Si esta niña no te emociona ni un poquito no sabemos qué puede hacerlo
Lagrimilla asomando en el ojo en 3... 2... ¡1!
Las películas de Pixar tienen la capacidad de despertar emociones a lo grande. Jentree, una niña estadounidense de dos años, lo ha descubierto bien pronto. Es la protagonista de un vídeo que se ha convertido en viral, grabado mientras veía con su abuela la película El viaje de Arlo.
La niña no pudo contener las lágrimas en una escena en la que las cosas no le van nada bien al dinosaurio Arlo. "Mi madre me ha enviado este vídeo de mi sobrina de dos años Jentree viendo una película y llorando porque el dinosaurio se cae y pierde a su madre", escribió Emily Broderick, tía de la criatura, en su cuenta de Twitter el 19 de septiembre.
Las imágenes acumulan desde entonces más de 200.000 me gusta y han sido compartidas 88.000 veces. En su perfil de Facebook el éxito ha sido similar, con más de ocho millones de reproducciones.
Durante la escena la niña llora porque el personaje "está triste" porque "salió volando". La abuela le tranquiliza haciéndole ver que el dinosaurio está mejor y que se está incorporando. "¡Levántate, dinosaurio", anima la pequeña desde el sofá.
"Quiere a su mamá", dice la niña entre lágrimas y pucheros. "Di '¡mamá!'", exclama a continuación.
“¿Estabas tú ASÍ de emocionado la primera vez que te comiste una Oreo? ¡Grahm sí lo estaba!”.
"¿Quién necesita crema facial cuando la mantequilla de maní es mucho mejor y más sabrosa?".
"¿Quién no quiere tener una mesita con tortilla preparada por un niño de dos años mientras estás intentando que el de 7 meses haga una siesta?".
"Cuando despierta y lo primero que quiere hacer es salir pero solo se mantiene quieto el tiempo suficiente para poder ponerle zapatos".
"La vez que decidió que era más fácil guardar sus galletitas de peces dentro de una cajita de tic tac".
"El disfraz de Halloween en julio. La única manera de que fuera a la tienda conmigo en paz".
"Su hermana mayor le dio un marcador para que pintara mientras yo preparaba la cena".
"Mi niña de 2 años tuvo que probar cada manzana hasta encontrar la que quería".
"Él decidió que quería ponerse su camiseta en su cabeza. Porque le dije que no podía hacerlo".
