El 'vlogger' de moda y otras víctimas del caso Ashley Madison

El 'vlogger' de moda y otras víctimas del caso Ashley Madison

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Las filtraciones de la web para infieles AshleyMadison.com comienza a tener consecuencias ante las nuevas hornadas de documentos desvelados, cada cual más extensa que la anterior. Tras el caso de la estrella televisiva ultraconservadora Josh Duggar, nuevas figuras públicas se están viendo salpicadas por la polémica y algunos gabinetes de crisis aseguran estar desbordados con peticiones preventivas. También comienzan a sucederse en todo el planeta los chantajes a personas anónimas con una moneda de cambio común: el bitcoin.

El mundo entero conoció a Sam Rader y a su esposa Nia cantando un tema de Frozen a sus hijos en el coche, viral que acumula 21 millones de reproducciones en YouTube. Es el mismo matrimonio que hace dos semanas dio la vuelta al mundo cuando él sorprendió a su esposa anunciando su propio embarazo, para poco después grabar un vídeo asegurando un aborto involuntario ante otros 19 millones de espectadores.

El éxito de su canal en YouTube, que han sabido administrar como si de su propio reality show se tratara, permite a estos dos autodenominados "cristianos devotos" evangelizar desde la plataforma online, además de encontrar una fuente de ingresos que les ha llevado a dedicarse a su nuevo negocio a tiempo completo. La familia factura nueve euros por cada 1.000 anuncios emitidos antes de sus vídeos, sin contar patrocinadores y otras formas de publicidad.

Cuando hace unos días se comprobó que Rader era uno de los clientes de Ashley Madison que aparecían en los primeros documentos filtrados, el estadounidense decidió entonar el mea culpa con el apoyo de su esposa en un nuevo vídeo titulado Forgiven (Perdonado). En él confirma su presencia en la web durante unos meses del 2013. "Es un asunto anterior a mi llegada a YouTube que ha quedado en nuestro pasado —asegura ante la cámara—. Tras haberlo discutido en su momento con nuestra parroquia, mi mujer y Dios me han perdonado, así que he sido absuelto por completo de ese pecado", dice Rader, mientras su esposa asiente desde un segundo plano. Horas más tarde, la estrella viral era expulsada de la conferencia Vlogger Fair de Seattle, acusado de amenazar de forma violenta a otro asistente.

Mientras está por ver si las recientes controversias del video-bloguero ensalzan o destruyen de manera definitiva su rentable canal de YouTube, sus explicaciones públicas siguen la estela de las ofrecidas la semana pasada por Josh Duggar. La estrella de la televisión y activista conservador confesó haber gastado casi mil dólares en la web propiedad de Avid Life Media para ser infiel a su esposa. "He sido el mayor hipócrita de la historia. Mientras defendía los valores de la fe y de la familia, he mantenido en secreto durante los últimos años que he visto pornografía en Internet y le fui infiel a mi esposa". Duggar se hizo célebre tras protagonizar durante siete temporadas el programa 19 kids & counting (19 hijos y sumando), en el que se relataba la vida familiar de este pastor evangélico y sus 19 hijos dentro del matrimonio.

Teniendo en cuenta que la web no verificaba las direcciones de correo facilitadas para darse de alta en el servicio de citas online, aquellas personas acusadas de ser clientes de Ashley Madison a partir de su cuenta de correo pueden alegar que un tercero lo hizo sin su consentimiento. Algunas mujeres ya han sido apuntadas con el dedo, como la presentadora de la cadena pública BBC Vanessa Feltz, quien se ha tomado con humor el aparecer en la temida lista y el hecho de que fuera su dirección de correo profesional, con dominio BBC, la que aparezca en ella. "No tengo ordenador, iPad o iPod y ni si quiera sé abrir esa cuenta de correo", ha declarado. Su colega de la BBC Radio 1, el célebre Scott Mills, también encuentra "hilarante" aparecer entre los usuarios y asume que algún oyente decidió darse de alta con su dirección de correo a modo de broma. La dirección está accesible desde la web oficial de la emisora pública.

La web no verificaba las direcciones de correo facilitadas para darse de alta en el servicio de citas online.En el caso de Celia Walden, periodista y esposa del expresentador de CNN Piers Morgan, explica su presencia en el archivo de clientes durante su proceso de investigación para preparar una entrevista con el fundador de la web, Noel Biderman, que se publicó en el año 2010 en la web de The Telegraph. A diferencia de todos estos nombres, a Josh Duggar y a Sam Rader se les descubrió a través de la dirección de IP de su ordenador, un dato algo más preciso a la hora de localizar al usuario real de la web. De esta forma como ya se ha detectado que varios miembros del Gobierno de los Estados Unidos todavía no identificados han usado sus cuentas desde sus puestos de trabajo, afirma Wired.

La prensa anglosajona comienza a especular con perfiles de figuras públicas que pueden ser expuestas en los próximos días, como jugadores de la liga de fútbol profesional NFL, ejecutivos de Coca Cola y políticos. En las mismas páginas, Eric Schifer, colaborador habitual de la edición estadounidense de Forbes y dueño de Reputation Management Colsultants, asegura que su compañía está recibiendo una gran cantidad de consultas de hombres de negocios, deportistas y políticos conservadores para gestionar una posible crisis de imagen, en el caso de desvelar sus nombres en próximas filtraciones.

Esta incertidumbre está facilitando el chantaje entre algunos de los 32 millones de usuarios de Ashley Madison. Un lector envió un email a la web informativa especializada en la moneda virtual Bitcoin, CoinDesk. En él explicaba que era usuario del servicio de citas y que había recibido amenazas, firmadas por Team GrayFlay, en las que se le solicitaba una transferencia en bitcoins a cambio de no exponer su caso, recoge la edición británica de Business Insider.

El mismo Team GrayFlay ha enviado peticiones similares a usuarios de Nueva Zelanda, según la publicación local Stuff. Los misteriosos correos solicitan entre 1 y 2 bitcoins (entre 195 y 390 euros) por mantener silencio y en algunos casos aportan datos personales de su destinatario para dar más peso a sus amenazas. El experto en seguridad digital Brian Krebs recoge en su blog que estos intentos de chantaje se están enviado de forma masiva entre los usuarios de la web de citas, por lo que los beneficios para los extorsionadores podrían ser millonarios. Quienes pueden tener pérdidas astronómicas son los responsables de Ashley Madison, tras comprobarse durante este ataque cibernético que la extrema confidencialidad y seguridad que prometen a sus clientes no es tal y que muchos de los perfiles femeninos publicados son falsos.

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