El lado oscuro tras este vídeo de un oso acariciando a un perro

El lado oscuro tras este vídeo de un oso acariciando a un perro

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El pasado domingo David de Meulles grabó en Churchill (Manitoba, Canadá) una escena que enterneció el corazón de millones de personas en todo el mundo: la de un oso polar acariciando a un perro como si fuera su mejor amigo.

Este es el precioso momento, que una semana después acumula ya más de tres millones de visualizaciones en YouTube:

Todo muy bonito, sí, hasta que el dueño del lugar donde se grabó esta escena, Brian Landoon, contó a la cadena CBC que uno de esos osos terminó matando a uno de sus perros.

Para colmo, fue su culpa. Landoon cuenta con unos terrenos donde, además de tener a sus perros, es habitual ver osos polares.

Y él hace negocio de ello, llevando a grupos de turistas a observarlos e incluso a darles de comer. El único día en el que, según Landoon, no alimentó a los osos, uno de ellos mató y se comió a uno de sus canes.

Ian Stirling, profesor de la Universidad de Alberta, considera que el único responsable de eso es el propio Landoon. Primero, por dejar atados a sus perros. "Un perro atado es totalmente vulnerable. Si quieres que un perro actúe como un perro guardián, no debes atarlo con correa", indica.

Y segundo, por haber alimentado a los osos. "Debería evitarse cualquier situación que suponga alimentar a los osos de una forma antinatural y en contacto con los seres humanos", indica Stirling, quien además apunta a que este tipo de acciones pueden suponer "una pena de muerte" para los propios osos.

Según el experto, si los osos asocian a los humanos con la comida fácil, pueden acercarse a otras comunidades humanas que, si no quieren la presencia de estos animales, pueden terminar matándolos.

Pese a lo dramático de esta historia, siempre nos queda el consuelo de saber que, según De Meulles, autor de la grabación, el perro del vídeo no fue el que murió por las garras del oso.