No sin Irene: los fieles a Podemos se plantean su voto a Sumar

No sin Irene: los fieles a Podemos se plantean su voto a Sumar

Tradicionales votantes de la formación morada proclaman que no votarán a Yolanda Díaz el 23-J tras el veto a la ministra de Igualdad

Irene Montero y Yolanda Díaz, el pasado mes de mayoEuropa Press via Getty Images

Lola lleva nueve años votando a Podemos. "Cuando empecé a escuchar a Pablo Iglesias en televisión, sentía que el pueblo hablaba a través de él. Que era posible vencer a los poderosos y hacer otra forma de política. A día de hoy, pese a todo, lo sigo pensando", asegura a El HuffPost esta malagueña de 55 años, exvotante del PSOE. Siempre le ha dado igual la convocatoria: en generales, autonómicas, locales o europeas, la opción que Lola ha escogido desde 2014 "para asaltar los cielos" ha sido la de Podemos. Hasta ahora. 

La decisión de la formación morada de confluir con Sumar en las elecciones generales del 23 de julio ha obligado a Podemos a diluir su marca en la plataforma promovida por la vicepresidenta segunda del gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Pero las exigencias, en una negociación a la que ha acudido desfondado por sus malos resultados el pasado 28-M, no han acabado ahí: según denunciaba el pasado viernes la secretaria general del partido, Ione Belarra, Sumar también había vetado en sus listas la presencia de la ministra de Igualdad, Irene Montero, así como otros de sus destacados dirigentes como Pablo Echenique. 

"Me entristece profundamente que Yolanda, a través de su equipo, proponga que el acuerdo electoral de coalición se construya sobre la exclusión a una compañera que ha llevado las transformaciones feministas más lejos que nadie antes en nuestro país, que ha construido con su equipo toda una nueva generación de derechos feministas: la nueva ley del aborto, la ley del 'sí es sí', la ley trans, y que ha representado el mandato que cientos de miles de mujeres le dimos en las calles", decía Belarra sobre el "principal activo político" de su formación. 

El exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, aseguraba también días más tarde que dejar a Irene Montero fuera de las listas de Sumar era "un error político", "una injusticia" y "un regalo para la mafia". "Apartar a compañeras que son un referente de la lucha feminista y que, precisamente por eso, han sido objeto de la violencia política, manda un mensaje de 'disciplinamiento': si quieres hacer política de izquierdas, procura que no hablen de ti Ana Rosa, Ferreras o Inda. Ese mensaje que se manda con esta decisión es malo y espero que Yolanda rectifique", señalaba en Rac1. 

Muchos votantes tradicionales de Podemos, como Lola, tampoco entienden la decisión de prescindir de Irene Montero. "Lo que han hecho con ella ha sido una canallada. Ha sido una ministra que ha trabajado para lograr avances sociales muy importantes y que ha sufrido un acoso mediático atroz. ¿Cuál es su culpa, hacer leyes de izquierdas, progresistas y transformadoras? ¿Por eso la sacrifican?", se pregunta.

El denominado 'veto' a Irene Montero se ha convertido en estos últimos días en protagonista indiscutible de la actualidad política. En redes sociales como Twitter, donde Podemos mantiene una presencia muy activa, muchos de sus seguidores criticaban esta postura y amenazaban con no votar a Sumar si Yolanda no recapacita. De hecho, el hashtag #YoConIreneMontero se convirtió en trending topic durante varios horas gracias a los seguidores de la ministra, que ensalzaban sus logros y publicaban algunas de sus más destacadas intervenciones en el Congreso de los Diputados o en mítines del partido. 

Ángel Adreo, que se denomina a sí mismo como "activista y militante de izquierdas", tiene claro que el próximo 23-J no va a votar a Sumar. "No puedo dar mi apoyo a una candidatura que celebran Ana Rosa, Ferreras y Eduardo Inda. Ni apoyar a una persona cuyas políticas defiende la patronal. Pero, sobre todo, no puedo votar a quien ha culminado la más atroz y bárbara persecución mediática que ha habido en este país contra Irene Montero", señala en una conversación con El HuffPost. Su opción para las generales será introducir en el sobre una papeleta de Podemos que él mismo ha diseñado y que ha difundido de forma masiva por redes sociales con Irene Montero como cabeza de lista junto a otros mediáticos nombres del partido como Victoria Rosell, Rafa Mayoral o Lilith Verstrynge. Su voto, por tanto, será considerado nulo. 

