Borau: la idea núcleo del guión en España

Borau: la idea núcleo del guión en España

Durante toda mi carrera como guionista nunca perdí de vista a Borau como profesor, cineasta y ser humano. Y de manera caprichosa y tardía descubrí su película 'Hay que matar a B', tan actual, tan necesaria y tan poco vista.

Nos describía la idea núcleo como esa esencia de la historia que íbamos a empezar a escribir. De la que la película no podría desprenderse jamás y que muchas personas ni siquiera se percatarían que existía. Todos los presentes en el aula le mirábamos como si nos hablara de física cuántica. Y entonces nos hizo la pregunta clave: "¿De qué habla Ciudadano Kane?" Y se lió parda.

Muchas veces vi Furtivos y Tata mía sin sospechar qué personalidad se escondía detrás de estas películas. Muchas veces soñé que escribiría historias y muy pocas que se convertirían en película. Un día mi vida se dirigía hacia un trabajo en Archivos y Bibliotecas pero otro epígrafe me llamó soberanamente la atención: Curso de Guión Cinematográfico, y el camino trazado de mi destino en la literatura cogió un desvío hacia el cine de la mano de José Luis Borau como profesor. Y escuché por primera vez los peligros de escribir sin saber sobre qué se escribía.

Durante toda mi carrera como guionista nunca perdí de vista a Borau como profesor, cineasta y ser humano. Y de manera caprichosa y tardía descubrí su película Hay que matar a B., tan actual, tan necesaria y tan poco vista.

He ganado algunos premios y muchas frustaciones pero sigo en la brecha diciendo "la culpa de todo la tiene Borau". Un día se lo conté y riendo me preguntó por qué. "Porque tu me enseñaste cómo se hacen buenos guiones, pero a mí la mayoría de la veces veces me salen mal." "Eso es porque eres muy exigente." Me respondió con su sonrisa de abuelo cariñoso y mirada audaz.

Nunca soñé que escribiría películas, tampoco que el destino me concedería un maestro como Borau que me mostraría el camino para aprender a mirar la vida que quería contar aunque quisiera hablar del silencio. Aprendí la lección de no olvidar de lo que hablo cuando escribo. Pero yo no quiero matar a B., yo quiero invitarles a ver la película que J.L.Borau dirigió y escribió junto con Antonio Drove, Hay que matar a B., y luego, si les parece, seguimos hablando.

La Academia de Cine nos ha recordado a todos que José Luis Borau, además de guionista, director, productor y profesor, creo una fundación para apoyar a jóvenes que quisieran iniciarse en el cine, que ocupó el sillón 'B' en la Real Academia Española, además de haber presidido la Academia de las Ciencias y las Artes Audiovisuales. Nos recordó que José Luis Borau fue valiente levantando sus manos blancas tras el asesinato del concejal del PP Alberto Jiménez Becerril y su mujer a manos de ETA para decir en una ceremonia de los Goya: "Nadie, nunca, jamás, en ninguna circunstancia, bajo ninguna ideología ni creencia, nadie puede matar a un hombre". Siempre tan preciso, así era Borau.