Se busca jefe de proyecto (en prácticas)

Se busca jefe de proyecto (en prácticas)

"Se busca becario en prácticas para estudio de arquitectura, experiencia mínima: 5 años". Que nadie se alarme, estas ofertas son habituales. Sabemos que las prácticas en empresas son una gran ocasión para aprender. También sabemos que muchas son fraudes que encubren puestos cualificados.

"Se requiere Jefe de Proyecto. Requisitos: Ingeniería Superior (Industrial, Telecomunicaciones, Minas...), Licenciatura en ADE, haber finalizado los estudios en los últimos tres años, Postgrado. Nivel: Becario / Prácticas".

"Se busca becario en prácticas para estudio de arquitectura, experiencia mínima: 5 años".

"Se precisa un licenciado en Marketing que sea bilingüe polaco para estudio de publicidad; remuneración: 100 euros mensuales".

Que nadie se alarme, estas ofertas son habituales en cualquier portal de empleo de nuestro país. Cada semana cientos de jóvenes presentamos nuestras candidaturas, esperando encontrar esa oportunidad definitiva para acceder al mercado laboral. Sabemos que las prácticas en empresas son una gran ocasión para dar nuestros primeros pasos y aprender. Sí, pero también sabemos (no hace falta ser un lumbreras para verlo) que muchas de ellas son fraudes que encubren puestos de trabajo cualificados detrás de becas formativas. Sabemos que nos exigirán la misma responsabilidad que al resto de la plantilla pero sin derecho a sueldo y a veces, ni siquiera a eso que llaman ayuda al estudio. Lo sabemos y aún así lo aceptamos. Es que tal como está la cosa y menos es nada. Ay, cuánto daño han hecho esas coletillas aparentemente superfluas, que llevan implícitas una mezcla de resignación, frustración y conformismo.

Puede que practiquemos la moral del esclavo, esa que según Nietzsche revela la falta de confianza en el individuo para singularizarse, para crear su propia visión del mundo y afirmar la diferencia. Posiblemente parte de la culpa de este deterioro de los derechos laborales sea nuestra. Sí, deberíamos plantarnos y ejercer esa máxima idealista, ¿cómo era? Y si hay una guerra y no va nadie. Pero, oiga, es que si no lo cojo yo hay otras 1.500 personas inscritas. Es que nos han contado que el trabajo dignifica, y parece que en España sólo podemos trabajar por un sueldo ínfimo, gratis o pagando. Por eso, para no perder la dignidad ponemos todo nuestro empeño en realizar bien nuestro cometido, acudir cada día con una sonrisa a nuestro puesto y demostrar lo que valemos. Porque valemos, o eso nos dicen, que tenemos mucho potencial pero no eres tú soy yo, aquí no se contrata a nadie. Palmadita en la espalda.

La Comisión Europea, en un acto de cinismo, ya advirtió en 2012 a España sobre la situación precaria de los becarios sin convenio "cuyos límites legislativos no están marcados" y "en escasas ocasiones resultan en un empleo". Pero no parece que le importe a nadie. Tampoco importa que en Francia se haya establecido un sueldo mínimo de 436 euros mensuales para prácticas superiores a siete semanas, (menos es nada/tal como está la cosa) o que en Gran Bretaña un número cada vez mayor de las Instituciones y Universidades líderes se nieguen a publicitar prácticas no remuneradas, por considerarlas discriminatorias para los estudiantes con desventajas económicas.

Spain is different, y aquí los becarios no valemos ya ni siquiera los 34,72 euros mensuales que las empresas pagan por darnos de alta en la Seguridad Social. Por esa razón de peso y la de los problemas de gestión, (el coñazo que les suponen los papeleos) el Ministerio de Educación estudia restringir el derecho a cotizar de los becarios. Este derecho nos protegía de cara a enfermedades, bajas de maternidad o paternidad y pensión, en el futuro, aunque no contemplaba la prestación por desempleo. Ahora, si se aprueba está medida, que en principio sólo afectará a becarios curriculares (los que realizan las prácticas para conseguir créditos) volvemos a ser invisibles, pero seguimos sosteniendo la actividad productiva de sus empresas.

"Deberías dar las gracias por la oportunidad que te estamos brindando" me dijo hace un par de años un antiguo jefe. Mi labor en aquel cuchitril consistía en archivar folios, sin cobrar un duro y sin convenio. Muchas gracias, contesté. Poco tiempo después me enteré de que mis compañeros, con 40 años, tampoco tenían contrato y allí todo el mundo trabajaba en negro. ¡¿Y por qué no os quejáis?! clamé escandalizada ¡¿Y por qué lo aguantáis?! insistí, mientras colocaba mis folios, ¿acaso no veis que es un abuso?