Más de 14.000 millones de dólares invertidos en I+D y otras cinco cosas que aprendimos sobre alternativas sin combustión
Este martes, 'El HuffPost' ha charlado con Maribel Biezma, doctora en Medicina y responsable de Asuntos Médicos y Científicos en Philip Morris Spain.
Hace años que Philip Morris International (PMI) decidió escuchar y dar respuesta a lo que la sociedad venía reclamando: abordar el impacto negativo que sus productos tienen, y buscar generar un abordaje positivo en la salud pública. Así, en 2016, PMI se marcó la misión de alcanzar un futuro libre de humo de los cigarrillos lo antes posible, y para ello la ciencia y la tecnología son piezas clave.
Nueve años después, ese ideal de un mundo libre del humo del tabaco toma forma e incluso "se puede tocar", como afirma Maribel Biezma, doctora en Medicina y responsable de Asuntos Médicos y Científicos en Philip Morris Spain. Con ella charlamos sobre el momento que afronta la multinacional, los objetivos que se van cumpliendo y las dificultades que encuentran en el camino y estas son las conclusiones a las que llegamos.
1. "Todo empezó en 2008 cuando Philip Morris dijo, 'vamos a acabar con los cigarrillos convencionales y vamos a abrir una nueva etapa'. Se empezaron a invertir recursos económicos y de personas, y hasta la fecha llevamos 14.000 millones de dólares en desarrollar productos con el objetivo de terminar con el cigarrillo convencional. Empezó en 2008 y ya es una realidad porque este tipo de productos sin combustión ya están en 100 países y 40.000.000 de usuarios que se han pasado a una alternativa sin humo y han olvidado su cigarrillo convencional para siempre".
2. "Aún hay barreras muy importantes que tienen que ver con la desinformación y la falta de conocimiento. Nos cuesta porque hay barreras para que la información llegue a la población, a la sociedad y a los fumadores. Además, hay cierto escepticismo en aceptar la evidencia científica que hay alrededor de estas alternativas. La FDA (Food and Drug Administration de Estados Unidos) ha dado la autorización a varios de nuestros productos para poder comercializarlos como productos de otra categoría que no tiene que ver con el cigarrillo convencional, como productos de riesgo modificado". Es decir, una de las agencias regulatorias más importantes del mundo avala a estos productos como menos nocivos que el cigarrillo convencional.
3. "Estamos en un momento muy sensible porque se está trabajando en reformar la Ley Antitabaco. A nosotros nos preocupa el hecho de que todas las alternativas al tabaco se igualen con el cigarrillo convencional”, porque se trata de la forma más nociva de consumir tabaco y nicotina (...). “Es una oportunidad de oro el hecho de tener esta ley para diferencias desde el punto de vista regulatorio lo que son los cigarrillos convencionales de estas otras alternativas". Defendemos firmemente un enfoque regulatorio basado en la evidencia científica y el perfil de riesgo de cada producto.
4. "También es una oportunidad para regular el tema de los menores. Los menores no deben fumar, ni vapear, ni nada de nada. Es la oportunidad para que la ley sea muy estricta, todo lo que se pueda, en regular el acceso de los menores a este tipo de producto".
5. "Desde Philip Morris trabajamos fuerte también por esto, por impedir el acceso de los menores a estos productos. Y básicamente, las medidas que implementamos son dos. Una: cuidar mucho los formatos de los nuevos productos, que no induzca a su consumo, es decir, que no sean atractivos para menores. Y el otro aspecto en el que trabajamos es en reforzar los controles en el punto de venta".
6. "Entiendo el escepticismo respecto a estos productos, lo comprendo. Hay gran cantidad de datos, de ciencia, de estudios de terceros, independientes, autorizaciones de la FDA, revisiones concluyentes... Yo les diría: léelo, evalúalo y luego lo analizamos y lo debatimos. Estamos abiertos a discutir, a debatir los datos que sean porque creemos en esta realidad que ya se puede tocar".