La peineta de la suerte de Santo Condorelli

La peineta de la suerte de Santo Condorelli

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Antes de lanzarse a la piscina, el nadador canadiense Santo Condorelli mira a la grada y levanta el puño con el dedo corazón estirado. Una peineta en toda regla. El gesto no se lo hace al público sino que va dirigido a una persona en particular: su padre.

Pese a lo que pueda parecer, no es un gesto irrespetuoso o de reproche hacia su progenitor, sino un ritual de buena suerte. Según le contó el deportista de 21 años a la cadena de televisión canadiense CBC, que lo hace desde que tiene ocho años, cuando le frustraba competir y perder ante nadadores mayores.

"Me dijo: 'Eres tú el que tiene que confiar en ti mismo y mandar por ahí a todos mis rivales. Cada ve que vayas a empezar hazme una peineta y yo te la devolveré", desveló el nadador.

En Río, sacará su dedo a pasear el martes día 9 en las eliminatorias de 100 metros estilo libre. También competirá en los 50 metros libres y los 100 metros mariposa.