. “No nos damos cuenta y estamos apelando de manera bisoña a un partido cutos principios se esfumaron”, fueron sus palabras. Si bien, le mostró su apoyo públicamente, orillando otro de los temas peliagudos para Génova: la reunión con Junts.

En el equipo de Feijóo aseguran que entienden los recelos de parte de su cargos y votantes pero que esperan que las dudas se acabarán disipando. ¿Por qué? “Porque al final, los españoles podrán comprobar cómo el PP habla con Junts pero le dice que no a sus pretensiones ilegales mientras Sánchez le dice que sí con tal de seguir en el poder”, según las fuentes consultadas. Y añaden: “Hemos dicho que no nos reuniremos con Bildu, porque su pasado es la banda terrorista ETA y no condenan sus asesinatos. Lo de Junts no es lo mismo, por muy grave que fuera”.

A la espera de los detalles sobre lo que resta de la ronda de contactos, Feijóo reunirá el lunes a la Junta Directiva Nacional, el máximo órgano entre congresos del PP. Y no se prevén movimientos internos contra el líder. “Nadie le discute”, coinciden varios líderes regionales. Fernández, el presidente del PP catalán que sabe que está de salida, tiene asiento en el órgano y podría tomar la palabra. También Fernando López Miras, que el viernes reculó incumpliendo su promesa y ofreció a Vox entrada en su gabinete para evitar repetición electoral. “Como María Guardiola”, reconocieron algunas fuentes del PP, que admiten que esto rompe el mensaje de moderación de esta semana.

“Estamos todavía despertando de la pesadilla de las elecciones. Ahora tenemos que prepararnos para el nuevo escenario evitando idas y venidas y con un mensaje claro a los españoles. Y en ese escenario estará Feijóo”, según el diagnóstico de un presidente autonómico.

En síntesis, Feijóo está haciéndose a un papel que no preveía en esta legislatura, el de liderar la oposición. Eso sí, no descartando en ningún momento un adelanto electoral. Pero antes, ha de superar el capítulo de la investidura, manteniendo el foco mediático y explicando “el proyecto que tenemos para España”. “Si no es ahora, será más tarde”, sentencia el gallego sobre su posible llegada a Moncloa, reconociendo lo hoy innegable: que no tiene los números para ser presidente del Gobierno.

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Corresponsal político de El HuffPost.