Silvia Agüero, una escritora feminista gitana que lleva años recuperando la memoria de la opresión del pueblo gitano, también se muestra enfadada ante la decisión adoptada por Sumar. "Para muchos, Iglesias y Montero son la viva imagen del demonio. En cuanto alguien tiene un poco de autoestima y es capaz de decir las cosas como son y de tener una posición fuerte, van a por él", asegura. Agüero no entiende que se intente apartar a "una tía que representa un feminismo más inclusivo y que ha sido atacada de forma constante por la ultraderecha". "Pensándolo mucho creo que es un movimiento muy de blancos. De payos. Pelearse por sillas sin contar con las personas racializadas. Sumar representa a una izquierda cuqui. Son todos guapísimos, blanquísimos, buenísimos y hablan haciéndose la rosca entre ellos. Por lo menos, Irene tenía en cuenta y apoyaba las posturas de muchos activistas", asegura visiblemente enfadada. 

La también colaboradora del Canal Red, la televisión de Pablo Iglesias, no tiene previsto, pese a todo, votar a otro partido que no sea Sumar. "Me gustaría castigar a Yolanda Díaz, pero por otro lado no podría votar al PSOE. Me moriría de la pena. Así que iré llorando a votar a Sumar", explica.

Otros simpatizantes de Podemos, en declaraciones recabadas estos últimos días por El HuffPost, aseguran que votarán donde esté Podemos "aunque sea con una pinza en la nariz" y algunos optarán por la abstención al no verse "motivados por alguien que ya no nos representa". Sólo unos pocos se han planteado la posibilidad de votar a Pedro Sánchez "para impedir la llegada de la extrema derecha al gobierno". 

Mostaza: "Montero no es un activo electoral para nadie"

  Yolanda DíazMarcos del Mazo

Pero, ¿puede pasarle factura a Yolanda Díaz este descontento generalizado de simpatizantes de Podemos? Los politólogos consultados creen que, pese al ruido generado, la polémica tendrá un impacto mínimo en el resultado de Sumar del 23-J. "Salvo un puñado de votantes muy fieles a Montero e Iglesias, la mayoría no va a encontrar otra alternativa que no sea votar a Sumar. Otra cosa es que genere abstención o desmovilización, pero el votante ofendido de Podemos debería votar a Sumar porque hay bastantes puestos de salida que ocupan representantes de Podemos", señala el analista político y jurista Eduardo Bayón

El politólogo Manu Mostaza, por su parte, subraya que el tradicional votante de Podemos "es cada vez más menguante". "Están muy organizados en redes sociales, pero ya son numéricamente irrelevantes", asegura. Para él, Yolanda acierta dejando fuera a Irene Montero de las listas.  "No tiene sentido que Sumar acabara siendo lo mismo que Podemos. Si tú te presentas con las mismas caras, no aportas nada nuevo. Lo que está intentando Yolanda Díaz es ofrecer un mensaje diferente y ofrecer una cierta transversalidad. Y ella sabe perfectamente que la figura de Irene Montero genera ya más ruido que otra cosa y que no es un activo electoral para nadie. Ni siquiera para Podemos", explica. 

Sobre las expectativas electorales de Sumar, Mostaza no le augura "un gran resultado" porque "el PSOE está en una ofensiva muy clara para hacerse con el espacio que pretende dominar". Bayón, por otro lado, cree que a Díaz le perjudica competir en un escenario "tan polarizado entre PP y PSOE". "Las polémicas de estos últimos no ayudan y la llamada unidad tampoco ha sido el hito emocional que esperaban. Además, Yolanda no ha sabido configurar un partido nuevo en el que se diluyan todos los demás. Sólo ha  construido una coalición. Y si obtiene un mal resultado el 23-J, eso puede acabar siendo un polvorín", concluye. 

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Licenciado en periodismo por la Universidad Carlos III. Actualmente, es redactor de política en El Huffington Post, tras nueve años como coordinador en ABC, cuatro como director digital en el grupo COPE y seis meses en Mediaset. Puedes contactar con él en javier.escartin@huffpost.es