Nikola Tesla se enamoró de una paloma... y otras seis rarezas más del inventor

Nikola Tesla se enamoró de una paloma... y otras seis rarezas más del inventor

Wikimedia Commons: Napoleon Sarony

Nikola Tesla (1856-1943) es famoso por ser pionero en las investigaciones sobre electricidad y robótica, así como por sus numerosos inventos, entre otros, la llamada bobina de Tesla.

No obstante, el científico e inventor serbio también se hizo famoso por sus raras obsesiones y por su comportamiento un tanto extraño. Por poner un ejemplo, ¿conoces a muchas personas que se hayan enamorado de un pájaro? Bueno, pues él sí. A continuación, recopilamos esta y otras peculiaridades sobre la figura de este hombre, considerado uno de los grandes olvidados de la ciencia.

1. Tesla estaba obsesionado con el número tres. Está claro que era un genio, pero eso no quita que fuera excéntrico. Era un completo maniático del número tres: se lavaba las manos tres veces seguidas e incluso rodeaba un edificio tres veces antes de entrar. En definitiva, se le podría haber diagnosticado un trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).

2. Odiaba las perlas. No soportaba verlas; las odiaba tanto que se negaba a hablar con mujeres que llevasen esta joya. Nadie sabe a qué se debía esta aversión, pero también podría tener su explicación en el TOC.

3. Mantuvo el celibato.El matrimonio no estaba hecho para Tesla, y él mismo lo argumentaba así: "no creo que podáis nombrar muchos inventos importantes que hayan sido ideados por hombres casados". Supuestamente, pensaba que el sexo podía entorpecer su actividad científica.

Algunos objetos de Tesla expuestos en el Museo de Nikola Tesla en Belgrado, Serbia.

4. Vivió en una habitación de hotel. Tesla vivió muchos años en Nueva York y pasó su última década alojado en el Hotel New Yorker. Su habitación era la 3327, una suite doble en la 33ª planta. Fue ahí donde desarrolló su pasión por las palomas, que trataremos a continuación.

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La casa donde nació Nikola Tesla (a la izquierda) y la iglesia donde su padre oficiaba misa en Smiljan. Los dos edificios se incendiaron durante las Guerras de Yugoslavia y el Gobierno croata posteriormente las reconstruyó.

5. Tenía un extraño cariño por las palomas. Hay mucha gente que echa de comer a las palomas del parque. Pero la obsesión de Tesla no acababa ahí. Él buscaba a palomas enfermas y las llevaba a su habitación de hotel. Una de ellas, en concreto, le robó el corazón. De hecho, esto fue lo que escribió sobre ella: "Quería a esa paloma al igual que un hombre ama a una mujer, y ella también me quería a mí. Me daba razones para vivir".

Demostración de la transmisión inalámbrica de energía durante una conferencia que Tesla dio en 1891.

6. Creía en la eugenesia. Parece ser que Tesla pensaba que algunas personas, sencillamente, no eran adecuadas para tener descendencia. Según Smithsonian.com, en 1935 publicó un artículo en una revista en el que afirmaba:

El año 2100 verá la eugenesia universalmente establecida. En épocas pasadas, la ley que rige la supervivencia del más fuerte más o menos eliminaba las razas menos deseables. Luego la nueva sensación humana de compasión comenzó a interferir con el funcionamiento implacable de la naturaleza. Como resultado de ello, seguimos manteniendo vivos y criando a los no aptos. El único método compatible con las nociones de civilización y raza para evitar la reproducción de los no aptos es la esterilización y la orientación intencionada del instinto de apareamiento. Varios países europeos y algunos estados de la Unión Americana esterilizan a los criminales y a los dementes. Esto no es suficiente. La tendencia de opinión entre los eugenistas es que tenemos que hacer que el matrimonio sea más difícil. Ciertamente, a nadie que no sea un padre deseable se le debe permitir la producción de una progenie.

7. Afirmaba haber inventado el "rayo de la muerte". Puede que a Tesla le encantaran los animales, pero no todo en él era amor y cariño. De hecho, defendía ser el inventor de un rayo de la muerte que bautizó como "Teleforce" que, teóricamente, "enviaba a través del aire rayos concentrados de partículas con una energía tan potente que podía aniquilar a una flota enemiga de 10.000 aviones a una distancia de más de 320 kilómetros desde las fronteras de una nación y causar la muerte de ejércitos enteros".

Urna con las cenizas del genio en el Museo de Nikola Tesla en Belgrado.

Este artículo fue publicado en la edición de Estados Unidos de El HuffPost y traducido del inglés por Marina Velasco.